La pérdida de memoria y concentración puede ser por esta disfunción de tiroides

Pérdida de memoria y disfunciones de tiroides

El hipotiroidismo es una condición en la que la glándula tiroides no produce suficiente hormona tiroidea, que es la encargada de regular el metabolismo y el crecimiento del cuerpo.

Esta hormona también influye en el funcionamiento del sistema nervioso, por lo que su deficiencia puede afectar a la memoria y las funciones cognitivas.

¿Cómo el hipotiroidismo afecta a la memoria y las funciones cognitivas?

Según un estudio publicado en la revista Thyroid, el hipotiroidismo puede causar alteraciones en la estructura y la actividad cerebral, que se traducen en dificultades para procesar la información, recordar hechos, concentrarse y resolver problemas.

Estos síntomas pueden confundirse con los de la depresión, ya que también se acompañan de otros como fatiga, letargo, somnolencia y falta de motivación.

¿Cómo se diagnostica y se trata el hipotiroidismo?

El diagnóstico del hipotiroidismo se basa en la medición de los niveles de hormona tiroidea (T4) y de hormona estimulante del tiroides (TSH) en la sangre. Si estos niveles están bajos, se confirma el hipotiroidismo.

El tratamiento consiste en la administración de hormona tiroidea sintética (levotiroxina), que sustituye a la que no produce el organismo. La dosis se ajusta según los resultados de los análisis periódicos.

¿Qué consejos se pueden seguir para mejorar la memoria y las funciones cognitivas en caso de hipotiroidismo?

Además de seguir el tratamiento médico, se recomienda adoptar hábitos saludables que favorezcan el bienestar físico y mental, como:

  • Llevar una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, cereales integrales, legumbres, pescado y frutos secos. Evitar el exceso de sal, azúcar, grasas saturadas y alcohol.
  • Practicar ejercicio físico moderado con regularidad, al menos 30 minutos al día, tres veces por semana. El ejercicio mejora el flujo sanguíneo al cerebro y ayuda a liberar endorfinas, que mejoran el ánimo.
  • Dormir bien, entre 7 y 8 horas diarias. El sueño es fundamental para consolidar la memoria y facilitar el aprendizaje.
  • Estimular la mente con actividades que requieran atención, memoria y razonamiento, como leer, escribir, hacer crucigramas, aprender idiomas o tocar un instrumento musical.
  • Mantener una vida social activa, relacionarse con familiares y amigos, participar en grupos o asociaciones. El contacto social previene el aislamiento y la depresión.