Tener paz es mejor que tener siempre la razón

Es más importante tener paz interior que buscar tener la razón siempre

Querer tener sienmpre la razón supone un esfuerzo muy gran, en cambio la paz interior y el bienestar emocional es un trabajo intimo y más fácil, no se trata de olvidarnos por completo de lo que sucede y no luchar por lo que qurermos, sino que saber darle prioridad a lo que podemos cambiar sin insistir en tener simepre la razón nos puede ayudar a encontrar la paz de manera más fácil.

Llevar un estilo de vida saludable va más allá de la salud física y social, también es importante la salud mental individual. Esta se puede fortalecer a través de actividades que llenen de plenitud a las personas, lo que se traduce en tener paz.

A su vez, buscar la manera de sobrellevar y dejar de lado los distintos conflictos que tienes con otras personas y practicar el perdón en tu entorno, servirá para librarse del rencor y de sensaciones negativas que pongan en tela de juicio tu felicidad.

Las personas pueden desarrollar diferentes recursos para lograr su estado de bienestar y paz mental. Esto puede ser involucrándose en actividades que lo apasionen profundamente y que encuentre un lugar donde se sienta bien y sienta que es el mejor, sin necesidad que tenga una contribución económica por hacerlo, debido a que la paz y la felicidad en conjunto con la práctica del perdón es más satisfactoria que buscar tener la razón.

El papel de la confianza

En la sociedad es primordial construir medios para que la confianza pueda establecerse en la acción. Cuando las relaciones se entornan de desconfianza, comienza a surgir la dualidad amigo-enemigo. Lo más recomendable en los grupos es la construcción de la solidaridad.

Estos lazos de confianza se forman alrededor de los 3 años de edad, por lo que es necesario que los padres no depositen su furia en los niños y fomenten buenos espacios de socialización y crecimiento, que fomenten valores sociales como la democracia, donde el recurso de la violencia quede en un segundo plano.

La violencia no solamente se inculca en las familias, sino también, viene acompañada de manera implícita en distintas ideologías que tiene vigencia en la sociedad y el mundo entero.

El autoritarismo, por ejemplo, se caracteriza por el control de grupos pequeños bajo el terror. Esto hace que se vean mermados los deseos de superación y las aspiraciones individuales en la educación de los individuos, ya que hay un fuerte control de las masas. El concepto de libertad en este régimen es tergiversado por completo.

La confianza que debe generarse socialmente no debe ser agobiante, sino que debe ser una flexible red de interdependencia, porque de cierta medida todos necesitamos de todos y la convivencia nos ayudará a unir fuerzas ante adversas situaciones.

Dentro de cada diferencia debe haber un poco de encuentro para crear una sociedad y un ambiente armonioso. Lo importante en la actualidad, donde hay tantos desacuerdos políticos y guerras, será buscar y fortalecer los lazos de dependencia, llegando a un punto de encuentro entre ambos porque todas las partes estarán interesadas.

La paz cultural

En momentos de conflictos no solamente es crucial comprender la causa del problema para darle solución y comprender los puntos de vista de cada uno. En cada situación de conflicto es necesario que exista un mediador si no es posible resolverlo por ambos medios. El mediador ayudará a fijar quién tiene la razón y proporcionar la mejor solución que pueda llegar a satisfacer las necesidades.

Hay métodos pacíficos que ayudarán a darle solución a los problemas que se centran en la actuación cooperativa de las partes para alcanzar la resolución, que ambas se beneficien con la solución y finalmente, a la solución a la que lleguen podrá poner punto final a la controversia una vez cumplidos los intereses. Estos métodos se basan en que deben asumir responsabilidades y participar activamente para solucionar lo que los aqueja.

El papel del mediador muchas veces es fundamental.

Este debe tener como características no tener juicios, aplicar estrategias que ayuden a fortalecer la comunicación en las partes, decisión sobre el acuerdo y punto de encuentro, tomar control de la situación, ser objetivo y buscar de que la solución no venga de él mismo, sino que venga de las partes en conflicto.

Este debe ser lo suficientemente empático para menguar en ambiente tenso donde se está desenvolviendo. Además, debe fomentar una actitud colaborativa que provenga de él y que se propague al conflicto. A su vez, debe ser capaz de establecer las normas de convivencia al momento de confrontar ideas.

Esto ayudará a que el problema se vea desde diferentes aristas y tener una realidad más completa. La resolución de conflictos y el papel del mediador tiene su base científica y está apegado a distintas perspectivas. Sea cual sea de la que se apoye el mediador, sin duda ayudará a la construcción de una cultura de paz.

El bienestar y la paz mental

El bienestar tiene que ver con la sensación de que todo ha ido bien y que vale la pena lo que uno está haciendo.

La paz se asocia con llevar una vida plena que está compuesta por emociones positivas, un estilo de vida que tenga una base en el placer y la búsqueda de muchos momentos que generen felicidad y goce.

Esto se logra con el compromiso individual de disfrutar de lo que hacemos, reconociendo fortalezas y dejándose llevar por el proceso. También está asociada con la interpretación de los acontecimientos externos, como, por ejemplo, ver el fracaso como aprendizaje ante la situación y no insistir en tener siempre la razón.

Sin embargo, la sensación de bienestar y felicidad es muy subjetiva en consonancia con la cultura. Además, hay personas que expresan estar satisfechas con su vida, pero no implica que estén felices con la misma, por lo que deberá haber algo que correlacione esto y es punto de partida para otras investigaciones.

Un estudio realizado, determinó que aquellas personas que perdonan más fácilmente tiene menos estrés y problemas de salud, alejándose consecuentemente de enfermedades cardiovasculares.

Estas personas que perdonan con más facilidad suelen ser de edades avanzadas que no aquejan ninguna patología o alguna rigidez cognitiva, por lo que se sienten bien en cuando a lo que hicieron por el resto de su vida y lo que están haciendo en el presente.

Todo lo que mueva al individuo y lo apasione contribuirá con su bienestar y con su felicidad, por lo tanto, el perdón este enmarcado en ellos como parte de su estilo de vida.

La racionalidad y el querer tener siempre la razón

Algunas personas tienen la sabiduría suficiente de poder ver las distintas circunstancias de manera clara y de proyectar la consecuencia de sus acciones, en consecuencia, son capaces de tener una actuación pertinente asumiendo la consecuencia de sus actos, se dan cuenta cuando ya no es necesario insistir en tener la razón a fuerza.

Sin embargo, la racionalidad muchas veces está lejos de una conducta concreta. Muchas veces para que las personas interactúen en racionalidad deberán tener una visión similar de las cosas y su relación.

La racionalidad no es más que todas aquellas actividades adaptativas individuales y en grupos, que permiten satisfacer las demandas del entorno. Muchas veces el interés individual está fuertemente enmarcado, generando conflicto con el interés grupal, lo que lleva a que deben de actuar con racionalidad y se provoquen conflictos difíciles de resolver.

Vale concluir que la mejor manera de llevar una vida sana, libre de estrés y en consonancia con una buena salud física, no solo radica en identificarnos con lo que hacemos y las ganancias que tenemos de nuestros trabajos.

El ambiente en el que nos desenvolvemos es propicio también para alcanzar la sensación de plenitud y paz interior, por lo que hay que buscar la racionalidad de los diferentes asuntos para lograr contrastar los diferentes puntos de vista.

Esto va llevado de la mano con la práctica del perdón, ya que un ambiente lleno de paz nos dará como resultado tener bienestar.

El perdón siempre debe estar bajo puntos de acuerdos, no solamente es ceder para dejarle toda la razón al otro, puesto que nosotros también tenemos situaciones que nos aquejan y nos desestabilizan, que deben ser cambiadas.

La paz es algo que se debe construir desde la individualidad y así contagiar a otros con la misma sensación. Seguro que desde el puesto que cada uno tome y asuma, será de gran ayuda y utilidad para una sociedad libre de conflictos y de guerra.

Sin embargo, conflictos siempre habrá, pero también hay personas con la capacidad de mediar entre ellos y se debe tener la suficiente sabiduría para llegar a un punto de encuentro sin rencor y con la convicción de que seguiremos llevando una vida plena, sin pretender tener siempre la razón, ya que eso nos cuesta la paz.

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