3 habilidades indispensables que te ayudarán a amarte a ti mismo

Cómo aprender a amarte a ti mismo

El amor propio es nuestro recurso interior más importante. Es absolutamente necesario para aceptarte incondicionalmente y permitirte tomar decisiones clave.

Curiosamente, no todo el mundo puede amarse y aceptarse a sí mismo sin tener fuertes críticas internas. Y las raíces de esta deficiencia se esconden en la infancia: un niño no aprenderá a amarse a sí mismo si no ve en sus padres, especialmente en su madre, un ejemplo de actitud amorosa hacia él.

Si no recibimos amor materno en la infancia, este déficit permanecerá incrustado en la estructura interna de por vida. Ciertamente conocerás el concepto de Niño interior, Padre interior y Adulto interior. La deficiencia de amor propio surge cuando algo anda mal con nuestro padre real (y como resultado, con el interno): cuando no es amable, cariñoso y afectivo con nuestro Niño interior, sino solo controlador, crítico, agresivo, rechazador, frío.

En otras palabras, imagina que alguien que es muy importante para ti vive dentro tuyo, pero no te ama. ¿Cuáles son los signos que te indican que te valoras a ti mismo, y que aprecias tu persona? A continuación, te ofrecemos algunas respuestas.

¿Qué significa amarte a ti mismo?

Amarte a ti mismo es:

  • Cuidarte, autovalorarte;
  • Aceptarte a ti mismo sin críticas internas, sin un sentimiento de vergüenza o culpa;
  • Respetarte a ti mismo, reconocer tu conjunto personal de cualidades, talentos y habilidades como únicos;
  • Sentirte digno de cosas buenas;
  • Comunicarte con los demás en pie de igualdad, sin sentimientos de inferioridad, sin vergüenza ni culpa;
  • Proteger tus intereses;
  • Satisfacer tus necesidades;
  • Permitirte vivir momentos de placer.

¿Cuáles son algunas de las señales de que no te amas lo suficiente?

  • Eres indiferente a tu apariencia y salud.
  • Autocrítico, constantemente «trabajando en ti mismo», y buscando mejorarte.
  • Al tratar con otras personas, percibes tu inferioridad. Te consideras indigno de cualquier cosa: dinero, bienes materiales, placer, educación, relaciones armoniosas; tienes la sensación de que no te lo mereces.
  • En una situación de elección, prefieres satisfacer las necesidades de otra persona, en detrimento de ti mismo, y luego te sientes víctima.

Habilidades para amarte a ti mismo

¿Puedes aprender a amarte a ti mismo como adulto? Es posible, aunque no fácil, requiere una atención enfocada. Estos son algunos consejos que te pueden ayudar.

Como te amas a ti mismo será como enseñes a otros a amarte a ti

1. El arte de hacer pequeñas acciones que tienen un gran impacto

Enfócate en el aquí y ahora, escucha tu cuerpo, pensamientos y sentimientos. Busca y detecta focos de malestar, incluso los más pequeños y trata de eliminarlos.

Por ejemplo, si algo duele o hay tensión en alguna parte del cuerpo. Masajea este lugar, dirige tu atención, respiración, y energía allí, en general, haz algo por ti mismo, cuídate para que se vaya el malestar.

Si hay viento, cierra la ventana, o ve a otro lugar. Si te han salido demasiados granos, elimínalos, cuida tu apariencia para tener un aspecto más agradable. Si quieres comer, beber, salir a tomar aire, hazlo sin dudar. Si quieres algo específico, como café con canela, ¡prepáralo y disfrútalo!

2. Sé un padre para ti

Se una madre cariñosa contigo mismo. Mima y ama a tu Niño interior. Presta atención a los cuidados de tu Madre interior, regocíjate en ella y en ti mismo. Puedes escribir un diario y anotar todas las ocasiones en las que hayas sido capaz de satisfacer tus necesidades, por más menores que hayan sido. Felicítate por eso.

3. Establece límites

Al estar en contacto con otras personas, el amor propio se manifiesta a través de la marcación oportuna de límites. Y esto es lo que muchos de nosotros necesitamos aprender. En este caso, la psicoterapia es de gran ayuda. Y si aprendes esto por tu propia cuenta, debes partir del hecho de que nuestro cuerpo reacciona a la violación de los límites. 

Necesitamos desarrollar nuestra propia sensibilidad, observación, conciencia, presencia en el momento, para no solo notar las señales del cuerpo a tiempo, sino también reaccionar inmediatamente a ellas marcando nuestros límites.

Por ejemplo, una persona se acerca demasiado a ti, invade la «zona íntima» donde solo dejas acercarse a la persona más importante para ti. Tan pronto como un extraño cruza la frontera invisible, el cuerpo comienza a reaccionar, por ejemplo, hay una tensión levemente perceptible en el abdomen o el ritmo de la respiración se vuelve irregular. Para muchos no es fácil darse cuenta de estas señales corporales y decir «basta» o «no», pero es una habilidad que no se puede sobrestimar.

Por otro lado, las situaciones en las que debes elegir entre tus necesidades y las de un ser querido pueden ser muy complicadas. Por ejemplo, estás muy cansado y los niños te ruegan salir a dar un paseo. ¿Cuál escogerás? ¿Por amor a ti mismo, permítete descansar, o prevalecerá el deber maternal?

Puedes escribir un diario y anotar todas las ocasiones en las que hayas defendido tus límites y tomado una decisión a favor de tus necesidades e intereses.

No dudes del hecho de que el amor por otras personas surge solo del amor propio. El que no sabe amarse a sí mismo no sabrá cómo amar al otro.

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