¿Qué es exactamente un colapso nervioso o un ataque de nervios? Puede haber varias definiciones de este estado, que afortunadamente es pasajero. El ataque de nervios, también llamado crisis emocional, es una experiencia aguda y pasajera de alteración mental causada por factores adversos relacionados con el significado de la vida, cuestionamiento del sistema de valores, el concepto de uno mismo, el resultado del enfrentamiento con una situación crítica o un evento traumático. Esta experiencia excede la capacidad de una persona para hacer frente a sus problemas por sí mismo.
”Ya no puedo lidiar con esto», «Ya no puedo vivir así», «No puedo seguir haciendo esto”, son algunas de las descripciones que hacen las personas cuando sufren un ataque de nervios.
Estas descripciones pueden ser muy vagas y generales, y las personas, incluso, si realmente quieren explicar lo que sienten, a veces no son capaces de elegir las palabras correctas para lo que está sucediendo en su mente y cuerpo, y por qué piensan que ya no pueden seguir adelante. La mayoría de ellos, sin embargo, son conscientes de que esto podría evitarse si prestan atención a las señales de advertencia de un posible ataque de nervios, y toman las medidas apropiadas de antemano.
12 señales de que estás muy cerca de sufrir un ataque de nervios
Este artículo está destinado a ayudarte a ti, o a alguien que conoces, a darte cuenta de que las cosas pueden haber llegado demasiado lejos, y que ahora es el momento adecuado para cuidar mejor nuestra salud mental.
Todos somos diferentes y todos seremos advertidos del peligro de una crisis nerviosa por distintas señales. A continuación hay una lista de los signos más comunes que pueden sugerir que estás al borde de una crisis mental.
1. No tienes tiempo para estar tranquilo
Sientes que todo pasa demasiado rápido y pasas de una cosa a otra, sin lugar ni tiempo para recuperar el aliento. El estrés crónico puede alterar nuestra perscepción, generando un estado de alarma y ansiedad constantes, lo cual disminuye nuestra tranquilidad y estado de calma.
Un estrés sostenido puede dar lugar a diversidad de padecimientos físicos, no solo a nivel psicológico. Como se señala en varios estudios e investigaciones. [¹]
2. Tu vida parece fuera de control
A veces simplemente no nos sentimos capaces de hacernos cargo de todas nuestras responsabilidades… ¿Sientes que tu vida es demasiado pesada? Esto le pasará a todos de vez en cuando, pero la mayoría reunimos fuerzas rápidamente y seguimos avanzando.
Sin embargo, si este sentimiento se mantiene por mucho tiempo, y en lugar de sentir que avanzas en línea recta, estás convencido de que no hay nada que puedas hacer, y tomar la decisión más simple parece más difícil de lo habitual o prácticamente imposible, esta es una señal que predice un ataque de nervios posible. Detente, reflexiona sobre lo que no te está haciendo bien, sobre a qué debes y no debes renunciar, y procura tomar descansos.
3. Pierdes el contacto con las personas que te rodean
¿Tiendes a alejarte de tus seres queridos? ¿Te molesta la presencia de otras personas y prefieres evitarlas? Las personas que se encuentran al borde de un ataque de nervios pueden buscar alivio aislándose de otros, especialmente de sus amigos y familiares. Sin embargo, recuerda que el aislamiento y la incomunicación pueden conducir rápidamente a una depresión severa.
4. Tienes dificultad para conciliar el sueño y mantenerlo
Además de no poder conciliar bien el sueño, te despiertas demasiado temprano y tu sueño es muy poco reparador ¿Recuerdas tu última noche de insomnio? ¿Cómo te sentiste al día siguiente? ¿Cansado, irritado y con muy poca paciencia? Ahora imagina que esto sea así día a día, semana tras semana. El estrés y la frustración se acumulan y aumentan, y las consecuencias pueden afectar todos los aspectos de tu vida.[²] Cuida mucho tus hábitos de sueño.
5. Sufres ataques de pánico impredecibles
Si estás empezando a tener ataques de ansiedad o ataques de pánico de manera repentina, definitivamente esto es una señal de que tu cuerpo (mente) está al borde del agotamiento y necesita tiempo para descansar.
6. Tienes cambios de humor repentinos y drásticos
Los cambios bruscos de humor son característicos de las personas que están al borde de un ataque de nervios. Comúnmente, estas personas se irritan más rápido de lo normal, se enojan sin razón alguna y presentan un comportamiento hostil. Esto puede causar tensión en la familia, en el trabajo y entre los amigos. Este cambio repentino de nuestro humor puede causar miedo y depresión, lo cual intensifica la sensación de impotencia.
7. Te auto-saboteas
El auto-sabotaje son todas aquellas acciones que tomamos que obstaculizan o destruyen nuestras propias metas. El auto-sabotaje se manifiesta de muchas formas, pero las más comunes son la indecisión, la procastinación, las adicciones, dormir muy poco y comer en exceso. Todas estas actividades son una forma de auto-sabotaje y también un acto de autodestrucción.
Este ciclo destructivo se desarrolla de la siguiente manera:
- La persona se propone hacer o lograr algo importante / atraviesa un período difícil en la vida / se exige demasiado a sí mismo;
- El nivel de estrés aumenta y no lo puede soportar;
- Comete errores con más frecuencia, lo que aumenta aún más el estrés;
- Poco a poco la persona tiene aún menos capacidad de enfrentar sus problemas, lo que generalmente afecta la calidad del sueño y las relaciones con sus seres queridos, y por esto busca medios de escape para «tener algo de alivio».
Muchas veces las personas no se dan cuenta que cayeron en un círculo vicioso, y tampoco quieren admitir que no les está yendo bien y que necesitan descansar. Es por esto que terminan sumergidos en las profundidades de un comportamiento destructivo.
8. Te sientes abrumado por una sensación de fracaso
Las personas que están en un estado de estrés crónico muchas veces tienen una forma de vivir en base a la idea de “todo o nada”. Por lo tanto, si no logran alcanzar un objetivo específico o no logran hacer algo tal como la imaginaron, se sentirán abrumados por una fuerte sensación de derrota que los dejará paralizados.
En estos casos puede aumentar el auto-sabotaje, lo que muchas veces conduce a un miedo por intentar cosas nuevas.
Día a día, te sientes abrumado por una creciente sensación de impotencia, hasta que un día te despiertas con la convicción de que eres una persona completamente inútil, que tus seres queridos estarán mejor sin ti, que es demasiado tarde para buscar ayuda, porque de todos modos nada cambiará, porque ya no tienes la fuerza para luchar contra nada.
Llegas al punto en que se liberan tus mecanismos de defensa, gracias a los cuales pudiste seguir funcionando a pesar de tus problemas. Pero la buena noticia es que, como dijo Eckhart Tolle, «… siempre hay una oportunidad oculta en cada crisis…»
9. Has perdido toda esperanza
La esperanza nos permite mantener una actitud positiva orientada hacia el futuro. Gracias a la esperanza, es posible conservar la continuidad entre el pasado, el presente y el futuro. Por eso es un requisito esencial para dar nuevos significados a nuestro pasado y superar los problemas que hemos vivido. Desafortunadamente, esta continuidad puede verse afectada o completamente perdida durante o justo antes del inicio de una crisis nerviosa. Por lo tanto, las personas que experimentan una crisis mental pierden toda esperanza de que las cosas puedan mejorar.
Claude Lévi-Strauss incluyó este tema en sus reflexiones sobre la esperanza y el tiempo en los trastornos mentales.
«Vivimos y experimentamos las cosas de manera eficiente. La norma del tiempo, nuestro modus vivendi, es «imperfecta» porque seguimos regresando a nuestros nuevos problemas antes de encontrar una solución para los viejos».
De esta manera es como surge la pérdida de esperanza… por estar tratando constantemente con nuestros nuevos problemas sin darnos la oportunidad de resolver los que ya teníamos.
10. Te sientes insensible
Algunas personas que han tenido un ataque de nervios mencionan que simplemente dejaron de sentir cosas mientras pasaban por él. Sus sentidos se entumecían. No sentían placer, miedo o preocupación. No sentían nada.
Muchas personas dejan de cuidar su apariencia e higiene en momentos como este, pierden interés en actividades que normalmente disfrutaban y comienzan a aislarse de sus familiares y amigos. Si has notado algo similar en ti o un ser querido, es hora de relajarse y buscar ayuda.
11. Te sientes aislado
Esto no quiere decir que literalmente te aísles de tus seres queridos o que la gente se aleje de ti, sino que se produce el sentimiento subjetivo de que estás completamente solo con todos tus problemas, y de que a nadie le importa lo que te pase.
Muchas veces, las personas que atraviesan este tipo de crisis, por más apoyo que reciban de sus familiares o de profesionales… simplemente no son capaces de verlo. Si dejas de cuidarte, pierdes interés en algo que una vez te hacía sentir bien, no te sientes capaz de disfrutar… o llorar, entonces asegúrate de pedir ayuda.
12. Tienes pensamientos suicidas
Los pensamientos suicidas suelen aparecer en la etapa final. Una persona al borde de un ataque de nervios, o que está pasando por uno, está convencido de su desesperanza. Cree que no hay forma de salir de su situación, que no sirve para nada, que no es capaz de hacer frente a las responsabilidades de la familia, del trabajo, o las que él mismo se impone.
Siente que constantemente decepciona a quienes cuentan con él y que para ellos no es más que una carga. Las emociones como la tristeza, el miedo y la ira, empiezan a hacerse presentes todo el tiempo. Comienzan a surgir pensamientos sobre terminar con su vida. Y algunos son capaces de poner estos pensamientos en acción. Es importante no subestimarlos y buscar ayuda.
Si estás apoyando a alguien que atraviesa una crisis y lucha con pensamientos suicidas, recuerda que a pesar de que el contacto con él puede despertar miedo, ansiedad o una sensación de impotencia, no debes detenerte y siempre debes ser paciente.
- McEwen B. S. (2017). Neurobiological and Systemic Effects of Chronic Stress. Chronic stress (Thousand Oaks, Calif.), 1, 10.1177/2470547017692328. doi:10.1177/2470547017692328. [Link]
- Huang, Z., Zhan, S., Chen, C., Li, N., Ding, Y., Hou, Y., … Wang, Y. (2019). The Effect of Insomnia on Cortical Excitability in Patients With Generalized Anxiety Disorder. Frontiers in psychiatry, 9, 755. doi:10.3389/fpsyt.2018.00755 [Link]
- Yaribeygi, H., Panahi, Y., Sahraei, H., Johnston, T. P., & Sahebkar, A. (2017). The impact of stress on body function: A review. EXCLI journal, 16, 1057–1072. doi:10.17179/excli2017-480 [Link]
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