Síntomas, causas y tratamiento de la xilofobia

Causas de la xilofobia

La Xilofobia, también llamada Hilofobia, es el miedo persistente e intenso a los objetos hechos de madera o los materiales que lo simulan, así como a las áreas forestales. Aunque es raro, es una fobia específica con respecto a un entorno natural que puede estar relacionada con peligros relacionados con los bosques.

Xilofobia: el miedo a la madera

El término Xilofobia está compuesto por la voz griega «Xilo» (Xylon), que significa madera, y «Fobos», que significa miedo. Se trata de un miedo persistente y excesivo a la madera, sus propiedades (olor, textura) y los objetos derivados de ella. También se caracteriza por el miedo al bosque y por materiales que imitan la madera.

Como una fobia cuyo desencadenante es un elemento natural, la xilofobia se puede definir como una fobia específica para el entorno natural. Como tal, ha habido poca o ninguna investigación desde entonces, se manifiesta en baja frecuencia.

Lo que puede suceder más a menudo es que es un temor que se relaciona con otros, por ejemplo, situacionales, los últimos son temores que persisten en ciertas circunstancias o en lugares como bosques o espacios abiertos. En este caso, la xilofobia puede estar relacionada no solo con la madera, sino también con la oscuridad, los puntos muy abiertos, la inseguridad, los animales, la pérdida, etc.

Características y principales síntomas

Cuando nos enfrentamos a situaciones que representan un peligro, real o percibido, nuestro cuerpo nos advierte de diferentes maneras. Activa una parte de nuestras células nerviosas llamada sistema nervioso autónomo, que regula las funciones involuntarias de nuestro cuerpo.

Estas funciones incluyen, por ejemplo, actividad visceral, frecuencia respiratoria, sudoración o palpitaciones. Todas estas reacciones asociadas con la ansiedad nos permiten iniciar una serie de comportamientos adaptativos, es decir, nos permiten responder de manera proporcional al daño potencial que percibimos, sea real o no.

Sin embargo, también puede suceder que las reacciones anteriores estén representadas de manera desproporcionada, de modo que no generemos reacciones adaptativas y tengamos una gran influencia en nuestra experiencia con el estímulo.

Específicamente, ciertas fobias, como la xilofobia, se caracterizan por una reacción de ansiedad causada por la acción del estímulo que se considera perjudicial. Así, la xilofobia puede manifestarse por los siguientes síntomas, principalmente:

  • taquicardia,
  • aumento de la presión arterial,
  • sudoración,
  • disminución de la actividad estomacal,
  • palpitacione,
  • hiperventilación.

De la misma manera y en el caso de la activación de la parte del sistema nervioso autónomo conocida como «parasimpático», la xilofobia puede causar reacciones fisiológicas asociadas con el disgusto, como retraso cardiovascular, boca seca, náuseas, dolor abdominal, mareos y disminución de la temperatura.

La sintomatología previa depende de si la fobia específica es una situación, un elemento ambiental, animales, heridas o cualquier otro tipo. Dependiendo del caso, una de las posibles manifestaciones es la presencia de un ataque de pánico.

Por otro lado, a menudo es la presencia de comportamientos secundarios que la persona realiza para protegerse del estímulo nocivo y para prevenir la reacción de ansiedad. Se trata de un comportamiento defensivo y evitativo (hacer todo lo posible para evitar la exposición al estímulo nocivo) y la hipervigilancia sobre situaciones o elementos relacionados. A esto se agrega la percepción de la falta de recursos para contrarrestar el temido estímulo que puede exacerbar la respuesta de ansiedad y mejorar el comportamiento de evitación.

Causas de la xilofobia

Al igual que con otras fobias específicas, la xilofobia puede ser causada por varias asociaciones acerca del estímulo y el posible daño. En este caso, se trata de asociaciones sobre áreas forestales y los elementos en que se componen (en particular la madera) y los peligros asociados.

Estas asociaciones pueden basarse en experiencias de riesgo reales y directas o determinadas por una experiencia indirecta. En el caso específico de la xilofobia, la exposición a los medios en áreas boscosas puede tener un impacto importante si generalmente están estrechamente relacionadas con peligros inminentes, como la pérdida o el ataque de un animal o algún desconocido.

¿Cuándo se desarrolla una fobia?

En general, las fobias naturales comienzan en la niñez (antes de los 12 años) y las fobias situacionales pueden comenzar tanto en la niñez como después de los 20 años. Del mismo modo, incluso si la ansiedad no persistente comienza desde la infancia, puede desarrollarse cierta fobia hasta la edad adulta.

Tratamientos principales

Al principio es importante evaluar la situación y el temido estímulo para determinar las causas. A partir de ahí es importante reconocer los comportamientos problemáticos a nivel cognitivo, fisiológico y social, así como la intensidad de las reacciones de ansiedad. Más adelante, es importante analizar los recursos emocionales y los estilos de afrontamiento de la persona para saber qué se necesita para reforzar o cambiar.

Para abordar directamente la xilofobia y tratar otros tipos de fobias específicas, a menudo se utilizan estrategias como las siguientes:

  • Exhibición en directo.
  • Estrategias de relajación .
  • Reestructuración cognitiva.
  • Técnicas de exposición imaginaria.
  • Desensibilización sistemática.
  • Reprocesamiento por movimientos oculares.

La efectividad de cada uno depende del tipo específico de fobia y los síntomas particulares de la persona que la padece.