¡Odio la escuela! Una expresión muy común entre los niños y adolescentes

Algunas de las razones más comunes por la que los niños y adolescentes odian la escuela.

Niña que no tiene ganas de ir a la escuela

Recuerdo cuando mis hijos eran pequeños y solía acompañarlos a su primer día en la escuela Primaria. Con frecuencia observaba como algunos niños se negaban a entrar a la escuela, otros lloraban y se prendían a las ropas de sus progenitores. Esto angustiaba a mi hijo.

A tan solo unos pocos pasos antes de ingresar a la escuela mi hijo, de solo siete años de edad, cursaba el segundo grado, se empecinaba. “No quiero ir”, dijo. ¿Qué le pasa? Pensé mientras él caminaba arrastrando los pies hacia la puerta. Si odia tanto la escuela ahora, ¿qué pasará más adelante?

Me puse a investigar sobre el tema, y encontré lo siguiente en un artículo publicado por la revista Selecciones del Reader’s Digest.

Todos los niños de vez en cuando gruñen respecto de la escuela. Sin embargo, de un cinco a un diez por ciento de los niños no les disgusta tanto que no quieran asistir, dice Christopher Kearney, director de la Child School Refusal and Anxiety Disorders Clinic (Clínica para niños que rehúsan ir a la escuela y trastornos de ansiedad) de Las Vegas en Nevada.

Bueno, pensé, hay otros que padecen el mismo caso, a ver sigamos leyendo.

Quejarse de la escuela es normal, pero usted debería preocuparse si su hijo empieza a fingir enfermedades para evitar asistir, o se niega a hablar de su día escolar.

Si un niño parece deprimido o ansioso respecto a la escuela, finge enfermarse, en repetidas ocasiones termina en la enfermería, en la oficina del director, o se niega a hablar de episodios de la jornada escolar, debería preocuparle, dicen los psicólogos escolares Michael Martin y Cynthia Waltman-Greenwood, co-editores de Solve Your Child’s School-Related Problems (Resuelva los Problemas relacionados con la escuela de su hijo).

Afortunadamente, usted puede generalmente resolver el problema (a veces muy fácilmente).

Muy bien, entonces si hay solución, me dije. Me había dado cuenta de que aveces algunos maestros atienden solamente a aquellos que se sientan próximos a él, en las primeras filas del salón de clases y descuidan a los de atrás. Esto molestaba a mi hijo y decaía su estado de ánimo.

Razones por las que los niños odian la escuela

Estas son algunas de las razones más comunes por la que los niños odian la escuela:

1. Ansiedad

Uno de los temores que evita que los niños disfruten de la escuela es la ansiedad de la separación.

Con mayor frecuencia se produce en momentos de tensión familiar o cuando un niño está a punto de entrar a una nueva escuela.

Lamentablemente, algunos padres alimentan la ansiedad de un niño por la forma en que responden. Con los niños más pequeños, vea cómo despedirse en los primeros días de la escuela. Un “¡Que tengas un bonito día, y te recogeré a las 2:30!” inspira más confianza que, “No te preocupes, estaré allí en diez minutos si me necesitas”.

Ollendick Thomas, jefe de una clínica para trastornos de ansiedad en niños, niñas y adolescentes en el Instituto Politécnico y en la Universidad Estatal de Blacksburg, Virginia, trató a un chico que estaba ansioso acerca del ingreso a la escuela secundaria. Se preocupaba de todo, desde perderse dentro de la nueva escuela hasta ser golpeado. Su madre se tomó el día libre en el trabajo para poder quedarse en casa y “estar allí” para él – “inadvertidamente enviaba el mensaje de que algo terrible podría ocurrir”, recuerda Ollendick.

Una vez que la madre reparó en que estaba contribuyendo al problema, comenzó a inculcar en su hijo la independencia, de llevarlo a la escuela para que pudiera aprender en torno a su camino y conocer a su maestro. Sus temores disminuyeron, y ahora es un estudiante muy aplicado.

Usted puede ayudar a su hijo a manejar situaciones de temor – desde hablar en clase hasta tomar exámenes – ensayando en casa. Ayúdelo a realizar grandes proyectos haciéndolos en pequeños trozos más manejables. Enseñe a su niño a evitar los pensamientos tales como “voy a cancelarlo” o el “No puedo manejarlo”.

2. Soledad

A algunos niños no les gusta la escuela porque no tienen amigos. Este puede ser el caso si su hijo está siempre solo, finge enfermedades para evitar salir a excursiones o regala bienes atesorados en un intento de ser aceptado.

Por fin creo que ya tengo la respuesta al problema, mi hijo era un solitario, pero efectivamente, era bueno en computadoras, las que había empezado a manejar antes de aprender a leer y escribir. Así que fortalecimos esa habilidad y eso le permitió ganar amigos, además de acercarse a las filas de enfrente en el grupo y atender mejor las clases, lo que le levantó el ánimo.

A menudo los problemas de soledad se pueden resolver mediante el fortalecimiento de habilidades sociales. “Un niño puede necesitar aprender a mirar a los ojos cuando habla, o a hablar más fuerte que un susurro – o bajar la voz y no gritar”, dice Ollendick. Usted puede enseñar a un niño pequeño algunos “abridores de amistad”, como “Mi nombre es Mauricio. ¿Cuál es el tuyo? ¿Quieres jugar?”

“Una gran cantidad de niños que son solitarios no han dicho nunca algo bueno acerca de ellos mismos”, dice Matty Rodríguez-Walling profesor de Miami. “Si un niño solitario es experto en alguna tema – computadoras, por ejemplo – suele haber otros estudiantes que quieran trabajar con él. Eso estimula la autoestima y ayuda al niño solitario a hacer amigos”.

No siempre es tan fácil encontrar la respuesta a los problemas de los niños con respecto a la escuela, como me sucedió con mi hijo. Los problemas pueden ser muy variados, en el artículo solo se hablan de dos razones. Yo tuve suerte.

Lo mejor cuando se desconocen las razones, es tomar el consejo de especialistas.