7 usos de la disciplina positiva para niños autónomos desde edad temprana

La disciplina positiva es una técnica de educación que se enfoca en enseñar a los niños a desarrollar habilidades sociales y emocionales, así como a ser responsables y autónomos.

Esta disciplina se basa en el respeto mutuo entre padres e hijos, en la creación de vínculos afectivos sólidos y en la comprensión de que los niños aprenden mejor a través de la experiencia.

La disciplina positiva influye para que los niños sean autónomos desde temprana edad porque les permite tomar decisiones y asumir responsabilidades en un entorno seguro y de apoyo.

Los niños que son educados con disciplina positiva aprenden a resolver problemas, a ser autodirigidos, a pensar críticamente y a tomar decisiones basadas en la razón y el respeto.

Siete reglas de crianza para niños más autónomos

A continuación, se presentan siete reglas que los padres pueden seguir para educar niños más autónomos e independientes:

1. Fomenta la comunicación y la cooperación en lugar de la obediencia ciega

En lugar de pedir a los niños que obedezcan sin cuestionar, es importante fomentar una comunicación abierta y respetuosa. Los padres pueden alentar a los niños a expresar sus sentimientos y necesidades y buscar soluciones juntos.

Por ejemplo, si un niño se niega a ponerse los zapatos para salir de casa, en lugar de exigir obediencia, los padres pueden preguntarle por qué no quiere ponerse los zapatos y buscar una solución juntos.

2. Ofrece opciones y oportunidades de elección

Niño que se viste solo

Los niños necesitan sentir que tienen cierto grado de control sobre su vida para desarrollar la autonomía y la independencia. Los padres pueden ofrecer opciones y oportunidades de elección para que los niños aprendan a tomar decisiones y a asumir responsabilidades.

Por ejemplo, en lugar de decirle a un niño qué ropa ponerse, se puede ofrecer dos opciones de ropa para que el niño decida.

3. Enseña habilidades de resolución de problemas

En lugar de resolver los problemas de los niños por ellos, es importante enseñarles habilidades de resolución de problemas para que puedan resolver los problemas por sí mismos.

Los padres pueden enseñar a los niños a identificar los problemas, a buscar soluciones y a evaluar las consecuencias de cada opción. Por ejemplo, si un niño tiene problemas para hacer amigos en la escuela, los padres pueden enseñarle estrategias para iniciar conversaciones y hacer amigos.

4. Establece límites y consecuencias claras

Los niños necesitan límites y consecuencias claras para aprender a ser responsables y a respetar a los demás. Los padres pueden establecer límites claros y consecuencias predecibles para que los niños sepan qué esperar y qué sucederá si no cumplen con las reglas. Por ejemplo, si un niño no respeta las reglas de la casa, puede haber una consecuencia establecida, como la pérdida de un privilegio.

5. Reconoce y celebra los logros

Es crucial reconocer y celebrar los logros de los niños para fomentar la autoestima y la confianza en sí mismos.

Los padres pueden elogiar y celebrar los logros de sus hijos, desde pequeños logros cotidianos hasta grandes hitos en su desarrollo. Por ejemplo, si un niño aprende a atarse los zapatos por sí mismo, los padres pueden elogiar su logro y celebrarlo con un abrazo o una actividad especial.

6. Fomenta la independencia gradualmente

Los niños necesitan tener la oportunidad de desarrollar gradualmente la independencia para aprender a confiar en sí mismos y tomar decisiones por sí mismos.

Los padres pueden fomentar la independencia gradualmente, permitiendo que los niños asuman responsabilidades de acuerdo con su edad y habilidades. Por ejemplo, un niño pequeño puede ayudar a preparar la cena, mientras que un niño mayor puede cocinar una cena completa por su cuenta.

7. Sé un modelo a seguir

Los padres son un modelo a seguir para sus hijos, por lo que es importante que los padres practiquen lo que predican. Los padres pueden modelar la autonomía y la independencia al tomar decisiones y asumir responsabilidades por sí mismos.

Por ejemplo, los padres pueden demostrar cómo se resuelve un problema, cómo se asume la responsabilidad de las consecuencias de una decisión y cómo se toman decisiones basadas en la razón y el respeto.

La disciplina positiva es una técnica de educación que fomenta la autonomía y la independencia en los niños.

Los padres pueden seguir siete reglas para educar niños más autónomos e independientes, que incluyen fomentar la comunicación y la cooperación, ofrecer opciones y oportunidades de elección, enseñar habilidades de resolución de problemas, establecer límites y consecuencias claras, reconocer y celebrar los logros, fomentar la independencia gradualmente y ser un modelo a seguir.

Al seguir estas reglas, los padres pueden ayudar a sus hijos a desarrollar la confianza en sí mismos y la capacidad de tomar decisiones informadas y responsables.

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