Los problemas cognitivos suelen hacerse presentes desde muy temprana edad. Ciertamente, esto puede ser un punto de partida para que los padres den la atención necesaria a los niños al momento de detectarlos.
Estos perturban el desarrollo de las habilidades intelectuales, lo que trae como consecuencia las limitaciones sustanciales del progreso como individuo. Del mismo modo, los problemas emocionales pueden tener influencia negativa en crecimiento y comportamiento de los pequeños incapacitándolos para socializar y ser independientes.
¿Cómo reconocer los problemas cognitivos?
Existen ciertos factores que pueden alertar a los padres de que sus hijos están padeciendo algún problema cognitivo. Si bien solo los profesionales tienen la capacidad para diagnosticar con precisión el tipo de discapacidad, son los progenitores quienes pueden ver de primera mano algunas conductas que las reflejan.
Es preciso mencionar que el niño debe reflejar, por lo menos, cuatro o cinco de las siguientes conductas para establecer que puede tener problemas cognitivos. Entre ellas se encuentran: el niño no sostiene la cabeza, si con más de ocho meses no tiene la capacidad de sentarse solo y/o al llegar a los once meses no se sostiene de pie.
Asimismo, si con diecisiete meses no camina solo, con más edad se le dificulta recordar las cosas, si es mayor de cinco años y tiene dificultades para realizar actividades de razonamiento lógico o no logra seguir instrucciones o normativas.
Aunado a estos comportamientos el especialista debe realizar una serie de pruebas para descartar y hacer un diagnóstico certero. Al descubrir que efectivamente se han hecho presente problemas cognitivos, procederá a establecer cuál de ellos es.
Tipos de problemas de aprendizaje relacionados con los cognitivos
Los problemas cognitivos pueden traer también trastornos de aprendizaje. Entre ellos se encuentran:
Dislexia
Se trata de la dificultad para leer y es posible reconocerla cuando los niños dan sus primeros pasos en la lectura, que generalmente es durante el jardín infantil. Este problema hace que confundan el orden de las palabras invirtiéndolas y modificando la secuencia de la información que reciben sus ojos.
La gran mayoría de los pequeños puede superarlo antes de los siete años, pero de no ser el caso, es recomendable llevarle al especialista en terapias de lenguaje. Otras actividades que se dificultan cuando se hace presente la dislexia, son el comprender el lenguaje oral y expresarse en forma fluida.
Disgrafía
Consiste en la dificultad para escribir y es una consecuencia directa de la dislexia. Es la falta de coordinación motora para entender o interpretar el espacio. Se puede reconocer por la cantidad de palabras ilegibles o escritas de manera errónea. Esta incapacidad de la percepción visual, no solo afecta la letra, sino que también la ortografía.
Discalculia
La discalculia se puede definir como la incapacidad para realizar cálculos matemáticos. No obstante, generalmente para las personas, esto representa un reto y no se compara con esta discapacidad. Este es un estado que hace que las operaciones sencillas, tales como: las sumas, divisiones, multiplicaciones o aprender conceptos básicos, sean incomprensibles.
¿Cómo afectan los problemas cognitivos en la memoria?
Los problemas cognitivos pueden hacer que haya dificultad para comprender y recordar algunas palabras o sonidos. Si bien el niño escucha las palabras, no tiene la capacidad de recordar las partes realmente importantes, es decir, no las almacena ni descifra efectivamente.
Igualmente, los problemas cognitivos, pueden hacer que los niños tengan trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Este debe ser diagnosticado bajo ciertas pruebas hecha por los expertos, quienes aportarán estrategias y el tratamiento adecuado para sobrellevarlo.
Otros trastornos que pueden aparecer debido a problemas cognitivos
Además de los problemas cognitivos mencionados anteriormente, se pueden encontrar además el trastorno del espectro autista y el síndrome de Asperger. El primero se caracteriza por que los niños no tienen la capacidad de adaptarse a los cambios, se sienten inseguros, son hipersensibles y se presenta en diferentes grados.
Por otra parte, el síndrome de Asperger, afecta la manera en la que el individuo interactúa socialmente. Afecta la capacidad verbal y el pensamiento. La comunicación de los que lo padecen es escasa y aunque reconocen su entorno tienen inflexibilidad del pensamiento.
Finalmente, los padres con niños con necesidades especiales se deben enfocar en el desarrollo social, sin presionarlos, para que se integren y tengan una mejor calidad de vida. Hoy en día son muchos los programas e instituciones que cuentan con especialistas capacitados que aportan las herramientas para lograrlo.
