Trastorno afectivo estacional: qué es y cómo tratarlo

Trastorno afectivo estacional

El trastorno afectivo estacional severo, que en muchos casos comienza desde los primeros días de invierno cuando cambia la hora, es una condición que se puede evitar. Los expertos sugieren varias formas efectivas para reducir las emociones negativas.

Con la llegada del invierno, llega también la melancolía

El durante la estación de invierno, los relojes se atrasan una hora. Lo que significa que la duración del día es ahora más corta y la temperatura desciende abruptamente a comparación de antes. Esta situación puede provocar una melancolía severa en miles de personas, con síntomas como pérdida de libido, letargo, aumento de peso, etc.

Según el Royal College of Psychiatrists, alrededor del 3% de la población desarrollará el trastorno afectivo estacional (SAD), mientras que una proporción mucho mayor de la población experimentará síntomas menos graves en otoño, pero lo suficientemente significativos como para afectar negativamente la vida cotidiana. De hecho, según una encuesta del Servicio Meteorológico Nacional (Met Office) de Gran Bretaña, más del 40% de los ciudadanos se quejan de que los días de otoño e invierno dañan gravemente su salud mental.

Síntomas y posibles causas del trastorno

Los síntomas de la depresión reactiva

Sin embargo, existen soluciones prácticas que nos harán sentir mejor y disfrutar de esta época del año hasta que vuelva la primavera. Los síntomas que se presentan por este periodo de estado de ánimo depresivo persistente son: mal humor, pérdida de interés en las actividades diarias, irritabilidad, desesperanza, somnolencia diurna, dificultad para despertarse por la mañana, antojos de carbohidratos, aumento de peso, disminución del estado de ánimo sexual y niebla mental.

Aún no se conoce la razón por la que se producen estas graves perturbaciones en el estado de ánimo. Pero según investigadores, las células especializadas que se encuentran en el reloj biológico del cerebro pueden volvernos más sensibles en los meses de invierno, porque frío y la oscuridad nos hacen querer estar adentro.

Sin embargo, esto nos priva de la luz natural. Lo que a su vez reducirá nuestros niveles de actividad y afectará negativamente nuestro estado de ánimo, ya que estamos programados para estar al aire libre mientras brilla el sol, y acostados en la cama por la noche. Esto se debe a que la melatonina se produce cuando está oscuro, nos relaja y nos hace dormir, mientras que la serotonina, que aumenta el estado de ánimo durante el día, se ve afectada por nuestra exposición a la luz solar.

Soluciones y consejos para tratarla

Lo primero que podemos hacer para mejorar esta situación es cambiar universalmente nuestra actitud hacia los meses de invierno, explican expertos de la Universidad de Stanford en California. En una investigación que hicieron con la participación de 238 personas de Noruega y el Ártico, se encontró que cuanto más positivamente veían las personas el invierno, más satisfechas y felices se sentían durante las ocho semanas del período en que en sus países solo era de noche.

A los noruegos les encanta el invierno porque lo ven no tanto como algo a lo que tengan que sobrevivir, sino como una oportunidad para hacer muchas cosas que aman, como actividades al aire libre, esquiar, etc.

Según un estudio de la Clínica Psiquiátrica Universitaria de Basilea, Suiza, quienes padecen trastornos afectivos estacionales y regularmente caminan al aire libre durante al menos una hora por la mañana se sienten mucho mejor. Y no es solo en el exterior donde uno puede moverse, sino también en el interior. Según expertos, si alguien se sienta quieto dentro de su casa, seguramente se sentirá frío y miserable.

Cuando estamos en reposo, nuestro cuerpo produce solo 80 vatios de energía térmica. Pero cuando hacemos ejercicio, aumenta en varias decenas de vatios. Incluso si subimos y bajamos unos escalones durante unos minutos, nuestro cuerpo producirá 200 vatios adicionales de calor para elevar la temperatura corporal.

Con estos mismos ejercicios, aumenta el flujo de sangre caliente hacia las manos y los pies, es decir, hacia las partes del cuerpo que se enfrían más fácilmente cuando hace frío. Si no puedes lidiar con el trastorno afectivo estacional con técnicas simples y continúa causándote una intensa melancolía, entonces tal vez debas consultar a un psicólogo.