Qué es la demencia vascular y cómo puede afectarnos

Hombre que padece demencia vascular

Entendemos por demencia vascular, también llamada demencia multiinfarto, a la afección producida por una ineficiente irrigación sanguínea que puede llegar a dañar, y en el peor de los casos hasta matar, las células de algunas zonas del cerebro. Es precisamente este órgano el que posee una vasta red de vasos sanguíneos que lo hacen particularmente vulnerable a esta situación.

En el campo estadístico, la demencia vascular está considerada como uno de los tipos más comunes; ubicándose con una responsabilidad que va entre un 10%  y un  20%  de los estados de demencia; solo superada por patologías como la enfermedad de Alzheimer o la denominada demencia por Cuerpos de Lewy.

Causas que provocan demencia vascular

Este tipo de patología se produce por lo general, al estrecharse o bloquearse de manera total o parcial los vasos sanguíneos por los cuales la sangre llega al cerebro. Esto trae como consecuencia que el mismo se vea privado del oxigeno y los nutrientes que esta le lleva, ocasionando irremediablemente el daño o la muerte de las células cerebrales.

Ahora bien, esta patología raramente se desarrolla de un día para otro. Por lo general, puede venir antecedida de varios ictus pequeños que suelen pasar desapercibidos, pero que se van sucediendo a lo largo de cierto periodo de tiempo. En los casos más desafortunados, el ictus es de gran volumen y se produce en zonas muy delicadas.

Es importante aclarar que no todo los ictus terminan en demencia, pero en algunos casos ésta se desarrollará casi de forma inmediata o en los seis meses subsiguientes al episodio.

En casos extremos, se han evidenciado en pacientes una conjunción de patologías que involucra a la enfermedad de Alzheimer y a los daños vasculares. A estos casos se les denomina con el nombre de “demencia mixta”.

Factores que aumentan el riesgo de padecerla

En algunos casos de personas que sufren demencia vascular, han tenido antecedentes de afecciones previas que las han hechos propensas a padecer de la enfermedad.

Entre estas afecciones previas podemos nombrar las cardíacas, ictus menores, cuadros de hipertensión, diabetes en cualquiera de su tipología, colesterol alto o el tabaquismo.

Factores de riesgo fijos:

  • Padecimientos y enfermedades: presión arterial alta, enfermedad cardíaca, diabetes mellitus, colesterol elevado, obesidad.
  • Antecedentes familiares: al haber condiciones de demencia en la familia, se incrementan las posibilidades de padecer esta condición. Aunque existen personas que aun teniéndolos nunca lo padecen, y otros que no poseen estos antecedentes, y pueden presentar demencia vascular.

Factores de riesgo modificables:

  • Uso desmedido de sustancias alcohólicas: El alcoholismo, o el continuo abuso del alcohol (que no es lo mismo), pueden derivar a una demencia vascular. No obstante, estudios han arrojado que una dosis mesurada de vino tinto lograría tener un impacto protector.
  • Diabetes: Si no se mantiene vigilada esta enfermedad, lo que significa mantener los niveles de glucosa dentro de los valores normales para un diabético (80 mg/dl – 180 mg/dl) durante el día, se corre el riesgo de sufrir de demencia vascular con el paso del tiempo.
  • Fumar: El fumar también puede crear altas oportunidades de padecer demencia, además de eso, otras afecciones que afectan los vasos sanguíneos.

Sintomatología

Quienes sufren de este padecimiento comienzan a presentar problemas cognitivos como lo son el resquebrajamiento de la memoria, afasia, falta de  coordinación en los movimientos, incapacidad de reconocer distintos estímulos sensoriales como el sonido, olores, sabores e inclusive objetos y personas.

En la demencia vascular el inicio del proceso del deterioro de la memoria suele ser más brusco que en la enfermedad de Alzheimer. Si un infarto afecta la corteza cerebral, se notarán problemas de lenguaje, cálculos, memoria, etc.

Ahora bien, si la afectación es más difusa al ser producto de pequeños ictus; se manifestará en la lentitud para coordinar ideas, merma en la atención y dificultad para planificar o programar actividades.

Una característica de este padecimiento, es que el paciente puede permanecer estable durante un tiempo y bruscamente empeorar, o en ocasiones; alternar periodos estabilidad con crisis abruptas.

Según lo escrito anteriormente, la demencia vascular nos puede afectar en muchas formas como las siguientes:

Cambios a nivel intelectual:

  • Episodios de pérdida de memoria, que son encontrados por las personas a nuestro alrededor.
  • Entorpecimiento al momento de
  • Aprietos para encontrar solución a problemas o intentar razonar.
  • Conflicto para completar asignaciones difíciles.
  • Impedimento para ordenar y estructurar.
  • Dificultad con la combinación y la aplicación de movimientos.
  • Desorden mental y pérdida del sentido.

Cambios a nivel psicológico:

  • Alteraciones en el carácter de la persona.
  • Abatimiento.
  • Inquietud.
  • Conductas inapropiadas.
  • Paranoia
  • Perturbación.
  • Delirios.

Diagnóstico de la dolencia

El diagnóstico se realiza a través del estudio de la historia clínica, con la información que aporta el paciente o algún familiar sobre la sintomatología y su situación funcional. Esto se complemente con una exploración neurológica y neuropsicológica, tomografías, resonancias y otros estudios que evidencien alguna patología vascular cerebral.

Tratamientos para la enfermedad

En la actualidad no existen medicamentos disponibles que traten específicamente esta afección, pero algunos de los tratamientos empleados para controlar el Alzhéimer, pueden controlar los síntomas cognitivos como en el caso de la perdida de la memoria.

Los médicos, según sea el caso en particular, pudiesen igualmente prescribir algún tipo de inhibidor de la colinesterasa y de la memantina. Pero la forma más efectiva de evitar que la demencia vascular se agrave, es controlar en lo posible los factores de riesgo vascular; mediante la aplicación de tratamientos idóneos o cambios en el estilo de vida.

Prevención de la demencia vascular

Existen acciones que se pueden tomar, pero aún no hay ningún modo efectivo para prevenir la demencia vascular. Toma en cuenta acciones, como las siguientes:

  • Una mente activa, es una mente saludable. Las dinámicas que ponen a trabajar nuestra mente, tales como, escoger un libro de interés para leer, jugar juegos de palabras o de mesa.
  • Mantén tu cuerpo en funcionamiento y tu vida social activa. Tener relaciones de amistad, te benefician a minimizar los síntomas. Así como, hacer actividad física es de gran ayuda también.
  • No fumes o deja de fumar. Múltiples estudios han encontrado que fumar aumenta la posibilidad de enfermedades que perjudican a los vasos sanguíneos.
  • La vitamina D. Consume vitamina D en algunos alimentos o suplementos, así como también, la luz del sol. De esta forma, reducirás la posible presencia de algún tipo de demencia en el futuro.
  • Aliméntate de forma sana. Para disminuir los riesgos de esta afección, te recomendamos dietas ricas en ácidos grasos omega 3, vegetales, cereales, pescados,

De manera que, lo más aconsejable, es tener una alimentación saludable, manteniendo una vida activa, tanto en un nivel físico como interactuando con otras personas. Para quienes ya tienen esta condición, se recomienda que estén en un ambiente iluminado, positivo y placentero.

Además, es recomendable contar con una rutina que los estimule a recordar, acciones simples, tales como: tomar un baño, comer o alguna otra actividad física o intelectual antes de irse a dormir resultará beneficiosa.

Conforme a que la demencia avance, las actividades deben cambiar, deben ser más sencillas y estar distribuidas en partes más pequeñas, para poder tener un manejo adecuado de esta condición.

Aspectos significativos a tener en cuenta

  • La demencia vascular es producto de diversos derrames cerebrales.
  • Aunque el tratamiento ayuda, la enfermedad no tiene cura.
  • Se requiere de un diagnóstico médico producto de análisis de laboratorio y estudios de diagnóstico por imágenes.
  • Es de carácter crónico.
  • Se puede atenuar el progreso de la enfermedad, controlando las afecciones del corazón.

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