La persona celosa e insegura y sus consecuencias en la relación de pareja

Conflictos en la relación de pareja causados por una persona celosa

Uno de los principales factores que determinan el sabotaje de una relación es la inseguridad que se manifiesta a través de los celos, el control, los conflictos y la incapacidad de perdonar. La persona celosa e insegura puede llevar una relación de pareja al abismo, sin poder ser capaz de reconocer sus acciones.

Muy a menudo, las relaciones emocionales de una persona evolucionan y terminan de una manera similar y cíclica debido a algunos comportamientos que la persona celosa implementa de manera recurrente siguiendo creencias erróneas acerca de sí misma y de otros.

Por ejemplo, cuando una persona está convencida de que no es digna de ser amada, tiene miedo de ser traicionada, tiene miedo de ser abandonada, está constantemente buscando pruebas de confianza y demostraciones de amor en la pareja que pueden ser excesivas.

Cuando una persona se acerca a una nueva relación a partir de estas creencias, manipula la relación, causando que falle. Este mecanismo se llama «profecía autocumplida«. En verdad, el éxito de una relación depende de superar las propias inseguridades, permanecer con lo que sucede aquí y ahora, para evitar poner en práctica actitudes capaces de socavar la relación más allá de modelos de comunicación insanos.

Consecuencias de los celos y la inseguridad en la pareja

Es importante no dejar que el dolor o las decepciones del pasado, las traiciones vinculadas a las viejas relaciones se impongan y condicionen nuevas relaciones sanas.

Los celos

Los celos se manifiestan cuando una persona se siente amenazada por un rival, real o imaginario, e induce a actuar de una manera posesiva y defensiva para proteger una relación que se siente significativa; sospechar todo el tiempo es agotador, ya que las amenazas se percibirán en todas partes. La base para una relación de pareja es la confianza.

Si no es posible confiar en el compañero, obviamente hay un problema fundamental que no concierne directamente al otro. Los celos deben enfrentarse a través de una comparación saludable, de lo contrario, la relación no podrá continuar por mucho tiempo.

La inseguridad

Los frecuentes conflictos causados ​​por la inseguridad y la incapacidad de la persona celosa para confiar en la pareja desestabilizan la relación emocional y afectan negativamente la intimidad de la pareja; esto especialmente cuando los desacuerdos dan lugar a disputas en las que dos compañeros terminan luchando entre sí para estar en lo correcto en lugar de negociar una posición de beneficio mutuo.

Ciertamente, una pareja no está exenta de desacuerdos y escaramuzas, sino que evoluciona solo si ambos pueden participar en una discusión de adultos, sin resentimiento y sin que nadie asuma una posición de defensa, ataque o cierre hacia el otro.

Un plan a largo plazo corre el riesgo de romperse bajo el peso del resentimiento; Esta es la razón por la cual el perdón es crucial para ir más allá del dolor personal y para tomar una parte de la responsabilidad en el conflicto. Obviamente, el perdón no implica aceptar injusticias y hechos graves como el abuso psicológico y físico, pero en la mayoría de las situaciones de conflicto es la única estrategia que permite a una pareja avanzar.

Una relación desequilibrada

El objetivo de la pareja es crear un entorno seguro y cómodo para el crecimiento personal de ambas partes. Si en una relación sientes que tienes razón sin siquiera cuestionarte a ti mismo asumiendo el papel del otro, siempre teniendo que tener la última palabra, tener que conducir en lugar de confiar en la pareja significa que la relación es demasiado desequilibrada y es bueno saber que estas actitudes pueden contribuir enormemente al fracaso de la relación de pareja.

Es útil identificar buenas razones por las que puedes estar dispuesto a darle más espacio a tu pareja, más espacio para moverse e incluso cometer errores. Una relación equilibrada se basa en la confianza en la capacidad de los demás.

La inseguridad lleva a las personas celosas a mantener el control sobre la relación y la pareja; a veces con la justificación de ser simplemente perfeccionistas o simplemente tratar de enseñarles a ser mejores. En realidad, la contraparte se sentirá disminuida, devaluada, criticada. El objetivo de una relación es la aceptación mutua, permitiendo que el otro sea él mismo. Se trata de reunir dos mundos y formas de ver las cosas a través de la negociación.

La necesidad de controlar cada situación, la inflexibilidad y la renuencia a negociar son índices de inseguridad. En una relación funcional hay cosas que una persona puede hacer y otras no, por lo tanto, el apoyo mutuo es fundamental, la delegación de ciertas funciones para las que una parte es más capacitada que la otra (administración de la casa, cuentas, pequeños trabajos de mantenimiento …).

Una relación asfixiante

La extrema necesidad de control puede dar a la persona la sensación de estar segura, de poder prevenir situaciones temidas como la traición o el abandono; en realidad, es precisamente el control estricto y la ansiedad anticipada lo que a menudo lleva a la otra parte a querer escapar de la relación.

Si una persona está en una relación en la que no se le confía o se le califica de traidor sin ninguna razón, en algún momento, inevitablemente se cansará de vivir una relación basada en amenazas y comenzará a buscar en otra parte.

El control extremo, implementado para evitar lidiar con vulnerabilidades y temores, eventualmente llevará a lograr exactamente lo que estamos tratando de evitar: el fracaso de la relación. La necesidad de control no implica necesariamente que la persona esté tratando de protegerse del miedo a experimentar el abandono nuevamente, sino también exactamente lo contrario; el control también es una estrategia con la cual eliminar inconscientemente a un compañero para evitar una relación estable y permanente.

En este caso, es bueno explorar el significado que la persona tiene de una pareja fija y las consecuencias que imagina que sucederá y que teme cuando se compromete seriamente.

Los celos en una relación de amor son como la sal en la comida: un poco puede mejorar su sabor, pero el exceso puede arruinar el placer del plato. Sobre todo cuando los celos son enfermizos.

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