Desde muy temprano en la niñez de Burrhus Skinner se evidenciaron los factores que le acercaron al ingenio que luego le acompañó toda su vida.
Así mismo su profundo interés por conocer el entorno, la naturaleza y el comportamiento de los seres vivos, fueron elementos qué lo marcaron en términos de la expresión creativa, surgiendo en él la psicología del descubrimiento y de la materialización de lo creativo.
Hablamos de Burrhus Skinner, psicólogo connotado, destacado representante de la psicología conductista considerado de hecho, la figura del siglo XX, más representativa de esta escuela.
Vida de Burrhus Frederic Skinner
Burgos Frederic Skinner nacido en Pensilvania en 1904, su niñez transita dentro de los parámetros normales de una infancia libre y rica en experiencias. Casi de inmediato, mediada su infancia, comienza a demostrar su predestinación a la genialidad.
Su intensa curiosidad (elemento infaltable en la personalidad los genios) le impulsa a fabricar no solo los mismos juguetes que los otros chicos como cerbatanas, carretas, patinetas, sino que lograba elaborar juguetes distintos, pintorescos.
Se menciona como algo impresionante para el momento, la construcción de un cañón de vapor con el que lograba disparar verduras como proyectiles despedidos a distancias significativas.
Se puede apreciar entonces su faceta de autodidacta. No obstante, este último rasgo, Skinner tuvo muy buena educación formal.
En el college, paralelamente a la ejecución del saxo y a partir de su minuciosa capacidad de observar y luego describir parsimoniosamente lo observado, descubre su inclinación por las letras, destacándose por su participación en el periódico escolar, por lo que luego de licenciarse en literatura se dedica, a escribir.
Considerando más tarde que no era esta su mejor faceta, mostrándose así, capaz de ser autocrítico, otra característica de la personalidad de los genios.
La influencia Pavlov y Watson en Skinner
Pero su motivación primordialmente intrínseca, central y permanente, fuente de su fructífera creación tiene génesis en las lecturas de, entre otros, los psicólogos conductistas Pavlov y Watson.
El primero con su aporte sobre el condicionamiento clásico o respondiente y la ecuación estímulo – respuesta obtenida de sus experimentos con perros.
Y las contribuciones de John Watson, primer psicólogo norteamericano seguidor de Pavlov, que desvía el estudio con animales hacia la observación de la conducta humana en un claro propósito de promover y sustentar una psicología científica contraria a la “mentalista”.
Estudios de grados y post-grados en psicología cursados en Harvard, perfilan en Skinner el factor metódico y disciplinario al experimentar con animales de laboratorio y transpolar esa observación al comportamiento humano, estudiando el sistema nervioso central, también con el objetivo de impregnar en la psicología el sello de ciencia rigurosa.
Skinner avanza hasta convertirse en miembro permanente del departamento de psicología de Harvard, con extensiones de escuelas de psicología skinneriana en la universidad de Columbia donde junta voluntades de estudiantes y profesionales de la psicología para aportar conocimientos en este ámbito.
El aporte del concepto de “condicionamiento operante”
La contribución clave, del enfoque skinneriano es el concepto “Condicionamiento Operante”, cuyo fundamento lo toma de Thorndike.
Skinner discrimina entre la respuesta automática (condicionamiento clásico) de Pavlov y las respuestas reflejas u operantes, que son reacciones del organismo sin aparente estimulo.
En el concepto “condicionamiento operante” se mueve una tríada procedimental: el estímulo, la respuesta y el refuerzo.
Lo cierto es que este esquema ha venido interviniendo en numerosas otras disciplinas de la conducta humana como en los estudios controlados o usos terapéuticos de psicofarmacología, bioretroalimentación, neurofisiología o socioeducación.
Condicionamiento operante y el proceso de enseñanza-aprendizaje
Un hito en su desarrollo lo representa la aplicación de la modificación de conducta a partir del condicionamiento operante en el ámbito socioeducativo.
Se refleja que Skinner basa su idea en la recolección metódica y rigurosa de lo observado. No en un enfoque teórico previo.
Estima que la disciplina al recoger datos aporta un pronóstico más preciso y por consiguiente se logra el control de la conducta al identificar un reforzador.
Es decir que mediante el condicionamiento operante habiéndose demostrado que la conducta humana es manejable, su utilidad en el proceso de aprendizaje resulta de inestimable aplicación.
De este enfoque se derivan por ejemplo el Aprendizaje Programado, los diferentes programas de reforzamiento educativo vigentes aún en los principios del siglo XXI.
De este fundamento han surgido diversas técnicas o estrategias terapéuticas que tanto en el abordaje psicológico como en el proceso enseñanza aprendizaje se vienen utilizando y perfeccionando, entre ellas mencionaremos técnicas para la eliminación o disminución de conductas indeseadas, así como técnicas para la generación o incremento de conductas deseables.
Nos referimos al conocido reforzamiento de conductas que puede ser negativo o positivo. A su efectividad están vinculados la pertinencia en cuanto a lo adecuado de su escogencia, y el intervalo de tiempo en que debe ser aplicado(inmediatez).
Modelado o aprendizaje por imitación, Moldeamiento: reforzamiento sistemático de aprendizaje por pasos.
El alejamiento o supresión de conductas no deseadas se puede atender a partir de reforzamientos de extinción (alejamiento o supresión del reforzador que las mantienen) o reforzamiento de saciedad que se refiere a exponer en exceso el reforzador en un tiempo corto hasta lograr la saciedad y la eliminación de la conducta.
¿Cómo Burrhus Skinner materializó sus ideas?
Otra característica del genio en general, es la de materializar las ideas o proyectos que le surgen. No quedarse en el utópico. Skinner identificaba el problema, generaba una idea, y construía la solución.
Por ejemplo, observando a la maestra en clases detectó que entre la tarea elaborada por el estudiante y el refuerzo de la docente había un lapso de tiempo inconveniente que anulaba al posible reforzador.
Para esto diseño lo que se llamó en su momento “máquinas de enseñar”, seguidamente elaboró estrategias de enseñanza programada a ser manejadas por el mismo estudiante según su propio ritmo. Lo que hoy día se denomina Aprendizaje Programado.
No obstante, el perfil polifacético de Burrhus Skinner de alguien también conferencista, fundador y director de una revista científica para la universidad de Harvard, escritor y crítico, con diversos autores y profesionales seguidores de su labor.
Burrhus Skinner encuentra críticos contrarios en cuanto que, como los conductistas de su tiempo, en general, intentan explicar la vida real por medio experimentos de laboratorio con animales y con una muestra exigua.
Se le critica que no toma en cuenta la naturaleza humana en relación con su ser intrínseco, lo que Skinner rechaza como absurdo “mentalismo” en medio de su concepción biológica y pragmática. Habría que saber qué ripostaría Skinner a la luz de los novísimos descubrimientos de la Física Cuántica.
Contrario a lo que se recoge como características de los genios: solitarios y aburridos, Skinner construyó una vida social, tanto de hogar como profesional, intensa, padre de dos hijos, y muere a los 86 años, dejando un gran legado, aportando otra dimensión a la psicología como ciencia.
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