7 signos que te advierten que tienes niveles bajos de serotonina

Síntomas de la falta de serotonina

La serotonina es un neurotransmisor que se encarga de regular el estado de ánimo, el sueño, el apetito y otras funciones vitales.

Cuando los niveles de serotonina son bajos, se pueden producir una serie de síntomas que afectan a la salud física y mental.

Signos de baja serotonina en el cuerpo

En este artículo te explicamos cuáles son los 7 signos más comunes que te advierten que tienes niveles bajos de serotonina y qué puedes hacer para mejorarlos.

1. Depresión

La depresión es uno de los trastornos mentales más relacionados con la falta de serotonina. Esta sustancia ayuda a generar sensaciones de bienestar, felicidad y satisfacción.

Cuando hay un déficit de serotonina, se produce una alteración del humor que puede manifestarse como tristeza, desesperanza, culpa, irritabilidad o pérdida de interés por las cosas que antes se disfrutaban.

La depresión es una enfermedad grave que requiere tratamiento profesional y no debe confundirse con una simple bajada de ánimo.

2. Ansiedad

La ansiedad es otra consecuencia frecuente de la falta de serotonina. Esta sustancia también actúa como un regulador del estrés y la ansiedad, ayudando a mantener el equilibrio emocional y a controlar los miedos y las preocupaciones.

Cuando los niveles de serotonina son bajos, se puede experimentar una mayor sensibilidad al estrés, una dificultad para relajarse, nerviosismo, inquietud, temor o pánico. La ansiedad puede afectar a la calidad de vida y al rendimiento en el trabajo, el estudio o las relaciones sociales.

3. Insomnio

El sueño es una función vital que se ve afectada por la serotonina. Esta sustancia participa en el ciclo circadiano, que regula los ritmos biológicos del organismo y determina cuándo nos sentimos somnolientos o despiertos.

La serotonina también influye en la producción de melatonina, la hormona del sueño. Cuando hay un déficit de serotonina, se puede alterar el ciclo del sueño y provocar insomnio, es decir, dificultad para conciliar o mantener el sueño durante la noche.

El insomnio puede causar cansancio, fatiga, falta de concentración o problemas de memoria.

4. Migrañas

Las migrañas son dolores de cabeza intensos y recurrentes que suelen ir acompañados de otros síntomas como náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz o al sonido o alteraciones visuales.

Las migrañas tienen un origen multifactorial, pero se ha demostrado que la falta de serotonina juega un papel importante en su aparición y mantenimiento. La serotonina interviene en la regulación del dolor y en la dilatación o contracción de los vasos sanguíneos cerebrales.

Cuando hay un déficit de serotonina, se produce una mayor sensibilidad al dolor y una mayor tendencia a sufrir migrañas.

5. Apetito descontrolado

El apetito es otro aspecto que se ve influenciado por la serotonina. Esta sustancia ayuda a controlar el hambre y la saciedad, así como las preferencias alimentarias.

Cuando los niveles de serotonina son bajos, se puede tener un apetito descontrolado, especialmente por alimentos ricos en azúcar o carbohidratos refinados.

Estos alimentos pueden aumentar temporalmente los niveles de serotonina, pero también pueden provocar un efecto rebote que los disminuye aún más. El apetito descontrolado puede conducir al sobrepeso u obesidad y a otros problemas de salud asociados.

6. Baja libido

La libido o deseo sexual también depende en gran medida de la serotonina. Esta sustancia está implicada en la excitación sexual y en el orgasmo, tanto en hombres como en mujeres.

Cuando hay un déficit de serotonina, se puede producir una disminución del deseo sexual o una dificultad para alcanzar el clímax. La baja libido puede afectar a la autoestima y a la calidad de las relaciones de pareja.

7. Fibromialgia

La fibromialgia es una enfermedad crónica que se caracteriza por dolor generalizado, rigidez muscular, fatiga, trastornos del sueño y alteraciones emocionales.

La fibromialgia tiene una causa desconocida, pero se ha observado que las personas que la padecen tienen niveles bajos de serotonina. La serotonina está relacionada con la modulación del dolor y la inflamación, así como con el estado de ánimo y el sueño.

La falta de serotonina puede contribuir a la aparición y el mantenimiento de los síntomas de la fibromialgia.

¿Qué hacer para aumentar los niveles de serotonina?

Los niveles de serotonina pueden aumentar mediante diferentes estrategias, tanto naturales como farmacológicas. Algunas de las medidas que se pueden tomar para mejorar los niveles de serotonina son:

  • Llevar una alimentación equilibrada y variada, rica en alimentos que contienen triptófano, el aminoácido precursor de la serotonina. Algunos de estos alimentos son el pavo, el pollo, el pescado azul, los huevos, los lácteos, los frutos secos, las legumbres o el plátano.
  • Practicar ejercicio físico de forma regular, preferiblemente al aire libre y con luz natural. El ejercicio físico ayuda a liberar endorfinas, las hormonas del bienestar, que también estimulan la producción de serotonina.
  • Exponerse al sol con moderación y protección. La luz solar favorece la síntesis de vitamina D, que es necesaria para la producción de serotonina.
  • Realizar actividades placenteras y gratificantes, como leer, escuchar música, pintar, meditar o pasar tiempo con amigos o familiares. Estas actividades generan emociones positivas que aumentan los niveles de serotonina.
  • Evitar el consumo de alcohol, tabaco, cafeína u otras sustancias que pueden interferir con la producción o el funcionamiento de la serotonina.
  • Consultar con un profesional sanitario si se presentan síntomas de depresión, ansiedad u otros trastornos relacionados con la falta de serotonina. Existen tratamientos farmacológicos, como los antidepresivos inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), que pueden ayudar a restablecer el equilibrio químico del cerebro y mejorar el estado de ánimo y el bienestar.

La serotonina es un neurotransmisor esencial para la salud física y mental. Mantener unos niveles adecuados de serotonina puede prevenir o aliviar muchos problemas que afectan a la calidad de vida.

Por eso, es importante cuidar los hábitos que influyen en la producción y el funcionamiento de esta sustancia y consultar con un profesional si se sospecha que hay un déficit de serotonina.