Cuáles son las causas del pensamiento catastrófico

Pensamientos catastróficos que atormentan a este joven

Los pensamientos catastróficos y horribles son un elemento de la neurosis. Pero, ¿cómo lidiar con ellos? ¿cómo evitar que nos acosen estos pensamientos invasivos?

No se trata principalmente del contenido de los pensamientos, sino de la imaginación y los sentimientos de miedo que vienen con estos pensamientos. Muchos pensamientos extraños, a veces horribles, siempre revolotean en nuestras cabezas pero tienen una base de ansiedad.

Son los llamados eternos pesimistas porque logran transformar cualquier episodio o circunstancia en una posible catástrofe. Siempre su mente les lleva al peor contexto posible de manera automática.

Ante cualquier posibilidad que se le presente, la persona con pensamientos catastróficos ideará una fantasía asociada siempre con el peor de los escenarios posibles, que incluirá fallecimiento propio o de uno de sus seres queridos.

¿Qué son los pensamientos catastróficos?

Es todo aquel conjunto de ideas que aparecen en la mente de los individuos con tendencia a presagiar un desenlace caracterizado por el caos aun cuando no exista peligro latente o una razón aparente para ello.

Para la persona con pensamientos catastróficos cualquier vivencia del día a día como tomar el bus o cualquier otro vehículo para movilizarse al trabajo se transformará en su interior en la posibilidad de perder la vida en medio de un accidente fatal y de ésta manera suele trasladarla al resto de las cosas que suceden a su alrededor.

Generalmente las personas con estas tendencias de razonamiento suelen ser denominadas pesimistas, en vista de que a cualquier suceso acostumbran a buscarle el lado negativo, ese que de seguro le traerá como consecuencia el peor de los sufrimientos.

Si bien es cierto que todas las personas en ciertos momentos son abordadas por pensamientos catastróficos de diversa índole, lo normal es que se le conceda mayor relevancia a pensamientos positivos, colmados de buenas expectativas con respecto al futuro.

Cabe destacar que las personas que a menudo y de forma recurrente son invadidas por pensamientos de tipo catastrófico, no escogen de forma voluntaria o consciente vivir de este modo, se han visto condicionadas, por lo general, por patologías como la ansiedad generalizada, la depresión o por su entorno.

Aprender a reconocer los pensamientos catastróficos automáticos es el primer paso, para luego encontrar una forma de conducir el pensamiento en direcciones opuestas, dejando de pensar y enfocando la atención en una actividad que distraiga la mente y mantenga ocupada nuestra atención, como los juegos de ingenio.

Causas del pensamiento catastrófico:

Los pensamientos catastróficos o fatalistas provienen de diversas raíces:

Instinto de Supervivencia:

Todo pensamiento catastrófico parte en principio de un miedo, los cuales actúan como un instinto de supervivencia en pro de la preservación de la vida.

Conservar la vida, por consiguiente, es la raíz de todos los miedos y son conductas innatas en el ser humano, lo cual es completamente normal hasta que el comportamiento es exacerbado de tal forma que el individuo conciba todo lo que le rodee como una fuente de peligro latente.

Cuando una persona logra transformar la mayoría de sus escenarios en un caos potencial, estará enfrentando ansiedad extrema, la cual dificultará el normal desenvolvimiento y desarrollo de su vida.

Por Imitación:

Es probable que un individuo aprenda a vivir con la convicción de que todo el mundo es un lugar hostil y peligroso en el que en cualquier momento puede suceder lo peor.

Este aprendizaje en el individuo en la mayoría de los casos tendrá una raíz en su infancia, porque quizás no le fueron brindadas las herramientas requeridas de cuidado y protección y tuvo que salir adelante por sí mismo.

En otro caso, pudo haber tomado la catástrofe como realidad del adulto que se encargó de su crianza, quien al concebir la vida de esa manera logró transmitirle estos valores que para el constituyen su verdad.

Depresión:

Todo este comportamiento puede estar enmascarando una depresión en la que el individuo no logra tomar nada desde el punto de vista positivo y es incapaz de creer en un futuro mejor para él.

En estos casos, los pensamientos intrusivos girarán en torno al abandono, al no merecimiento de las cosas buenas de la vida, así como a los constantes desastres a los que se expone tan sólo por estar vivo.

Los pensamientos, así como las emociones que rodean a esta persona, siempre se verán impregnados por un matiz negativo que ensombrecerá cualquier acontecimiento.

Es bastante probable que aun cuando se encuentre experimentando un momento agradable o un logro suela pensar que seguramente después de eso le sucederá algo completamente negativo que ensombrecerá todo lo que está viviendo.

En el fondo, debido a la depresión, no logra hacer contacto con la vida y sus fantasías acerca del presente y del futuro son completamente negativas y catastróficas.

Miedo a la Vida:

Son personas en extremo temerosas de los cambios, lo cual puede provenir de una ansiedad generalizada (TAG) no diagnosticada o de un temor infundado por aquello que es diferente y que le obligaría a salir de su zona de confort, así como a vivir nuevas realidades completamente desconocidas para él.

Un mecanismo de defensa, en estos casos para impedir los cambios o transformaciones que se puedan experimentar, es la evitación empleando pensamientos catastróficos para no movilizar los recursos de los que se disponen.

¿Cómo tratar los pensamientos fatalistas?

Muchas veces nos convertimos en nuestros propios enemigos, sin darnos cuenta. Todo a través de emociones furiosas, demasiada sensibilidad e incertidumbre que nos producen estos pensamientos «negros», que tienen una raíz de ansiedad.

Controla tus pensamientos con esta técnica:

Si pertenecemos a los llamadas «personas altamente reactivas«, es decir, aquellas que rápidamente se emocionan, irritan y reaccionan con ansiedad. En primer lugar, debemos aprender a controlar nuestros pensamientos (aunque esto obviamente es un trabajo difícil).

Si solo algunos malos sentimientos comienzan a acosarnos (por ejemplo, que algo malo le sucederá a mi pareja), tratemos de imaginar la imagen opuesta de inmediato, creando la escena en nuestra cabeza con elementos positivos y cotidianos.

Por lo tanto, entrenamos nuestra menta a concentrarse en lo que nos gustaría en lugar de lo que tememos. Cuando estamos preocupados por una situación, deberíamos interceptar el miedo de la misma manera.

El mejor escudo contra la ansiedad y los pensamientos catastróficos es saber que la principal causa es imaginaria, no real. Debemos tener cuidado de generalizar y sacar conclusiones precipitadas. Manejar nuestros pensamientos no es la solución de raíz, pero puede ayudarnos desde este mismo momento a lidiar con los pensamientos desagradables e invasivos.

Para encontrar la solución de raíz, la mejor alternativa es la consulta con un profesional en psicología, el cual podrá darnos una orientación hacia los mejores tratamientos par darle una solución definitiva.

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Martin Seif. (1 de Julio de 2019). Unwanted Intrusive Thoughts. . Psychology Today Recuperado de [PsichologyToday]

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