El cognitivismo es una rama de la psicología que se ocupa principalmente de estudiar el procesamiento de la información y las funciones cognitivas superiores de los seres humanos. A diferencia del conductismo, el comportamiento humano en el cognitivismo no se explica por las condiciones del entorno, sino por los procesos cognitivos. Por lo tanto, su investigación se centra en los procesos «internos» de los humanos: la forma en que las personas absorben, procesan, comprenden y recuerdan la información.
Historia del cognitivismo
A principios del siglo XX, el conductismo era la tendencia dominante en el aprendizaje de la psicología. Sin embargo, a mediados de la década de 1950, se hizo cada vez más claro que el comportamiento y los procesos humanos no siempre se pueden explicar utilizando medios conductistas.
Uno de los críticos más importantes del conductismo fue Noam Chomsky. Él describió por qué el conductismo no puede proporcionar respuestas satisfactorias en cuanto a los aspectos complejos de la adquisición del lenguaje en los niños. Además del trabajo de Chomsky, la publicación del libro de Ulric Neisser «Psicología cognitiva» fue una de las piedras angulares del llamado «giro cognitivo«.
A partir de la década de 1960, surgió una nueva generación de psicólogos, que dieron la espalda a los límites estrictos del conductismo e investigaron la cognición humana y los procesos mentales superiores, como el lenguaje y la conciencia. Este fue el nacimiento de la psicología cognitiva.
Principios del cognitivismo
Uno de los supuestos básicos del cognitivismo es la metáfora de la máquina. Los humanos son vistos como máquinas biológicas que absorben, procesan, almacenan y usan información. En la imagen de esta metáfora, el objetivo del cognitivismo es investigar el funcionamiento y las regularidades de esta máquina biológica. Específicamente, esto significa que el cognitivismo se trata de comprender los procesos que tienen lugar en el cerebro, por ejemplo, la percepción, atención, procesos de toma de decisiones, resolución de problemas, lenguaje.
Comparación con el conductismo y el constructivismo
Si comparamos el cognitivismo con otras teorías del aprendizaje, queda claro que es una rama «moderna» de la psicología: los temas de investigación no están estrictamente limitados, sino que existen numerosas superposiciones con las teorías conductistas y constructivistas. Sin embargo, el cognitivismo se distingue claramente de otras teorías del aprendizaje en algunos puntos.
A diferencia del conductismo, el cognitivismo ya no considera a las personas como una caja negra vacía, sino que examina precisamente aquellos procesos psicológicos internos que el conductismo excluye deliberadamente. Una de las principales críticas al conductismo son sus rígidas teorías de estímulo-respuesta y una explicación inadecuada asociada al comportamiento humano. Por ejemplo, diferentes individuos pueden reaccionar de manera completamente diferente al mismo estímulo, un hecho que se ignora en las teorías conductistas.
Por el contrario, hay más coincidencias con las teorías constructivistas. Sin embargo, también hay varias diferencias. Si bien el constructivismo supone que los individuos no reaccionan a un entorno objetivo sino a una imagen subjetiva de la realidad, las estructuras cognitivas dependen mucho de los estímulos y las interacciones de un entorno objetivo.
Cognitivismo en el aprendizaje
Si bien el conductismo representa el aprendizaje clásico a través del refuerzo (por ejemplo, a través de la repetición y la recompensa), el cognitivismo ve el proceso de aprendizaje como un proceso de procesamiento de información, que también incluye la interpretación y evaluación del conocimiento adquirido. El aprendizaje cognitivo también se puede llamar aprendizaje a través de la comprensión. Ya no se trata de «inculcar» la información, sino de tratar con el contenido de aprendizaje y adquirir métodos y habilidades para resolver problemas.
Para que un proceso de aprendizaje tenga lugar con éxito en el sentido cognitivista, las reglas del procesamiento de la información deben observarse en cualquier caso y el contenido del aprendizaje debe prepararse en consecuencia de esto:
1. Atraer la atención
Se debe garantizar tanto la atención básica como la dirigida del alumno. Por lo tanto, los estímulos de aprendizaje deben ser inusuales, desconocidos y variados. (por ejemplo, empaquetar el contenido de aprendizaje en una historia, resaltar temas importantes, formular objetivos de aprendizaje)
2. Activar conocimiento previo
La nueva información se comprende y guarda mucho mejor si se puede vincular con el conocimiento existente. Por lo tanto, al comienzo de un proceso de aprendizaje se debe proporcionar una breve descripción del siguiente material de aprendizaje, sobre el cual los alumnos pueden desarrollarse.
3. Apoyar el proceso de percepción
El contenido del aprendizaje debe estar preparado de tal manera que el alumno pueda percibirlo fácilmente. En términos concretos, esto significa que una unidad de información completa no debe comprender más de una diapositiva / página de libro. La información compleja debe desglosarse en sus componentes y presentarse como una cadena de información que se pueda construir. Además, la información debe presentarse de manera simple, comprensible y concisa.
4. Mejora el almacenamiento de memoria
La memoria del alumno se puede mejorar activando conocimientos previos, repeticiones y aplicando la nueva información.
5. Verificar y mejorar el conocimiento
El control del conocimiento aprendido y el logro asociado con el éxito del aprendizaje o la retroalimentación constructiva pueden tener un impacto positivo en el comportamiento del aprendizaje.
- Clark K. R. (2018). Learning Theories: Cognitivism. Radiologic technology, 90(2), 176–179.
- Qiao, Y. Q., Shen, J., Liang, X., Ding, S., Chen, F. Y., Shao, L., Zheng, Q., & Ran, Z. H. (2014). Using cognitive theory to facilitate medical education. BMC medical education, 14, 79. https://doi.org/10.1186/1472-6920-14-79.
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