John Dewey | Impulsor esencial de la pedagogía progresista

John Dewey biografía y su influencia en la educación

John Dewey es considerado por algunos como el precursor de los educadores reformistas. Estos abogan por una instrucción centrada en el estudiante y sus necesidades.

John Dewey (octubre de 1859 – junio de 1952) fue un reconocido psicólogo estadounidense, quien, además incursionó exitosamente, en las áreas de la filosofía y la pedagogía. Según Robert Westbrook, famoso historiador americano, se puede considerar a Dewey como el filósofo más importante de la historia de Estados Unidos, durante los primeros 50 años de la centuria pasada. Asimismo, junto con Charles Sanders y William James es pionero en la creación de la corriente del pragmatismo. 

Del mismo modo, Dewey es una figura que se asocia íntimamente con la pedagogía progresista en su país de origen. Y, aun cuando se ha popularizado más por sus obras sobre el tema educativo, también produjo otros influyentes y renombrados documentos. Así, escribió respecto a asuntos relacionados con arte, lógica proposicional, filosofía moral (ética) y democracia. Su posición tenía como fundamento que dicho sistema político solo era posible de alcanzar por medio de la educación y el esfuerzo de la sociedad civil.   

John Dewy defendía que la sociedad (opinión pública) debía mantenerse bien informada, por medio de mecanismos de comunicación eficaces. Estos se establecen entre los ciudadanos normales y sus líderes, encabezados por expertos y políticos. A su vez, ante la ciudadanía, los últimos tienen que ser siempre totalmente responsables de sus actos y de las medidas políticas aplicadas. La influencia de este pedagogo todavía es tema de discusión, en especial, al evaluar los errores del sistema educativo actual en los Estados Unidos. 

Breve biografía de John Dewey

Dewey, cuya familia era de origen humilde, asistió a la Universidad de Vermont. Al concluir sus estudios, en 1879, laboró como maestro de escuela por un corto lapso de tiempo. Luego, en la Universidad Johns Hopkins, continuó con su formación en el área de filosofía. Esta era la institución educativa pionera en los planes educativos basados en el renombrado modelo neohegelianista alemán. George Morris, filósofo danés, ensayista y partidario del mismo, fue de gran influencia en su vida durante esta época.   

Le impactó a Dewey, en especial, la atmósfera hegeliana de la institución. La huella de este filósofo (Hegel) se percibía en la orientación persistente hacia los esquemas lógicos y la fuerte inclinación hacia los temas sociales y psicológicos. La identificación con Morris fue tan fuerte, que cuando Dewey se doctoró en el año de 1884, se fue con él a la Universidad de Michigan. Allí le sucedería como director del departamento de filosofía de esta institución. En Michigan, conoció a Alice Chipman, una de sus alumnas, quien más tarde se convertiría en su esposa. 

Dewey fue captado también por los conceptos que sobre la evolución se derivaban de las teorías del naturalista inglés, Charles Darwin. Chipman fue la principal contribuyente en la vida del filósofo, para que este se orientara hacia las cuestiones educativas; área en la que colaboró devotamente con su esposo. De 1900 a 1904, Dewey se encargó de enseñar en la recién estrenada cátedra de pedagogía de la Universidad de Nueva York. Su último puesto como maestro sería en la Universidad de Columbia.   

Dewey y el sistema educativo bajo regímenes democráticos

Dewey vivió en una época en la que existió un clima político y social abierto, eminentemente democrático. El mismo estaba signado por la colonización de las nuevas áreas territoriales y la maleabilidad de la estructura social. Según su percepción, las creencias se basan en desarrollos humanos provisionales. Así, en la obra “Religión en nuestras escuelas”, publicada en 1908, aboga por la eliminación de las enseñanzas religiosas, aduciendo que las mismas son responsables de divisiones y fracturas dentro de una sociedad plural.     

Su posición es eminentemente crítica frente a una nación cada vez más industrializada, pero guarda una distancia considerable de la línea de pensamiento marxista. Rechaza las doctrinas pedagógicas tradicionales que ven la educación como una preparación o formación. Y estimula el cambio a la concepción progresiva que reconstruye el orden social, donde el docente es guía y orientador. Así nace el Estudio de casos o método de casos, que recurre a situaciones concretas para transmitir un cierto conocimiento. 

Su trabajó se orientó hacia el instrumentalismo, una posición filosófica que parte de la experimentación en contraposición a los conocimientos teóricos. Según Dewey, el maestro debe diseñar mecanismos que lleven a los estudiantes a realizar actividades prácticas que les permitan fijar los conceptos. Él hace una clara distinción entre los procedimientos generales y los individuales. En los segundos, ocurre la interacción particular entre el docente y el alumno que muestra una necesidad específica.   

Por último, John Dewey fue un filósofo y un personaje de gran influencia en la línea del progresismo pedagógico. Se le consideraba una persona bastante perspicaz y con ideas muy originales, de gran influencia sobre los líderes de su época en los Estados Unidos. Asimismo, es uno de los maestros más geniales que ha conocido la humanidad durante la última centuria. Una de sus labores destacada fue la defensa de los derechos femeninos y la necesidad de tener un sindicalismo docente. Ayudó a intelectuales exiliados de países con regímenes totalitarios.    

2 comentarios

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    en solidaridad