Los matrimonios malos pueden ser enfermizos. Realmente no hace falta convencer a la mayoría de las personas sobre esto, pero para los que aún no están convencidos, hay varias décadas de estudios que ofrecen muchas pruebas. Aun así, todavía se sabe muy poco acerca de cómo la calidad de un matrimonio afecta la salud.
La mala calidad marital se ha relacionado repetidamente con los problemas de salud de los cónyuges, con alteraciones en los sistemas fisiológicos de respuesta al estrés, como el eje hipotalámico-hipofisario-adrenocortical (HPA), como un mecanismo putativo. Fam Process. 2013 Sep; 52(3): 555–569.
Un matrimonio infeliz y el cortisol
¿Las peleas, los insultos y la negligencia, y todos los demás signos de infelicidad matrimonial, se meten en nuestra piel y desencadenan dolencias físicas? ¿O será que la calidez, la confianza, la comprensión y la apreciación producen algún cambio biológico hacia el bienestar? ¿O ambos?
Los expertos en relaciones se han enfocado recientemente acerca de las creencias que tienen las parejas conyugales sobre su matrimonio, específicamente la creencia de una persona de que su pareja lo comprende y se preocupa por ella.
Ya sea cierto o no, esta creencia, esta percepción de que una pareja es receptiva y reciproca el amor y el aprecio de uno, se asocia con la satisfacción e intimidad en los matrimonios. ¿Podría también estar relacionado con la salud física?
Esa es la pregunta que un equipo de investigación de la Universidad Estatal de Wayne, en Estados Unidos, ha estado explorando en su trabajo. Dado que la percepción de reciprocidad es tan importante para la satisfacción conyugal, el equipo se preguntó si estas creencias también podrían tener un impacto positivo en la salud y la longevidad a través de alguna vía biológica.
La vía biológica a la que se enfocaron para este estudio es el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal, o HPA, y la hormona cortisol.
¿Cómo actúa el cortisol?
El cortisol es ubicuo. Está presente en casi todas las células del cuerpo humano y desempeña un papel en el aprendizaje, la memoria y la excitación. También ayuda a regular el sistema inmune. En una persona sana, hay picos de cortisol poco después de despertarse, que posteriormente disminuyen todo el día, llegando a lo más bajo a la hora de acostarse.
Esto se llama una pendiente pronunciada de cortisol. Una pendiente más plana, a menudo con un pico matutino mucho más pequeño, se asocia con una peor salud física, incluido el riesgo de diabetes, aterosclerosis y la mortalidad.
Las experiencias aversivas de la infancia y el conflicto social se han relacionado con pendientes planas de cortisol, pero la hormona nunca se ha estudiado en relación con las relaciones románticas en adultos.
Eso es lo que los investigadores decidieron hacer. Querían observar si la capacidad de reciprocidad percibida de la pareja está relacionada con pendientes más pronunciadas, es decir, más saludables, de cortisol a varios años del matrimonio.
Lo que indicaron los estudios
Utilizaron datos de un estudio longitudinal en curso llamado Midlife in the United States Project, que se centró en un grupo de aproximadamente 1000 adultos, hombres y mujeres casados o que cohabitaban, que fueron estudiados tanto en 1995-1996 como en 2004-2006.
La mayoría permaneció con su pareja original durante el tiempo del estudio, aunque un pequeño grupo se divorció, se separó o enviudó y, en algunos casos, se volvieron a casar.
Los científicos evaluaron a los participantes, en ambos momentos, enfocándose en sus percepciones de reciprocidad de sus compañeros: cuánto se preocupaban por ellos, si entendían cómo se sentían acerca de las cosas y si los apreciaban. También calcularon una puntuación de riesgo marital para cada persona.
¿Estaba el matrimonio en tensión, en riesgo de terminar? Hicieron esto para poder ver si la respuesta de la pareja predecía patrones de cortisol por encima y más allá de los aspectos negativos de la relación.
También evaluaron el control de otras cosas que podrían afectar los resultados: cuán agradables eran los sujetos, cuán deprimidos, cuán negativos o positivos eran sus emociones en general.
Luego, finalmente, en 2004-2006, tomaron muestras de saliva de los participantes, durante el transcurso del día durante varios días, que analizaron para determinar la concentración de cortisol. ¿Podría ser que creer en nuestra pareja desde el principio, afectaría el cortisol, un importante indicador de salud, una década más tarde?
Y la respuesta es sí, como informan los científicos. El nivel de reciprocidad percibido se asoció con una pendiente de cortisol más pronunciada y un mayor nivel de cortisol al momento de despertar. Es importante destacar que este vínculo entre la reciprocidad y el cortisol saludable fue impulsado, al menos en parte, por la disminución de las emociones negativas.
En otras palabras, creer que le importas a tu pareja, esta percepción conduce a una disminución de las emociones negativas, lo que a su vez afecta al cortisol, y finalmente a la salud.
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- Rodriguez, A. J., & Margolin, G. (2013). Wives’ and husbands’ cortisol reactivity to proximal and distal dimensions of couple conflict. Family process, 52(3), 555–569. https://doi.org/10.1111/famp.12037
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