Ansiedad nocturna | ¿Qué la provoca y cómo reducirla?

Hombre con ansiedad nocturna que no puede dormir

La ansiedad nocturna es una manifestación de angustia que se presenta o empeora antes de dormir y que impide que la persona se relaje y descanse 

La ansiedad nocturna se puede definir como una condición angustiante que causa conmoción, intranquilidad o preocupación, y que impide conciliar el sueño. Mientras hay personas que, al despertarse, se empiezan a poner nerviosas; otras se sienten atacadas por la desazón, justo antes de acostarse. Y al dar vuelta y vuelta en la cama, probando distintos métodos para dormirse, se desasosiegan cada vez más, empeorando la situación.

Una de las razones que hace que el escenario se vuelva intolerable, es el hecho de que mientras se lucha, el tiempo sigue pasando. Cada vez, quedan menos horas disponibles para descansar. Y, el insomne sabe que, al día siguiente no estará en buenas condiciones físicas ni mentales, para enfrentar sus responsabilidades.

El problema puede ser puntual o aparecer muy de vez en cuando; sin embargo, hay personas que sufren de ansiedad nocturna por extensos períodos.

La aparición de esta desagradable situación puede obedecer a distintas causas. La persona se siente somnolienta, pero sus pensamientos negativos la mantienen despierta. Así, entra en un círculo vicioso, en el cual mientras más se preocupa, menos logra relajarse. Y es que, los humanos somos rumiantes mentales y le damos vuelta y vuelta a las ideas, sin parar. Por supuesto, esto solo empeora la condición, pero, una vez que los problemas han captado nuestra atención, cuesta mucho dejarlos atrás y dormirnos.        

Causas y síntomas más comunes de la ansiedad nocturna

En la mayoría de las manifestaciones de la ansiedad nocturna, hay una o varias razones subyacentes, entre las cuales podría encontrarse:

  • Estrés. La acumulación de problemas sin resolver es una de las causas más conocidas del insomnio. Todos esos eventos, circunstancias, temores que han pasado el día a un lado, mientras estábamos ocupados, se presentan con fuerza cuando bajamos las defensas y nos preparamos para dormir. Ya no hay nada con lo cual distraerse.
  • Preocupaciones irracionales. Muchas veces lo que nos causa ansiedad no ha sucedido, ni es probable que acontezca en un futuro próximo. Pero, igual sigue dando vueltas sin parar en nuestra mente. Son las preocupaciones ficticias o anticipadas.
  • Asociación de eventos. En ocasiones la ansiedad hace su aparición por asociación de ideas, y entonces la experimentamos, aunque los acontecimientos no se den. Por ejemplo, si en las noches el padre llega irritado y castiga a los hijos, estos sentirán el temor aun en los días en que no acontezca. Sencillamente, lo están esperando.
  • Respuestas corporales. Las molestias físicas nocturnas son muy conocidas; por ejemplo, dolores de estómago o de espalda, acidez, artritis, etc. Así que, las mismas, al no haber otras distracciones, nos permitirán concentrarnos en su presencia. Esto provoca una ansiedad, real, que estorba para dormir.   

Algunos otros síntomas físicos asociados a la ansiedad nocturna son taquicardia, temblores, entumecimiento, calor o frío en exceso y sudoración. También se puede sentir mareos, vértigos, náuseas, dolores musculares generalizados, presión en el tórax que impide respirar y fatiga. 

¿Cómo prevenir y superar la ansiedad nocturna?

Para evitar que haga su aparición la ansiedad nocturna, o para calmarla cuando nos está atormentando, es conveniente crear los siguientes hábitos saludables:

Hacer ejercicio

La actividad física es saludable para el cuerpo y también para la mente. La razón es que contribuye a la liberación de neurotransmisores que producen bienestar, como las endorfinas.

Del mismo modo, ayuda a reducir el estrés, por la disminución en la circulación de cortisol. Y al estar más cansados, podremos dormir con mayor facilidad. Pero, el ejercicio no debe hacerse en la noche porque esto estimula el sistema nervioso. Tampoco debemos excedernos, a ninguna hora, o podríamos sufrir de síndrome de sobreentrenamiento (staleness).

Comer bien

Indiscutiblemente, la sana alimentación está relacionada con el bienestar general. Puesto que, una vida saludable traerá consigo buenos hábitos de sueño, y ayudará a la prevención del insomnio.

Evite acostarse con el estómago vacío o, por el contrario, comer en exceso. Una ingesta pesada dificultará la conciliación del sueño y si se une a algunos motivos de preocupación en nuestra mente, aparecerá la ansiedad nocturna.   

Prestar atención al consumo de estimulantes

A algunas personas esto no les afecta, pero si usted es sensible a la cafeína es preferible que no tome té ni café, después de la 6 pm. Las sustancias estimulantes, como teobromina y taurina, activan el sistema nervioso y dificultan la conciliación del sueño.

El mindfulness, por otro lado, ha resultado muy positivo para combatir el estrés. Se trata de una metodología de meditación y relajación, que trabaja la concientización del estar aquí, en el momento presente.

Establecer un horario diario

Levantarnos y acostarnos todos los días a la misma hora, permite que los ritmos circadianos se estabilicen y, por ende, el sueño de calidad se genere de manera natural. Una forma de lograrlo es manteniendo un control estricto sobre el uso de los aparatos electrónicos. Aparte del entretenimiento que estos equipos aportan, se ha descubierto que, la luz emitida por los mismos es un poderoso estimulante.

Por último, ante una situación de ansiedad nocturna lo primero que se debe hacer es detectar la fuente del problema. Por ejemplo: hacer ejercicio en la noche, llevar trabajo de la oficina a la casa, crisis existencial, etc. Porque así podrá tomar las medidas necesarias para corregirla. Si no logra descubrir el origen o que mejoren los síntomas, entonces debería visitar a un psicólogo. Lo que no conviene hacer es ignorar el trastorno, puesto que, su salud física y su equilibrio emocional, se resentirán.