John Locke | El padre del liberalismo inglés

John Locke y su legado

John Locke fue un hombre de ciencias del siglo XVII que sentó algunas bases fundamentales para la sociedad moderna. Sus interesantes lecciones continúan siendo útiles al presente

John Locke (agosto de 1632 – octubre de 1704) fue un médico y filósofo británico. Se le considera uno de los más notable actores del empirismo inglés, habiendo sido influenciado por las opiniones de Francis Bacon. Dicha teoría recalca el rol de las experiencias reales a la hora de adquirir conocimientos, en lugar de recurrir ciegamente a las ideas tradicionales. Se trataba de un hombre multifacético que destacó por sus inclinaciones hacia la filosofía política, la diplomacia, la economía y hasta la teología.

La influencia de John Locke

Locke mantuvo contacto profesional con científicos de gran reputación, como Isaac Newton. No obstante, su formación científica no fue un impedimento para que enseñara griego antiguo y otras materias del área de humanidades, como retórica. Sus textos filosóficos han llevado al mundo a conocerlo como pionero de la teoría del liberalismo clásico. Este movimiento luchaba para que las personas pudieran desarrollar al máximo sus habilidades particulares. Se enfocaba en los conceptos de libertad política, religiosa y económica. Además, planteaba ideas contrarias a:

  • Absolutismo ostentado por la monarquía.
  • Intervención del Estado en los temas civiles.
  • Privilegios exagerados que disfrutaba la aristocracia y el clero.

El liberalismo de Montesquieu y de Locke fue el origen de grandes movimientos a nivel mundial, entre los cuales se encuentra la Revolución Gloriosa de 1688. Esta fue la primera en su estilo. Dicha acción causó la desaparición de la monarquía absoluta en Gran Bretaña, y promovió la democracia parlamentaria que gozan actualmente. Las teorías liberales también impulsaron los hechos que dieron como resultado la Revolución Francesa. Sin olvidar, la Independencia de los Estados Unidos, amén de otras naciones americanas.    

Breve biografía de John Locke

Locke nació en una humilde cabaña de un pueblo perteneciente al condado histórico de Somerset, cercano a la ciudad de Bristol. Su padre era un abogado rural y había sido capitán de caballería al principio de la guerra civil. Ambos progenitores eran puritanos, una división del calvinismo de tendencias extremas. Al poco tiempo, la familia se mudó a una casa de campo, estilo Tudor, más cerca de Bristol. Cuando el joven tenía 15 años entró a la acreditada escuela Westminster, en la city (Londres).

Había sido patrocinado por Alexander Popham, parlamentario y antiguo supervisor de su padre. Y al egresar de la Westminster School, entró en la Christ Church, el College más grande de la universidad de Oxford. Allí comenzaron sus desavenencias con los sistemas clásicos. A pesar de ser un buen estudiante, se sintió disgustado por el plan de estudios propuestos. Por ejemplo, Locke pensaba que estudiar a René Descartes, un filósofo moderno, era de gran interés, pero este no estaba incluido en el material.      

Así, con la ayuda de un amigo, comenzó a investigar los temas de medicina y filosofía experimental que se enseñaban en otras casas de estudio. También, se hizo miembro de la Royal Society, una de las sociedades científicas más antiguas del continente europeo. Locke obtuvo la licenciatura en 1656 y dos años más tarde, una maestría. Desde 1667, era el galeno personal de Anthony Ashley Cooper, conde de Shaftesbury, quien sufría de problemas del hígado. Y, en 1674, recibió su título de médico. 

Algunas de sus obras más famosas

Locke publicó en 1690, su obra más conocida “Ensayo sobre el entendimiento humano”. La influencia de Shaftesbury sobre las ideas políticas de Locke fue decisiva. Cuando el primero perdió el apoyo popular, el segundo se dedicó a viajar por el país galo con Caleb Banks, cumpliendo las funciones de tutor. A su regreso a Inglaterra, en 1679, se dedicó a escribir “Dos tratados sobre el gobierno civil”. Y perseguido por la sospecha de participación en el complot de Rye House huyó, en el año de 1683, a los Países Bajos.      

Allí encontró el tiempo necesario para continuar escribiendo, siendo su primera publicación la “Carta sobre la tolerancia”. Después de la Revolución Gloriosa volvió a Inglaterra. La mayor parte de su obra la desarrolló después de culminada su etapa de exilio. Murió en 1704 sin haberse casado nunca, ni haber tenido hijos. Durante su vida ocurrió la gran epidemia de peste bubónica en Inglaterra (1665-1666) y el gran incendio de la ciudad medieval de Londres en septiembre de 1666.

Ideas de John Locke sobre la pedagogía

La principal preocupación de John Locke respecto a este tema era lograr moldear la personalidad de los alumnos para convertirlos en caballeros nobles. Su planteamiento era que la disciplina es la vía para estimular la expansión de la mente humana, de modo que la persona llegue a ser útil para sí mismo y también, para la sociedad. Por tanto, considera a los principios pedagógicos como un procedimiento doloroso que permite potenciar las mejores características y eliminar los malos hábitos.

Su estilo de instrucción era intuitivo. Locke pensaba que la adquisición de los conocimientos se lograba a través de los sentidos. Así, los estudiantes deben ayudarse por las experiencias previas y aprender tocando, oliendo, escuchando, saboreando y viendo el mundo que les rodea. El objetivo era formar un gentilhombre que desempeñara cabalmente su oficio y estuviera preparado para ocupar cargos de una gran responsabilidad social. Exaltaba el honor, como una manera de ganarse el respeto y la admiración de otros.

Por último, John Locke consideraba que los viajes y el contacto directo con las situaciones vividas, era más útil para aprender que los libros mismos. Asimismo, tenía la convicción de que un gentilhombre disfrutaba de criterios personales, que le permitían emitir juicios válidos. Y que, además, sabía dominar sus emociones, poniéndolas bajo el control de la razón, antes que dejar que estas definieran su actuación. Para él, educar no era otra cosa que enseñar al alumno a pensar y razonar.