Muchos son los factores que pueden influir en el deterioro cognitivo, siendo la más conocida la edad avanzada, sin embargo, existen múltiples causas para esta afección mental, para ello es fundamental poder diagnosticar el deterioro cognitivo leve y tomar las medidas más convenientes.
¿Qué es el deterioro cognitivo?
El deterioro cognitivo está representado por cambios cognitivos no justificados específicamente por la edad de la persona, sino que se presentan como consecuencia de alguna condición médica, en ocasiones relacionada con el Alzheimer y en otras no.
Este tipo de trastorno o síndrome, establecido como una disminución mantenida de las funciones cognitivas, no suficientemente severa como para considerarla una demencia, puede afectar diferentes capacidades cognitivas como la memoria, el lenguaje, la atención y la capacidad de razonar; en este sentido, la persona puede seguir siendo independiente para desarrollar sus actividades cotidianas al no experimentar alteradamente confusión o desorientación.
El deterioro cognitivo leve puede tener sus causas en diferentes condiciones médicas, algunas de ellas pueden ser:
- Efectos secundarios de alguna medicación, considerando que sólo retirándose, conduce al mejoramiento del estado cognitivo.
- En el contexto de un trastorno depresivo, donde se hace presente un deterioro cognitivo leve acusado de problemas de memoria y concentración.
- Como manifestación de distintos tratamientos médicos, pudiendo nombrar las alteraciones hormonales, las enfermedades infecciosas, las alteraciones cerebrovasculares, deficiencia de vitaminas, entre otras.
- En estado previo al desarrollo de una demencia mayor o de la enfermedad de Alzheimer donde los síntomas irán en aumento de forma irreversible.
Instrumentos para evaluar el deterioro cognitivo
La detección a tiempo es indispensable para enfrentar los síntomas del deterioro cognitivo con mayor efectividad y sus comorbilidades asociadas, sobre todo porque gran parte de las personas, tienen la posibilidad de evolucionar hacia una enfermedad neurodegenerativa.
Todo el procedimiento que conlleva la evaluación, apuntando al diagnóstico del trastorno, se basa en los siguientes pilares básicos:
- La realización de una historia clínica detallada, resaltando criterios cualitativos y el perfil de afectación de las funciones cognitivas.
- Entrevista con familiares para una mayor consistencia en la valoración.
- Evaluación del estado cognitivo mediante pruebas psicométricas validadas y acordes a la población que le corresponde al paciente.
- Evaluación del estado funcional.
- Evaluación de síntomas neuropsiquiátricos que permitan diferenciar de otros trastornos.
- Exploración física y neurológica general y exploraciones complementarias.
Pruebas neuropsicológicas
Las pruebas neuropsicológicas son de gran utilidad para verificar los criterios diagnósticos y valorar la evolución del trastorno.
Lo ideal de estas pruebas es que incluyan preguntas o tareas que valoren además de la memoria, la atención, el lenguaje, la navegación espacial, las funciones ejecutivas, motoras y visuoespaciales, entre otras.
A su vez, el profesional debe administrar las pruebas adecuadas en función de su experiencia, capacitación y conocimiento, teniendo en cuenta los antecedentes del paciente, síntomas que se observen en la evaluación, posibles diagnósticos y el motivo por el cual ha sido derivada el persona a la consulta.
Pruebas más usadas para determinar el deterioro cognitivo
Entre las pruebas y baterías más utilizadas se pueden mencionar:
- Mini-Mental State Examination.
- Evaluación cognitiva de Montreal.
- Mini-Cog.
- Test de los siete minutos.
- Short Portable Mental Status Questionnaire (SPMSQ).
- Test del reloj.
- Prueba cognitiva de Leganés.
- Memory Impairment Screen de Buschke (MIS).
- Eurotest.
- Test de las fotos.
¿Cómo diagnosticar el deterioro cognitivo leve?
Estableciendo que el deterioro cognitivo consiste en la presencia de déficits cognitivos mayores, que no llegan a cumplir los criterios para considerarlo una demencia, y está diferenciado de los síntomas de un envejecimiento normal; para llegar a diagnosticar el deterioro cognitivo, se hace necesario tener en cuenta como criterios la aparición de los siguientes síntomas, durante un periodo no menor a 6 meses:
- Quejas subjetivas de memoria que evidencien un declive cognitivo moderado comparado con el nivel previo de rendimiento de la persona.
- Que dichas quejas sean informadas por fuentes fiables, que incluya al propio paciente, un familiar, amigo cercano o el mismo clínico, como constancia de declive significativo en sus funciones cognitivas.
- Deterioro cognitivo en uno o más dominios cognitivos (atención, aprendizaje, memoria, lenguaje, habilidad perceptual motora o cognición social), documentado por un test neuropsicológico estandarizado o una evaluación clínica cuantitativa.
- Actividades de la vida diaria preservadas (aunque con posibilidad de dificultades en las actividades más complejas).
- Los déficits cognitivos no ocurren en por otros trastornos como trastorno depresivo mayor, la demencia o la esquizofrenia.
De manera general, las manifestaciones del deterioro cognitivo pueden ser detectadas por los familiares o amigos más cercanos, aunque en la mayoría de los casos no llamen demasiado la atención.
Lo importante es que al advertir empeoramiento en los signos iniciales, con repetidos olvidos de cosas que usualmente la persona recordaría, u otras señales de alerta, lo mejor es acudir de inmediato al médico, para que se realicen pruebas que permitan distinguir a qué tipo de trastorno se asocian los síntomas, y poder definir el tratamiento o recomendaciones que vengan al caso.
- De la Vega, R. y Zambrano, A. (2018). Deterioro cognitivo leve. Recuperado de: https://www.hipocampo.org/mci.asp.
- González R. (2017) Cómo realizar una valoración en deterioro cognitivo. Recuperado de: https://www.estimulacioncognitiva.info/2017/11/08/cómo-realizar-una-valoracion-en-deterioro-cognitivo-3º-paso-evaluación-cognitiva/
- Claver M. (2008). Instrumentos de valoración en el deterioro cognitivo leve. Recuperado de: https://www.viguera.com/sepg/pdf/revista/0000/0000_09_16.pdf
Muy claro, muy buen artículo acerca de un tema candente en adultos de mediana edad. Gracias!