9 estrategias para desarrollar habilidades de afrontamiento en niños con ansiedad

Entrenando habilidades para manejar la ansiedad en niños

Existen algunas estrategias y habilidades que los niños con ansiedad pueden explorar, con la finalidad de poder canalizar el estrés que les produce la ansiedad infantil y el sentirse agobiados por esa sensación de ansiedad.

Aprende a manejar los síntomas de ansiedad en los niños con estos sencillos consejos para ayudar a tu hijo a sobrellevar su ansiedad.

Cuando los niños sufren ansiedad crónica, es natural que los padres busquen estrategias para solucionar o detener la ansiedad. Es muy difícil para los padres ver a un niño pequeño sufrir ansiedad, y muchos padres que tienen buenas intenciones, sin saberlo, empeoran este problema al intentar proteger a sus hijos de experimentar emociones negativas.

El objetivo del tratamiento para la ansiedad es ayudar a los niños a aprender a manejar sus respuestas emocionales a sus desencadenantes. Evitar los desencadenantes no ayudará a los niños a aprender a enfrentarlos, y además no todos los desencadenantes pueden ser evitados. De hecho, aunque la evitación podría ayudar a los niños a sentirse mejor a corto plazo, puede amplificar los temores con el tiempo. Los niños necesitan aprender a tolerar sus sentimientos de ansiedad y desarrollar estrategias de afrontamiento para manejarla.

Todos los niños son diferentes y lo que funciona bien para un niño podría no funcionar para otro. Aprender a manejar los síntomas de ansiedad y hacer frente a los desencadenantes requiere tiempo y práctica. Los padres pueden ayudar a sus hijos probando algunas de estas estrategias en casa.

Practica estrategias de relajación

Los niños con ansiedad necesitan aprender a regular sus respuestas emocionales y físicas (estas se entrelazan) cuando entran en modo de lucha o huida. Aquí hay algunas técnicas que pueden ayudar:

  • Respiración profunda: Enseñarles a tus hijos sobre la “respiración arcoíris”, que es respirar lentamente y pensar en cosas que les gusten y que puedan relacionar con cada color, les ayuda a disminuir su ritmo cardíaco y relajar sus músculos. Practica esta estrategia cuando estés tranquilo para aumentar su efectividad cuando estés ansioso.
  • Relajación muscular progresiva: la mayoría de los niños tensan sus músculos cuando se sienten ansiosos. Muchos incluso aguantan la respiración. Un simple proceso de dos pasos ayuda a los niños a aprender a usar sus músculos para aliviar el estrés físico que experimentan cuando están ansiosos. 1) Tensa un grupo muscular específico (por ejemplo, brazos y manos o cuello y hombros) y mantenlos presionados durante cinco segundos y 2) libera el grupo muscular y observa cómo te sientes. Trabájalo de pies a cabeza para comprender mejor todos los músculos afectados por la ansiedad. Con práctica, los niños pueden aprender a hacer esto en la escuela.
  • Crea un kit de relajación: llena una caja con actividades relajantes elegidas por tu hijo y crea un centro de relajación en algún lugar de tu hogar. Este puede incluir música, libros para colorear, juguetes inquietos, un mini cajón de arena, arcilla, libros y animales de peluche.

Afrontar la ansiedad escribiendo

Escribir sobre las preocupaciones ayuda a los niños a aprender a expresar sus sentimientos de ansiedad. Los niños ansiosos tienden a internalizar sus pensamientos ansiosos por largos períodos de tiempo. A menudo, no quieren que otros carguen con sus preocupaciones. Dedicar tiempo a expresar esos sentimientos durante quince minutos cada día ayuda a los niños a aprender a superar sus preocupaciones. Intenta hacer uno de estos ejercicios a la misma hora todos los días (una hora antes de acostarse es un buen momento ya que la ansiedad tiende a aumentar por la noche):

  • Escribir y arrancar: haz que tu hijo escriba o dibuje sus preocupaciones en un trozo de papel, las lea y luego las arranque y las tire por la noche. Esto ayuda a los niños a expresar sus preocupaciones en voz alta y dejarlas ir.
  • Diario de preocupaciones: escribir un diario de preocupaciones ayuda a los niños a ver cómo sus pensamientos ansiosos mejoran con el tiempo. Escribir las preocupaciones del día seguidas de un pensamiento positivo ayuda a romper el ciclo del pensamiento negativo que puede exacerbar la ansiedad.
  • Caja de preocupaciones: esta es una gran herramienta para usar antes de acostarse. Haz que tu hijo decore una vieja caja de pañuelos con sus cosas favoritas o cúbrela con pegatinas. Ayúdalos a escribir sus preocupaciones del día y colóquenlas en la caja una por una, después de que las compartan contigo. Lleva la caja a tu habitación por la noche y ofrécete a guardarla para ellos.

Confrontamiento

Cuando los niños aprenden que tienen el poder de responderle a sus cerebros preocupados, se sienten capacitados para hacer frente a los factores estresantes que producen ansiedad. Enséñale a tu hijo que los pensamientos ansiosos nos hacen sentir impotentes, esforzarse para poder responder a los pensamientos ansiosos nos da control sobre la situación.

  1. Hacerles saber quién manda: haz que tu hijo se diga a sí mismo esta frase constantemente: “¡Mis preocupaciones no me van a controlar! ¡Sé que soy capaz de manejar esto!”. Ayuda a tu hijo a crear guiones específicos para hacerle batalla a ciertos desencadenantes.
  2. Detener los pensamientos: cuando los pensamientos intrusivos abruman a los niños, entran en modo de lucha o huida. Enséñale a tu hijo a detener los pensamientos de ansiedad antes de que empeoren. Esta técnica interrumpe el ciclo de pensamiento ansioso.
  3. Crear un personaje: Una cosa que ayuda a los niños pequeños es crear un personaje para representar la ansiedad. Es más fácil responder a un personaje que pueden visualizar en el momento.
  4. La ansiedad infantil puede ser abrumadora tanto para el niño como para los padres, pero es tratable. Si la ansiedad de tu hijo es generalizada y afecta negativamente su capacidad para dormir, asistir a la escuela y otras áreas de su vida, busca una evaluación de un profesional de la salud mental con licencia.

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  1. Rapp, A., Dodds, A., Walkup, J. T., & Rynn, M. (2013). Treatment of pediatric anxiety disorders. Annals of the New York Academy of Sciences1304, 52–61. https://doi.org/10.1111/nyas.12318
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