9 pensamientos obsesivos que nos ponen obstáculos en la vida

Pensamientos obsesivos

Los pensamientos obsesivos y negativos son obstáculos que erigimos en nuestro camino y que no nos permiten vivir en armonía con nosotros mismos. Termina con este hábito negativo de una vez por todas.

Los pensamientos obsesivos más comunes se caracterizan principalmente por el miedo a ensuciarse, infectarse, sentir desconfianza por todo y todos, la persecución constante del orden. 

Una persona puede tener miedo constante de ensuciarse o contraer algún tipo de enfermedad. También puede pensar constantemente que es capaz de causar daños graves, como un incendio. Estos pensamientos obsesivos pueden ser un obstáculo, sin embargo, existen maneras de superarlos.

A continuación puedes conocer algunas de esos pensamientos que nos impiden sentirnos más plenos y libres.

1. No debería quedarme sentado sin hacer nada

Estamos obsesionados con la productividad y el éxito. Esto hace que parezca que siempre tienes que estar ocupado con algo. Sin embargo, en cualquiera de nuestros emprendimientos nos persigue la sensación de que no nos estamos esforzando lo suficiente. Deja ir este pensamiento. Sin una presión interna constante, te relajarás y podrás disfrutar de todo lo que hagas.

2. Es muy difícil encontrar la armonía interior

Idealizamos a las personas que están en armonía consigo mismas. Nos convencemos de que para lograr estar en paz necesitamos entrenar durante años o hacer una peregrinación. Olvídalo. Encontrarás paz y armonía cuando dejes de esforzarte demasiado activamente por ellas.

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3. Seré feliz cuando logre lo que quiero

Observa los momentos en que tienes este sentimiento y practica dejarlo ir durante al menos un minuto. Con el tiempo, aprenderás a ser feliz en el aquí y ahora, y no solo a soñar con la felicidad en el futuro.

4. Si expreso abiertamente mis emociones, se me considerará débil

Desde la infancia, se nos enseña a no mostrar nuestros sentimientos: enfado, miedo, tristeza, alegría, emoción. Debido a esto, entonces parece que las emociones sinceras provocarán la condena de los demás. En realidad, es todo lo contrario. Aquellos que no temen expresar sus verdaderos sentimientos son tratados con respeto y admiración.

5. No entiendo por qué no me siento más feliz

Nos comparamos con los demás con demasiada frecuencia. Pensamos en lo que tenemos y nos culpamos por no tener suficiente. O pensamos en lo que no tenemos y nos preguntamos cómo se lo habrán ganado los demás. Pero no tienes que ser feliz todo el tiempo. La felicidad va y viene como cualquier otro sentimiento.

6. Si la gente supiera quién soy realmente, no hablarían conmigo

Ocultamos algunas de nuestras cualidades a los demás. Nos dividimos en dos partes: la que mostramos en público y la que ocultamos a los demás. De hecho, somos más que cada una de estas partes individualmente. Y la gente siempre valora la honestidad ante todo.

7. Tengo que ser perfecto en todo

Ahora está de moda dedicarse al autodesarrollo. Pero la mayoría trabaja en sí mismos no por una necesidad sincera de mejorar la sociedad que los rodea, sino por la creencia de que hay algún defecto en ellos. Esto provoca un estrés constante. Déjalo ir y ámate a ti mismo por lo que eres ahora.

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8. Le debo al mundo

A veces, la gratitud se convierte en un sentido del deber. Tratamos dolorosamente de demostrarles a los demás que valemos algo. Pero solo al dejar ir este sentimiento, realmente alcanzamos nuestro potencial.

9. Viví momentos difíciles en mi pasado

A menudo nos mezclamos tanto con los malos recuerdos que nos impiden disfrutar del presente. Nos identificamos con esta experiencia y la compartimos con todos los que conocemos. Pero esto no es todo lo que tenemos. Estos recuerdos son menos importantes de lo que parecen. Déjalos ir.