La psicoterapia puede ayudar más que los fármacos

Los beneficios de la terapia psicológica frente al uso de fármacos

La psicoterapia y los fármacos parecieran ser enemigos naturales, pero con frecuencia, se aplican de manera conjunta y tienen éxito. Juntos son mejores

Psicoterapia vs psicofármacos. Un debate de amplia trayectoria. La primera produce resultados de larga duración, porque el paciente es instruido sobre cómo afrontar el problema. Los segundos pueden producir dependencia y causar alteraciones paralelas a la original. Pero, sus respuestas podrían ser inmediatas o, con seguridad, más rápidas. No obstante, hay situaciones que responden mejor ante la sinergia de ambos tratamientos. Todo dependerá de la disposición del paciente.

La terapia psicológica permite identificar y evaluar pensamientos negativos. Además, proporciona al paciente las técnicas necesarias para enfrentarlos y reemplazarlos por creencias positivas. Se trata de habilidades que continuarán siendo útiles de por vida, aunque se presenten situaciones desestabilizantes diferentes. Y, ciertos estudios muestran que la terapia cognitiva-conductual (TCC) puede resultar ser la más eficaz para aliviar los síntomas depresivos y de ansiedad.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) provee los efectos colaterales a los psicofármacos. La lista incluye: náusea y vómito, narcolepsia, aumento de peso, estreñimiento o diarrea, disfunción sexual e insomnio. Otros, aunque resultan más graves, son menos comunes. Por ejemplo: trastornos cardiacos, desequilibrios de sodio, daños hepáticos y síndrome de serotonina. Este último puede provocar estremecimientos y convulsiones, fiebre, rigidez muscular y hasta la muerte.   

¿Qué es la psicoterapia?

La llamada terapia de la conversación es una clase de tratamiento psicológico profesional en el que el paciente habla con un psicólogo especializado. Las sesiones que, por lo general, se hacen semanalmente, pueden ser individuales o en grupo. Por ejemplo, un niño con sus padres o ambos miembros de una pareja. Ocho reuniones de trabajo es lo mínimo necesario para determinar si el procedimiento ayuda o no. 

En estas conversaciones, la persona puede sentirse alterada, molesta, angustiada o triste. Y tratar de encontrar una respuesta o solución a esas emociones, suele contribuir con la solución del problema. En el caso específico de la TCC, el paciente aprende a catalogar sus pensamientos y conductas negativas. También es entrenado para reemplazarlos por actitudes y acciones positivas.      

Ventajas de utilizar psicoterapia y psicofármacos combinados

En la actualidad se hacen esfuerzos para que el público reconozca los beneficios de asociar la TCC con el uso de psicofármacos, porque:

  • Sinergia positiva. La velocidad de respuesta de los fármacos permite que el paciente tome, con mayor rapidez, una actitud apropiada frente a la terapia. Así se desbloquean las trabas en la comunicación y aumenta la motivación, el enfoque y la memoria. 
  • Fortalecimiento de la respuesta. La terapia lleva a que el tratamiento farmacológico sea más efectivo. Y esto sucede, tanto en el caso de los trastornos somáticos, como de los mentales. Ninguno es más importante que el otro, pero juntos trabajan mejor.
  • Retirada del uso del fármaco. Gracias a la TCC esto se puede lograr de una manera más segura y efectiva. Así se reducen las posibilidades de que haya una recaída. El tratamiento conjunto actúa como una red protectora para el paciente.

Existen ciertas condiciones (trastornos de la personalidad) bajo las cuales los puntos anteriores no aplican. La razón es la paranoia induce a rechazar el medicamento y los dependientes se adhieren en exceso a las dos propuestas. Además, el dramatismo de los histriónicos y la prepotencia del narcisista, complica ambas opciones. Los que sufren problemas de adaptación al: matrimonio, divorcio o paternidad suelen responder bien a la psicoterapia sola.

Pero, hay evidencias de que la combinación de psicoterapia y fármacos genera buenos resultados cuando el problema es de:

  • Depresión.
  • Ansiedad.
  • Consumo de alcohol y drogas.
  • Trastornos alimentarios.
  • Trastorno bipolar (esquizofrenia).

Los tratamientos psicológicos deben ser personalizados

La realidad es que todas las personas son diferentes, y no responden de la misma manera frente a idénticas situaciones. Por ende, si un tratamiento no está siendo efectivo, hay que probar añadiendo otro. Por lo general, la psicoterapia resulta beneficiosa, incluso cuando el paciente no responde adecuadamente frente a los psicofármacos. Pero, el caso es que ambos mecanismos de curación, requieren de experticia y de una aplicación rigurosa. Ninguno de ellos conduce al éxito en un día.

Esto se traduce en que, solo se debe iniciar un tratamiento si existe la disposición a continuar aplicándolo el tiempo que sea necesario. Hay mayores probabilidades de obtener los resultados deseados, si existe colaboración por parte del paciente.

O sea, se hace imprescindible que el individuo se identifique y comprometa con el mecanismo de sanación elegido. Por tanto, el terapeuta debe explicar con cuidado y en palabras sencillas, fáciles de entender, en que consiste el proceso a seguir.

Por último, la psicoterapia utilizada en conjunto con la farmacología, suele la mejor opción para los pacientes. Puesto que, magnifica la respuesta propicia, incrementa la probabilidad de curación, estimula el desempeño de la TCC y acelera la labor efectuada por los medicamentos. Si se siente aquejado por cualquiera de los problemas de salud mental mencionados en el presente artículo u otros, tome acción. Solicite ayuda calificada de un profesional de la psicología que se encuentre cerca del área donde se encuentra.