David McClelland | Teoría de la necesidad

Biografía de David McClelland

David McClelland fue un eminente psicólogo estadounidense que hizo grandes aportes en el área de la motivación personal. Siendo poco convencional, impresionó con sus resultados en el siglo XX

David McClelland (mayo de 1917 – marzo de 1998), fue un psicólogo teórico neoyorkino, que se destacó por su trabajo en el campo de la teoría de la necesidad. Siendo su mayor preocupación la identificación de la búsqueda humana por alcanzar el logro. Durante 57 años, este inteligente hombre se dedicó a la enseñanza y a la investigación. Del mismo modo, es reconocido por su labor en el área de la motivación personal.   

McClelland es recordado por su metodología novedosa y poco convencional, empleada en los análisis de la personalidad. Su enfoque sobre la teoría de las necesidades humanas, le hizo merecedor de abundantes y diversos elogios, unidos a premios de gran relevancia. Asimismo, sus contribuciones científicas fueron galardonadas por la Asociación Americana de Psicología (APA). Y sus investigaciones y observaciones fueron plasmadas en sendos libros. La mayoría de sus obras están asociadas al tema de la motivación al logro.    

Siendo un poco polémico, publicó un artículo notable en la revista “El psicólogo americano”. En el mismo afirmaba, que las pruebas de personalidad y de inteligencia usados en la época, eran malos predictores de la capacidad de los individuos examinados. Por su parte, también sostenía que las corporaciones debían hacer las contrataciones de personal sobre la base de la competencia en las áreas pertinentes. De este modo, proponía acabar con los resultados de las pruebas estandarizadas como el SAT. Muchas de sus ideas son aceptadas, actualmente, por empresas modernas.

Biografía de David McClelland

David Clarence McClelland nació en Mount Vernon, estado de Nueva York, en el seno de una familia de distinguidos académicos. Fue siempre un estudiante destacado y brillante, apasionándose por la literatura germánica con apenas 16 años de edad. Estando en su segundo año de carrera universitaria, uno de sus profesores, lo motivó hacia el campo de la psicología. Y es en esta área que el literato culminó sus estudios de doctorado de la Universidad de Yale (1941).

Previamente, había egresado de la Universidad de Wesleyan (1938) y obtenido una maestría en psicología, otorgada por la Universidad de Missouri. También fue profesor en la Universidad de Connecticut, la Universidad Wesleyan y formó parte del cuerpo docente de la prestigiosa Universidad de Harvard. En esta última institución, se mantuvo durante tres décadas y llegó a ocupar la presidencia del Departamento de Relaciones sociales. Asimismo, fue parte del staff profesoral de la Universidad de Boston, en cuyas aulas permaneció, hasta el momento de su fallecimiento.

McClelland llegó a ser miembro honorario de la Academia Americana de Ciencias y en el año de 1958 fue acreedor de una beca Guggenheim. Por otro lado, inició en 1963, una compañía consultora. Esta se dedicaba a dar soporte a la alta gerencia a la hora de evaluar el rendimiento y la formación de sus empleados. Ese mismo año, propuso a la Asociación Nacional de Educación que se ofrecieran becas universitarias a los alumnos de séptimo grado. Su objetivo, era fomentar la excelencia académica a esa temprana edad.    

Principios de la Teoría de las tres necesidades

Su teoría de la necesidad, se basó en el famoso modelo conocido como la pirámide de Maslow. Estos principios habían sido publicados en un artículo de la revista Psychological Review, por el psicólogo Abraham Maslow, en el año 1943. McClelland, por su lado, escribió un libro llamado “La Sociedad Realizadora”, donde describió en detalle su teoría.

Allí definió las motivaciones comunes a todos los seres humanos, con independencia del grupo cultural, sexo u otras variables que los definan. Si bien, estas características pueden tener una cierta influencia sobre la relevancia de uno u otro aspecto motivacional. Según McClelland, las motivaciones son procesos no conscientes de manera parecida a los planteamientos del psicoanálisis. Veamos ahora cuales son estas tres necesidades:

  • Afiliación. Los individuos con esta motivación bien pronunciada muestran un deseo imperioso por formar parte de grupos sociales. Además, desean caer bien a los demás, por lo que suelen aceptar los juicios y las preferencias emitidas por otros. Se inclinan más hacia la colaboración y menos a la competitividad, sintiéndose incómodos ante situaciones que involucran riesgos e incertidumbre. Por esta razón, son mejores seguidores que líderes, puesto que les cuesta dar órdenes o poner prioridad a las metas organizacionales.
  • Logro. Los que logran la más alta puntuación en esta necesidad, manifiestan impulsos claros de cumplir con objetivos que impliquen un elevado grado de reto y desafío. Y con tal de lograr sus propósitos, no se detienen a la hora de correr riesgos, siempre que estos sean bien calculados. Suelen preferir el trabajo aislado y no junto a otros individuos y anhelan ser retroalimentados respecto a las labores que desempeñan. El autor de la teoría, afirma que la habilidad individual para plantearse metas y haber sido independientes durante la niñez, impacta sobre esta característica.
  • Poder. Los individuos que manifiestan esta inclinación, a diferencia de los afiliativos, disfrutan cuando compiten con otros, en especial si pueden ganar. Valoran en sumo grado el reconocimiento y tratan de controlar a los demás e influir sobre su conducta, generalmente, por razones egoístas. Esta necesidad se manifiesta de dos maneras: poder socializado y poder personal. Quienes ostentan el primero, tienden a preocuparse por otros, mientras que los segundos, solo piensan en su propio beneficio.

Por último, David McClelland afirmó que el individuo que busca el poder por sobre todas las cosas, tiene una mayor probabilidad de manifestar conductas psicopatológicas.

Estas incluyen agresiones físicas y verbales, así como adicción a sustancias psicotrópicas. Pero, aquellas que poseen un alto nivel de responsabilidad, logran convertirse en buenos líderes motivadores. Hacia el final de su carrera académica, el psicólogo centró su atención en las relaciones existentes entre temas como: motivación al logro, búsqueda del poder y estrés mental o físico.