6 tipos de ansiedad que pueden afectar a los niños

niña con trastorno de ansiedad

La infancia en sí es un proceso de bastante ansiedad. Los niños tienen la tarea de aprender nuevas habilidades, enfrentar nuevos desafíos, superar temores y navegar en un mundo que no siempre tiene sentido. Pero a veces estos miedos o factores estresantes resultan demasiado difíciles de manejar, y las comodidades normales que los adultos pueden proporcionar no parecen ser suficientes. En estos casos, un niño puede tener un trastorno de ansiedad diagnosticable.

Los trastornos de ansiedad son las enfermedades mentales más comunes experimentadas en los Estados Unidos, y los niños no son la excepción. Aproximadamente uno de cada ocho niños puede tener un trastorno de ansiedad, pero la mayoría de los niños que calificarían para un diagnóstico no reciben el tratamiento que necesitan. No tratar la ansiedad en un niño lo pone en riesgo de disminuir su rendimiento en la escuela, tener habilidades sociales deficientes y comportamientos nocivos como el abuso de sustancias.

Tipos de trastornos de ansiedad infantil

Existen muchos tipos de trastornos de ansiedad, pero estos son los trastornos de ansiedad más comunes que experimentan los niños.

1. Trastorno de ansiedad generalizada

 Si tu hijo experimenta ansiedad o preocupación excesiva que le provoca fatiga, irritabilidad, tensión muscular, dificultad para concentrarse o trastornos del sueño, entonces puede recibir un diagnóstico de trastorno de ansiedad generalizada. Esta preocupación puede estar relacionada con el rendimiento escolar, las amistades, las relaciones familiares u otras actividades o inquietudes.

2. Trastorno de ansiedad por separación

 Que haya una cierta cantidad de ansiedad por separación es necesaria para el desarrollo, especialmente para niños entre 1 y 3 años. Pero en los niños mayores, si siguen teniendo miedo o ansiedad excesiva por estar separados de sus cuidadores, entonces pueden calificar para un diagnóstico de trastorno de ansiedad por separación.

Los niños con este trastorno con frecuencia pueden preocuparse por la muerte de los padres o de separarse de ellos. Pueden negarse a salir o ir a la escuela, tener pesadillas sobre la separación o experimentar síntomas físicos como dolores de cabeza o náuseas debido a esta ansiedad.

3. Mutismo selectivo

 Los niños con mutismo selectivo pueden negarse a hablar en ciertas situaciones sociales, a pesar de que son muy habladores en el hogar o donde sea que se sientan cómodos. Pueden negarse a hablar en la escuela y retirarse de los demás o evitar el contacto visual. Los niños de alrededor de 5 años son diagnosticados con mayor frecuencia con este trastorno.

4. Fobia específica

Algunos niños pueden mostrar miedo o ansiedad por un objeto o situación específicos. Si este miedo dura mucho tiempo y está fuera de proporción con el peligro real que representa, este miedo puede clasificarse como una fobia. Los niños pueden llorar, paralizarse o aferrarse a un adulto cuando su miedo esté presente. Los niños pueden tener fobias que incluyen (pero no se limitan a) animales, tormentas, agujas, sonidos fuertes y espacios cerrados.

5. Trastorno de pánico

 Los niños que experimentan ataques de pánico recurrentes y se preocupan por tener más pueden tener un trastorno de pánico. Un niño que tiene un ataque de pánico puede quejarse de síntomas que pueden incluir dificultad para respirar, dolor en el pecho, sensación de asfixia, náuseas, mareos, sensación de frío o calor, miedo a «volverse loco» y miedo a morir.

6. Trastorno de ansiedad social

 Si tu hijo tiene un miedo intenso a tener que participar en la clase o la interacción con sus compañeros, entonces puede tener un trastorno de ansiedad social. Los niños pueden exhibir este miedo al hacer berrinches, llorar, aferrarse a los adultos, paralizarse o negarse a hablar. También pueden intentar evitar situaciones sociales que provoquen este miedo.

Cómo ayudar a los niños con ansiedad

Nunca dudes en consultar con profesionales sobre la ansiedad de tu hijo, ya que ellos pueden guiarte hacia los recursos correctos y realizar una evaluación adecuada. Los niños con trastornos de ansiedad generalmente se tratan con terapia de conversación, medicamentos o una combinación de ambos. La terapia cognitiva conductual puede ayudar a un niño a evaluar qué pensamientos tiene que son realistas o poco realistas.

La terapia de juego puede funcionar mejor para que los niños pequeños superen las ansiedades. Para algunos niños, se les pueden recetar medicamentos a corto o largo plazo, según la naturaleza y la gravedad de los síntomas. Los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) son los medicamentos más comúnmente recetados para tratar los trastornos de ansiedad entre los niños.

Los padres a menudo pueden sentirse impotentes cuando ven a sus hijos experimentar un miedo o preocupación intensos. Puede haber una tentación de simplemente alejar al niño de todas las situaciones que provocan esta ansiedad o de adaptarse en exceso al miedo de su hijo. Estas acciones solo hacen que un niño sea más sensible a estos entornos.

Los padres pueden validar los sentimientos del niño pero también ser ejemplos de la calma y confianza de que su hijo va a estar bien y pueden dominar situaciones de miedo como la escuela o conocer gente nueva. Además, debido a que los niños están más ansiosos antes de una situación difícil, es importante que los padres no hagan demasiadas preguntas sobre la ansiedad. Recuerda, como padre, no es tu objetivo eliminar toda ansiedad de la vida de tu hijo.

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