Cómo aprender a meditar en pocos pasos

Aprender a meditar paso a paso

La meditación es una práctica que contribuye a grandes rasgos con el bienestar personal y proporciona innumerables beneficios a la salud, la cual  tiene su origen en Oriente, sin embargo, en las últimas décadas se ha extendido hasta Occidente, en donde cada vez gana más adeptos.

Cómo aprender a meditar en pocos pasos

Es altamente recomendable incorporar la meditación como hábito dentro de las dinámicas diarias en pro del mejoramiento de la salud y del incremento del bienestar personal.

Hay que tomar en consideración que, si una persona ha meditado pocas veces o nunca lo ha hecho, en principio se le puede dificultar, lo que puede dar lugar a que no lo intente más por la creencia de que no podrá obtener los resultados deseados.

     Aprender a meditar es una tarea sencilla si se siguen los siguientes pasos:

1. Crear una atmósfera de relajación y paz

Consiste en acondicionar un espacio dentro del hogar en el que la persona se pueda sentir confortable durante la meditación, una de las condiciones es que se encuentre alejado de los ruidos externos, así como de las interrupciones.

Por otra parte, debe mantener la iluminación a un nivel bajo que permita la relajación, así como el descanso y excelente ventilación.

2. Tomarse al menos unos minutos al día

Es aconsejable, en principio, iniciar la rutina por pocos minutos diarios. 5 minutos son ideales en un principio mas se irán incrementando a medida que la persona domine el arte de la meditación.

El momento indicado para meditar es aquel en el que el individuo cuente con el tiempo para llevar a cabo esta actividad. Algunos expertos recomiendan meditar en las primeras horas del día, al levantarse o antes de acostarse.

3. Vestir ropa cómoda

Para meditar es imprescindible llevar ropa cómoda con la que las personas se sientan confortables para no interferir con la relajación y  el ejercicio mental.

4. Sentarse de manera correcta

Mantener una buena postura es relevante al momento de la meditación, la cual se debe caracterizar por la espalda recta y las piernas preferiblemente en posición de flor de loto, lo que permitirá fluir la energía.

5. Incorporar la meditación a la rutina diaria

El éxito de la meditación está relacionado con la disciplina, puesto que los beneficios y el perfeccionamiento del método serán obtenidos en base a la frecuencia de la práctica.

6. Escoger un tipo de meditación

Este punto es muy importante y es relativo para cada persona. Existen diversos tipos de meditación y la elección girará en torno a los gustos, así como a las características individuales del practicante.

Dentro de los métodos disponibles para la meditación se encuentran aquellos que se centran en los sonidos por medio de cánticos, la repetición de mantras o el sonido de las campanas.

Por otra parte existe la meditación basada en objetos, que es una de las más sencillas para los principiantes, cuyos pasos consisten en centrarse en un objeto o en el color del mismo, y mirarlo fijamente dejando que los pensamientos que aparezcan sólo sigan su curso, y no se queden en nuestra mente causando distracciones.

Es recomendable para este tipo de meditación escoger una vela, encenderla y concentrarse en su llama.

Otro método de meditación bastante popular es por medio de la respiración que consiste en centrarse en ella, en el ritmo y cómo ingresa y sale el aire del organismo.

El Mindfulness o atención plena es un método que se puede ejecutar en cualquier momento del día, que consiste en la concentración plena en el momento presente, “Aquí y Ahora.»

Beneficios de la Meditación

Existen diversos estudios científicos que avalan los grandes beneficios que los individuos pueden obtener a través de la práctica regular de la meditación, es por ello que es una excelente idea incorporar esta técnica milenaria a la rutina diaria en pro de la preservación del bienestar emocional y físico.

En un mundo tan agitado como el de hoy, con la finalidad de obtener calidad de vida, es aconsejable realizar el esfuerzo y adoptar hábitos que, además de conceder tranquilidad a nivel mental, proporcionen beneficios extras a la salud. Entre los beneficios de la meditación se pueden destacar:

Contribuye a disminuir las tensiones nerviosas:

El ritmo agitado del día a día deja como resultado en los individuos altos niveles de estrés que, de no ser debidamente gestionados, traen como consecuencias problemas en la salud a corto, mediano y largo plazo.

El estrés sostenido es una enfermedad mental que arroja terribles resultados para la salud, que van desde la hipertensión, problemas cardíacos y da cabida a  diversas enfermedades crónicas.

La práctica de la meditación ayuda al individuo a lidiar con el estrés, a hacerlo más llevadero y a disminuir las tensiones nerviosas como producto de las exigencias de la dinámica diaria.

Disminuye las preocupaciones:

El estado de paz mental que se obtiene a través de la meditación ayuda a descansar la mente por medio de la liberación de esos pensamientos recurrentes, que en muchos casos se manifiestan en forma de preocupación.

Durante esos minutos en los que se lleva a cabo la meditación los individuos entran en un estado de paz mental y de tranquilidad que les permite relajar la tensión muscular y disminuir los niveles de ansiedad y depresión.

La práctica de la meditación por sí misma, así se lleve a cabo por pocos minutos al día, contribuye a mejorar el estado de ánimo.

Algunos estudios han determinado que la práctica diaria de la meditación estimula y acerca a las personas a la felicidad.

Mejora la Concentración:

La meditación incrementa los niveles de concentración, atención y memoria, por lo que son múltiples beneficios para nuestra salud y el rendimiento intelectual.