Los sueños | ¿Inspiración universal o expresión de las vivencias diarias?

Los sueños y su función onírica

Los sueños son vivencias intensas, agradables o desagradables, que podemos tener al dormir. Nadie sabe que los produce, pero muchos se han beneficiado de los mismos.

Los sueños son esas experiencias vividas que tenemos mientras estamos dormidos, por suerte a veces y otras por desgracia. En ocasiones nos despertamos y los revivimos, mientras que la mayoría de las veces no entendemos la razón de tales escenas o ni los recordamos. ¿Se trata de un recurso del universo para hacernos llegar un “mensaje del más allá”? ¿O es que simplemente nuestra mente hace sus propias anotaciones y saca sus conclusiones tridimensionales a todo color?

Muchas personas piensan que dormir es una pérdida de tiempo; Aristóteles entre ellas, quien dijo: “el sueño nos priva de la vigilia”. Pero, la realidad es que esta es una fase importante e insustituible de la existencia. Es una actividad que nos toma más del 60% de nuestras vidas, pero que no podemos eliminar sin alterar nuestra salud física y mental. Los sueños, por el contrario, pueden estar o no estar presentes, no son imprescindibles.

Es una creencia universal que todos soñamos y no una, sino varias veces a lo largo del período en que estamos dormidos. Pero, muchas personas son incapaces de recordar la experiencia, aunque otras pueden describirla con lujo de detalle. Todo depende de la fase del sueño durante la cual ocurre y del interés que genere el asunto. Lo importante es que estas vivencias no dependen para nada de nuestra voluntad y en las mismas intervienen por igual experiencias sensoriales y emocionales.     

¿Cuál es la función de los sueños?

Para el hombre primitivo, incapaz de entender este fenómeno, se trataba de una manifestación sobrenatural de lo divino. Los pueblos antiguos creían que en esos momentos el alma abandonaba su envoltorio físico y penetraba en un mundo espiritual. Incluso, en la actualidad, hay personas que los ven como viajes astrales. Desde siempre se ha considerado que los sueños constituyen una forma en la cual se comunica el inconsciente y, así, en ocasiones, adquieren un carácter premonitorio.

Artemidoro (Siglo II) escribió un manual sobre simbología onírica; esto permitía que cada persona hiciera una libre interpretación de sus propias experiencias: Así, el autor se adelantó a Sigmund Freud casi en dos milenios. En la Biblia encontramos que muchas veces Dios manifestó sus designios por esta vía, siendo tal vez el sueño de las vacas gordas el más popular de todos.

Y así llegamos al padre del psicoanálisis, quien tal vez enfatizó demasiado su aspecto libidinoso. No obstante, no podemos negar que la contribución de Freud al estudio de los fenómenos oníricos fue importante. En la historia hay numerosos ejemplos de personas cuyos sueños y su correcta interpretación, les permitieron alcanzar el éxito:

  • Friedrich Kekulé. Considerado el padre de la estructura química, este químico alemán trataba de determinar la fórmula de la molécula aromática más básica: benceno. Cuando propuso al anillo, una revolución para la época, le preguntaron la metodología para su determinación. Su respuesta fue que había soñado con una sierpe mordiéndose la cola.
  • Elías Howe. El inventor de la máquina de coser, intentaba hallar una forma de sujetar el hilo en la aguja. El sistema tradicional de la artesanía manual, con el hilo pasando por el extremo posterior, no le funcionaba. Una noche tuvo un sueño en el que unos nativos lo atacaban con lanzas y estas tenían un orificio en la punta. Al despertar decidió que este era el diseño que necesitaba.
  • Dimitri Mendeléyev. Se inspiró en una experiencia onírica para desarrollar la tabla periódica de los elementos químicos. Al despertar, escribió en una hoja de papel lo que había visualizado: una estructura basada en filas y columnas. La organizó utilizando como criterio base la masa atómica, sin embargo, definió excepciones relevantes. Y, además, dejó espacios vacíos correspondientes a elementos que en ese momento eran desconocidos.

Los artistas a veces se inspiran en experiencias oníricas

Hay ejemplos de obras musicales y hasta de cuadros famosos que nacieron a partir de un sueño:

  • Jane Campion. Soñó con un piano en un paisaje marino y esto le sirvió para crear el filme “El Piano”, del cual fue directora y guionista.
  • Robert L. Stevenson. Autor de la famosa obra “El extraño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hide”. Su argumento fue desarrollado con una extrema celeridad, gracias a que lo había visualizado en un sueño.
  • Richard Wagner. El inicio de su obra “El oro del Rhin” fue imaginada mientras dormitaba en un banco localizado en la ribera de un lago. El sonido del agua produjo en su subconsciente la estructura de un acorde (Mi bemol mayor) que aparecía repetidas veces con ligeras variaciones. Al despertar, se apresuró a escribir lo que había visto.
  • Georg Haendel. Escuchó en sueños algunos de los compases de una de sus obras más famosas, el “Mesías”.
  • Raffaello Sanzio. El genial pintor renacentista, Rafael, decía que algunas de sus hermosas madonas habían sido vistos en sueños.

Por último, los sueños de Albert Einstein, en los que cabalgaba sobre un rayo por el espacio, lo llevaron a formular su popular Teoría de la Relatividad. Y así, hay muchas experiencias oníricas famosas, que llevaron a diferentes personajes a convertirse en la figura legendaria que conocemos hoy en día. No somos capaces de explicar este fenómeno, pero todos podemos aprovecharlo. Libérese del estrés al dormir, estimule su subconsciente y empiece a armar su propia escalera al éxito. Y recuerde, soñar no cuesta nada, pero un sueño puede cambiarle la vida.

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  1. Purves D, Augustine GJ, Fitzpatrick D, et al., editors. Neuroscience. 2nd edition. Sunderland (MA): Sinauer Associates; 2001. The Possible Functions of REM Sleep and Dreaming. Disponible en: [Enlace]

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