Rumiar: cómo dejar de pensar demasiado para vivir mejor

Cómo dejar de rumiar demasiado

Rumiar, o la enfermedad del pensamiento que va y viene es más común de lo que nos puede parecer. Para conseguir una vida más en equilibrio, es necesario saber cómo «apagar» el cerebro cuando sea necesario, para restaurar el buen humor.

¿Eres alguien que tiene la costumbre de pensar demasiado sobre las cosas que suceden todos los días? No te preocupes, es posible salir de este esquema negativo e improductivo para nuestras vidas, solo basta con desearlo. Aquí encontrarás todo lo que necesitas saber y algunos consejos útiles para dejar de pensar demasiado y entender qué es la rumia.

Probablemente varias veces, después de un evento «fuerte» como una discusión, un problema en el trabajo, un accidente, etc., sucede que no hayas podido dejar de pensar en las cosas que dijiste y en cómo deberías haber respondido o haberte comportado. Esta es una situación empedernida, una situación que puede volverse patológica si uno no aprende a contenerse.

Pensar demasiado en lo que nos sucede es un fenómeno muy complejo que se ha vuelto más común de lo que pensamos.

¿Qué significa rumiar y por qué es perjudicial?

Cuando rumiamos algo, activamos pensamientos dañinos que no dejan de vagar por nuestras cabezas y que generan frustración, estrés, tristeza y apatía. Las personas que tienen este tipo de pensamientos, por un lado, sienten la necesidad de seguir recordando una vez más el evento que ocurrió, por el otro, les gustaría dejar de hacerlo. Es una lucha intrínseca, es decir, que sucede dentro de nuestra mente.

Es una cuestión de especulaciones irreales, que, en la mayoría de los casos, se desencadenan por factores como discusiones, errores de trabajo, exámenes universitarios o problemas de diversos tipos. Estos son eventos que probablemente no hemos podido procesar correctamente y, por lo tanto, nos hacen permanecer encarcelados en nuestros pensamientos.

Después de todo, todos los días estamos inmersos en una multitud de eventos y circunstancias que debemos metabolizar y dejar de lado si no queremos ser víctimas del estrés y simplemente rumiar sin sentido.

El problema de cuando uno está rumiando sobre algo, es que la mente continúa recurriendo a los mismos pensamientos sin llegar a ninguna conclusión útil. El resultado es obviamente agotador y la persona tiene la sensación de haber perdido la cabeza, entre otras cosas. Estas rumiaciones también pueden distorsionar la percepción real de los eventos.

Entonces, ¿qué podemos hacer para evitar todo esto?

Cómo evitar la rumia

Para liberarnos de este hábito dañino, debemos ser conscientes de que nosotros, y solo nosotros, somos los maestros de nuestros pensamientos. Por lo tanto, debemos convertirnos en observadores perfectos de nuestro cuerpo y mente y preguntarnos cosas como:

  • ¿Es este pensamiento real?
  • ¿Es este pensamiento útil y productivo?

Si entiendes que tus pensamientos no te están ayudando en absoluto, déjalos a un lado y deja de darles fuerza. También puedes decir en voz alta: ¡ALTO! o pensar en esas rumias como algo físico que se vuelve cada vez más pequeño y más lejano hasta que deja de ser importante (un tipo de visualización positiva).

Algunos consejos prácticos a tener en cuenta son:

  • Recuerda que tales pensamientos no son tus aliados sino el enemigo. Por eso no debemos dejarnos vencer por ellos.
  • Practicar la relajación te ayudará a mantener tu mente tranquila
  • La meditación también puede ser muy útil.
  • Enfócate en el presente dejando ir el pasado.
  • Relativiza los problemas cotidianos.

Otro truco que podemos probar cuando estamos rumiando sobre algo, podría ser confiar nuestro pensamiento obsesivo a un cuaderno o un diario. Acudiendo a las palabras escritas, a la mente le será más fácil liberarse de los pensamientos negativos.

3 comentarios

  • Buenos días, me pasaron este post ya que yo tengo este problema y eso me lleva tambirn a la obsesionarme y a depender.
    Me gustaría Si Me podía explicar un poco más lo de la visualizacion, ya que no entiendo bien
    Muchas gracias por su ayuda

  • Afortunadamente muchos pensadores de gran calibre no le tenían miedo a rumiar los acontecimientos cotidianos! Gracias Darwin, Platón, Nietzsche, Hegel, Freud, Sócrates, Bohor…