Maria Montessori | Biografía de la reconocida pedagoga y activista

Biografía de Maria Montessori

Maria Montessori, (1870-1952) nació en Chiaravalle, Italia, hija de padres educados pero pobres. En la Italia conservadora de finales del siglo XIX, logró convertirse en la primera doctora de su país.

Biografía de María Montessori

Maria Thecla Artemisia Montessori nació el 31 de agosto de 1870 en Chiaravalle, Italia. En 1896 se graduó de la Facultad de Medicina de la Universidad de Roma con las especializaciones de Pediatra y Psiquiatra, teniendo ya experiencia clínica durante sus estudios con niños con retraso mental.

Continúa sus estudios de Filosofía, Psicología y Educación, lo que la lleva a la conclusión de que la pedagogía debe colaborar con la medicina para tratar a los niños con retraso mental. En 1907 se inauguró el primer «Hogar de Niños» (Casa dei bambini) donde aplica su método a niños jóvenes «típicamente desarrollados», empobrecidos y abandonados, sin modales ni educación.

La mayor señal del éxito de un profesor es poder decir: ahora trabajan como si yo no existiera.

María Montessori

Dentro de este hogar se ponía especial énfasis en los medios de enseñanza, supervisores autoiniciados y preparados para hacer que las lecciones se entiendan a través de los sentidos. En poco tiempo estos niños se convertían en criaturas educadas, ordenadas y limpias que aprendieron por sí mismos a escribir y leer, cuidar su espacio y trabajar tranquilamente. Incluso los niños con un índice intelectual bajo, gracias al método Montessori, ingresan lentamente a las clases regulares de la escuela.

En 1922 Montessori se convirtió en inspectora gubernamental de escuelas en Italia y en 1934 abandonó su país a causa del gobierno fascista de Mussolini. En 1939 partió a la India y permaneció durante toda la Segunda Guerra Mundial, instalándose en 1949 en los Países Bajos, donde en 1952, a los 81 años, murió de un derrame cerebral, dejando como digno sucesor de su trabajo a su hijo Mario.

¿Cómo funciona el método Montessori?

El método Montessori tiene como objetivo ayudar al niño a desarrollarse intelectual y moralmente hasta convertirse en un adulto equilibrado que se sienta cómodo tanto consigo mismo como con la sociedad en la que vive y con la humanidad en su conjunto.

Así, la independencia, la libertad con límites y el respeto por el desarrollo natural del niño —el tríptico del sistema educativo Montessori— llevarán al niño a ser una persona competente que tendrá autodisciplina, autoconcentración, sabrá cooperar y tomar iniciativas, que deben ser respetadas y expresadas con honestidad. Ella enfatizó, después de todo, que «una persona competente es igual a una persona feliz».

Montessori dedicó su vida a los niños y su método es reconocido internacionalmente. Cabe destacar que fue nominado tres veces al Premio Nobel de la Paz.

El entorno Montessori se logra construir con el uso de materiales y juguetes educativos, pero también con la construcción de las casas de los niños.
Los maestros deben actuar como quienes estructuran el entorno de los niños para brindar más oportunidades de aprendizaje. Aquí los niños muy pequeños no se ven obligados a vivir en espacios construidos por y para adultos, sino en espacios amables y agradables, donde hasta los objetos que manipulan respetan sus dimensiones.

Hoy en día podemos encontrar la influencia de Montessori (a) en un conjunto de prioridades pedagógicas que ella también contribuyó a emerger, y (b) en la tradición puramente «Montessori» de las escuelas homónimas.

Las «Aulas Abiertas».

Montessori contribuyó al argumento de las «aulas abiertas» y la educación «al aire libre». El aula, el propio edificio de la escuela, choca con la naturaleza del niño.
El uso de los materiales Montessori se puede realizar fuera de las puertas de la institución escolar, en el ambiente diseñado para lograr un aprendizaje (estructurado). Sería beneficioso sustituirlos por espacios que se adapten a las dimensiones del cuerpo del niño, como el «Hogar de los niños» (Casa dei bambini).