¿Qué es el constructivismo y cuáles son sus principios en la educación?

El constructivismo y la educación

En la teoría del constructivismo, el aprendizaje es un proceso de construcción activo en el que cada alumno crea una representación individual del mundo. Lo que aprende exactamente un alumno depende en gran medida de sus conocimientos previos y de la situación específica de su aprendizaje.

«No puedes enseñarle nada a una persona, solo puedes ayudarlo a descubrirlo en sí mismo». (Galileo Galilei)

Principios rectores del constructivismo

La idea básica del constructivismo es que los individuos no responden a los estímulos de un mundo objetivo, sino que generan una realidad sensible basada en impresiones sensoriales, que depende en gran medida del carácter individual del individuo.

En el contexto de las teorías de aprendizaje, esto significa que el conocimiento no puede ser transferido de una persona a otra, sino que es construido por todo ser humano. Si, por ejemplo, un maestro le explica algo a un alumno, el alumno no solo guardará la información, sino que construirá su imagen personal e individual de la realidad basándose en la información que registró, dependiendo de sus conocimientos previos, sus actitudes y la situación actual de aprendizaje. Como resultado, el aprendizaje no es un almacenamiento pasivo sino una construcción activa del conocimiento.

El trasfondo de esta teoría es la suposición de que el cerebro es un sistema relativamente cerrado que absorbe los estímulos del entorno, pero solo lo utiliza como una «materia prima» para su posterior procesamiento. Los estímulos (sonidos, impresiones visuales) son absorbidos por los órganos sensoriales, interpretados por el cerebro y luego procesados ​​en una impresión sensorial individual y subjetiva.

Por lo tanto, lo que una persona ve, oye, huele o prueba nunca es una percepción objetiva de la realidad, sino siempre es su interpretación subjetiva. Esta opinión ya ha sido expresada por Piaget y está confirmada por el conocimiento de la investigación del cerebro en los últimos años.

El constructivismo en el aprendizaje

En los modelos constructivistas, la tarea de un maestro no es impartir conocimiento, sino apoyar al alumno en su proceso de aprendizaje individual con una cantidad equilibrada de instrucción. Los alumnos deben tratar el contenido del aprendizaje de forma independiente, consultar este contenido y descubrir conexiones. Para este propósito, el conocimiento del maestro debe presentarse de una manera estructurada y exploratoria para que los estudiantes puedan usarlo para construir su propio conocimiento individual.

El constructivismo educativo no es una nueva forma de pensar; Jean Paget (1896 – 1980) ya había reconocido en su investigación que el aprendizaje debe hacerse por iniciativa propia. El alumno construye su propia realidad, que trata de comparar con el entorno real. La interacción resultante del esquema interno y la comparación con el entorno conduce al desarrollo del conocimiento. Lew S. Wygotski (1896-1934), John Dewey (1859-1952) y Jerome S. Bruner (* 1915) desarrollaron aún más su teoría.

A diferencia del conductismo, que ve el aprendizaje como la consolidación del conocimiento a través de cadenas de preguntas y respuestas, el aprendizaje constructivista se centra en el descubrimiento independiente del contenido del aprendizaje.

En relación con la vida escolar cotidiana, el profesor comúnmente quiere que los alumnos puedan grabar, adquirir y reproducir el contenido que se les presenta con la mayor precisión posible: ¡la información se transfiere directamente al mundo de las ideas del individuo! Sin embargo, desde el punto de vista del constructivismo, esto no es posible.

Más bien, el alumno construye su conocimiento del mundo a través de la reconstrucción (descubriendo el mundo), la construcción (inventando el mundo) y la deconstrucción (criticando el mundo). El papel del maestro cambia de ser un proveedor de conocimiento puro a un asesor de aprendizaje: permanece en segundo plano, crea entornos de aprendizaje y proporciona fuentes de conocimiento.

Los estudiantes, por otro lado, trabajan independientemente en las tareas dadas, responden preguntas y problemas entre ellos y finalmente presentan sus productos de aprendizaje. De esta manera, acumulan nuevos conocimientos, construyen el entorno que los rodea y construyen sobre los conocimientos existentes.

Debido a los diferentes requisitos de los alumnos y la situación de su aprendizaje, las ideas y conceptos construidos de esta manera son subjetivos y no necesariamente tienen que corresponder con la realidad.

Principios constructivistas en la educación

Breve versión de los principios constructivistas de la enseñanza y aprendizaje:

  • El aprendizaje es la construcción activa del conocimiento por parte del alumno,
  • El aprendizaje es un proceso individual, que depende del conocimiento previo del alumno y la situación de aprendizaje,
  • El conocimiento en sí mismo no puede transmitirse, sino que solo puede construirse individualmente.

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