Trastorno de somatización | Causas, síntomas y tratamiento

Mujer que sufre de trastorno de somatización

Un trastorno de somatización es una enfermedad crónica que afecta a una persona, sin que exista una razón orgánica para tal problema. Veamos su origen y cura

Un trastorno de somatización es un problema clasificado por el DSM como una afección crónica, aunque no haya ninguna causa física que lo justifique. Así, el Manual Diagnóstico y Estadístico de la Sociedad Americana de Psiquiatría, que contiene la documentación sobre enfermedades mentales, confirma su existencia. Este suele afectar a personas que se quejan constantemente de problemas corporales o de dolores generalizados, sin llegar a pensar que coexiste una conexión emocional.

También pudiera suceder que no tienen una conciencia clara, de que se trata de un problema físico-somático. Por lo que, estos trastornos aparecen en aquellos individuos, en los que la mente domina al cuerpo. Se trata, fundamentalmente, de una manifestación crónica o permanente, aunque no sea posible encontrar su origen orgánico. No obstante, el dolor y los síntomas que se experimentan son reales; es decir, no son creados ni simulados. Además, son recurrentes, inexplicables e interfieren negativamente en la vida del enfermo.

Características del trastorno de somatización

Entre las tipologías y manifestaciones de este problema se observan las siguientes: 

  • Dificultad para simbolizar mentalmente los conflictos. Lo cual los lleva a manifestarse en el terreno corporal.
  • Pérdida de tiempo y dinero. Se estima que tales pacientes pueden llegar a visitar entre 3 o 4 médicos antes de encontrar al especialista que los diagnostique. Esto implica que, pueden pasar años antes de que vayan con el psiquiatra o psico-terapeuta, para saber la verdadera causa de sus dolores o trastornos.
  • Presencia de alexitimia. Esta es una dificultad para entrar en contacto con el contenido emocional. Estas personas no suelen expresar sus afectos verbalmente; ni pueden decir: estoy triste, alegre, molesto, etc.
  • Órganos blancos. Estos son miembros del cuerpo más sensibles que otros. Por esto, se convierten en el foco de concentración de toda la energía psíquica (angustia, estrés, depresión, rabia y demás).    
  • Obsesión continua. Estas son personas obsesivas, convencidas de que tienen un problema. Por esto, siempre están auto-monitoreándose sus órganos y respuestas corporales (colon, estómago, taquicardia, sudoración, etc.)  

Signos y síntomas de la enfermedad

El principal síntoma de las personas, con trastorno de somatización, es el dolor. Este puede estar presente durante mucho tiempo, incluso por años y afectar diversas áreas del cuerpo; ir de ligero a severo, y ser intermitente o variable. Por esa causa, se originan diversos grados de ansiedad en el individuo, quien muchas veces está sujeto a altos niveles de estrés o problemas emocionales importantes. Se trata de padecimientos que causan angustia e incapacitan, lo que impide funcionar con la normalidad requerida.

El trastorno, generalmente, se manifiesta antes de los 30 años y lo sufren, con menor frecuencia, los hombres. Ciertos factores estándares pueden estar involucrados para que se dé esta situación: las mujeres son más sensibles, física y emocionalmente, al dolor y otras sensaciones. También aparece acompañado de ciertos antecedentes familiares, asociado a la educación o, incluso, a la genética. Asimismo, se presenta en personas con historial de maltrato físico o abuso sexual.

Las personas con esta patología enfrentan síntomas de ansiedad y depresión, sintiéndose inútiles y sin deseos de hacer nada. Otros síntomas habituales suelen ser tan diversos, como molestos y desagradables. Por ejemplo: 

  • Dolores de cabeza, de espalda, articular, en el pecho, latidos cardíacos irregulares, dolor en brazos y piernas, en los genitales durante el acto sexual, al orinar, etc. 
  • También puede haber trastornos gastrointestinales, dificultad respiratoria, incapacidad para mantener una erección, períodos menstruales irregulares, sangrado excesivo y dolores post menstruales.

Síntomas neurológicos

Síntomas importantes del trastorno de la somatización son aquellos de origen neurológico. Estos pueden producir: parálisis temporal, debilidad, pérdida del equilibrio, dificultad para deglutir o pérdida de la voz. De igual modo, el paciente podría padecer de: incontinencia alucinaciones, amnesia, incapacidad para sentir dolor, ceguera y sordera temporal, amnesia o convulsiones. 

Los expertos opinan que la persona que somatiza suele ser muy dependiente en sus relaciones sociales. Así, pide constantemente apoyo emocional y puede irritarse con facilidad cuando siente que no recibe suficiente atención. Sus amigos y familiares, pueden describirlo como alguien con afán de protagonismo e incluso manipulador. Lo cierto es que esta podría ser, la única forma que tiene el enfermo de expresar sus sufrimientos. 

Además, así logra conseguir alguna ganancia, como influir en otras personas o manejar con ventaja ciertas situaciones desfavorables. Aunque no es extraño que, también manipule para conseguir otros propósitos, por ejemplo, mayores beneficios laborales u oportunidades de crecimiento profesional. De ahí que, tales individuos manifiesten sus quejas con dramatismo, conducta exhibicionista, dependiente e incluso, suicida.

Tratamiento del trastorno de somatización

El primer paso a seguir por una persona que sospecha que padece de este trastorno, es acudir a un especialista. Este le realizará un examen físico completo, a fin de despistar causas físicas. Las evaluaciones que se hagan, dependerán de los síntomas presentados; sin embargo, el tratamiento debe dirigirse hacia el origen de los problemas que desencadenaron la enfermedad. Por ejemplo, conflictos en las relaciones interpersonales, problemas en el trabajo, dificultades con la pareja, los estudios u otros. 

La psicoterapia, por su parte, ayuda a entender y manejar el malestar físico-crónico. Así, la persona puede ser referida con un profesional de atención psicológica. Aunque, este a su vez, podría llevar a cabo pruebas adicionales.

Las personas más propensas a sufrir del trastorno de somatización, no son conscientes de sus propias emociones; por el contrario, las reprimen de tal modo que, las convierten en síntomas. Suelen ser individuos dependientes que, tratan de centrar la atención de los demás en ellos mismos. Así, eluden responsabilidades ante una enfermedad ilusoria que puede llegar a causar una verdadera incapacidad. De allí la importancia de acudir a un especialista que lo ayude a continuar con su vida.