La terapia denominada “reminiscencia” está llamada a convertirse en una de las más exitosas en el campo de la gerontología.
Su enfoque radica en la integración del pasado con el presente, utilizando los recuerdos y las emociones para que, de alguna manera, logren devolver a la persona a su realidad.
De esa forma, se busca robustecer la propia identidad y redescubrir el sentido de la vida; al remembrar lo que ayer fuimos, y resolviendo eventualmente algún duelo pendiente.
¿Vivir más es vivir mejor?
Sin lugar a dudas, uno de los mayores retos que afronta la sociedad hoy en día es el envejecimiento de la población.
Gracias a los avances de la ciencia, la esperanza de vida es cada vez mayor; potenciada con los modernos recursos sanitarios, un estilo de vida saludable y una mejor alimentación; que han redundado en que alcancemos cada vez edades más avanzadas.
Dado esto, a pesar de que todo lo altamente positivo que conlleva esta situación; de la misma se deriva un reto aun más interesante: ¿pueden ir de la mano la salud corporal y la salud psicológica?
Sabemos de la existencia de enfermedades relacionadas con la edad, que pueden llegar a afectar en algún modo nuestras capacidades cognitivas; como la demencia que provoca el mal de Alzheimer.
Son precisamente esas indeseables condiciones las que merman de algún modo los grandes logros asociados al alargamiento de las expectativas de vida, ya que la calidad de la misma se ve seriamente condicionada.
Se requiere de opciones vivenciales relacionadas con la calidad de vida:
Ya resulta de lo más común que la mayoría de las personas terminen su vida profesional aproximadamente entre los 60 o 67 años, por lo que estadísticamente se infiere que aún pueden tener, en promedio, unos 20 años más de vida.
Hasta las mismas tendencias evolutivas han venido sufriendo cambios significativos, por lo que hoy en día tenemos una población de adultos mayores; a los cuales se les debe re orientar el futuro, potenciando sus habilidades mentales para que se sientan a gusto consigo mismos.
La terapia de la reminiscencia, una nueva alternativa:
Una de las maneras más eficaces en ese sentido, es la terapia de la reminiscencia. Fue el célebre gerontólogo Robert Butler, quien propuso inicialmente el ejercicio de la reminiscencia; a manera de herramienta psicológica efectiva para reactivar a los adultos mayores.
Fue descrita como una manera de redescubrir la propia vida y utilizarla en el proceso de adaptación a un nuevo ciclo de la existencia, en un regreso a la memoria de las vivencias del pasado y a los conflictos pendientes; para evaluarlos ahora desde una perspectiva distinta y buscarles una nueva significación.
De alguna manera, mirando bien las cosas, este tipo de ejercicio lo venimos haciendo con mucha frecuencia a lo largo de las diferentes etapas de nuestras vidas.
Solo que en esta ocasión, el enfoque es diferente pero muy beneficioso para las personas de edad avanzada.
¿Cómo se realiza la terapia de reminiscencia?
La terapia de reminiscencia, en el fondo, es una técnica que procura la estimulación cognitiva.
Según lo manifestado por Carvallo, Arroyo, Portero y Ruíz, en el año 2012, esta terapia involucra la realización de un conjunto de actividades orientadas a una intervención del tipo neuropsicológica; cuyo objetivo final es el de potenciar la neuroplasticidad en las personas de edad avanzada.
Esta técnica terapéutica puede llevarse a cabo de manera individual o en forma grupal, siendo particularmente eficaz en los casos de deterioro cognitivo.
Para la implementación de esta terapia, se recurre a imágenes fotografías o se puede invitar directamente al individuo a que evoque momentos de su pasado y los manifieste de manera oral.
Bajo esta metodología, se trabaja la denominada “memoria episódica” que se basa en los recuerdos personales muy específicos como el nacimiento de los hijos, los viajes realizados, los trabajos desempeñados, etc; o de igual manera con la memoria semántica, la cual es referida a datos históricos de relevancia sobre los cuales se quiera compartir.
La meta, como se evidencia, difícilmente pueda ser algo más elevado y trascendental:
Pues se trata de estimular la revisión de la vida, para poder darle un significado más existencial a todo lo que se ha vivido.
