Eustrés, o cómo convertir el estrés en algo positivo

Cómo manejar el estrés mediante el eustres

El eustrés es un concepto que cambia las asociaciones negativas con la palabra «estrés». Eustres significa algo bueno, movilizado por el estrés. Porque el estrés no es solo una reacción que destruye nuestro sistema nervioso, sino también una señal de acción inmediata. Esta movilización funciona según el principio de «lucha o huye». Lee a continuación sobre cómo reconocer el eustrés y usarlo para tus alcanzar tus objetivos.

El eustrés, al igual que el estrés, puede acompañarnos durante un nuevo trabajo, en la universidad, cuando nos casamos, cuando esperamos el nacimiento de un hijo o incluso cuando nos vamos de vacaciones, etc.

Estos y otros «grandes» eventos en nuestras vidas, asociados con el cambio, despiertan emociones en nosotros. Comúnmente sentimos incertidumbre e incluso vacilación. Y en este punto es importante diferenciar algo: si es estrés constructivo o destructivo, porque el estrés tiene dos caras. Centrémonos en el estrés bueno y positivo: el eustrés.

Para saber qué es el eustrés, vale la pena explicar cómo funciona el estrés en sí mismo, el cual es principalmente una emoción fuerte asociada con un estado de tensión emocional elevada y activación de todo el organismo.

El creador del concepto de «estrés» fue un erudito canadiense Hans Selye, quien reconoció que cuando un factor dañino (estresante) actúa en el cuerpo, reacciona con una serie de cambios que son importantes para su correcto funcionamiento.

Bajo la influencia de tales impulsos del cerebro, las glándulas (o más específicamente las glándulas suprarrenales) secretan sustancias. Conocemos la adrenalina, pero también hay otras hormonas que juegan un papel en esto.

Estas hormonas al ser liberadas entran en diferentes partes del cuerpo y causan síntomas de ansiedad negativos. También se da respiración más rápida, frecuencia cardíaca más rápida o aumento de la presión; aumentan la sudoración y la tensión muscular.

El estrés, que solo causa reacciones negativas, es destructivo y es una carga a nuestro cuerpo la cual llamamos angustia. Esta reduce nuestra resistencia física, y nos paraliza… El estrés malo significa sufrimiento, miedo, hiperactividad, amargura, frustración, pérdida. La angustia a largo plazo es muy peligrosa para nuestro correcto funcionamiento, porque la enfermedad insidiosa de la depresión acecha a la vuelta de la esquina.

¿Cómo funciona el estrés?

  1. Alarma: movilización (es decir, un evento nuevo, inesperado, a veces negativo)
  2. Defensa: la etapa de inmunidad (en este momento, el cuerpo comienza a producir mecanismos o sustancias que ayudarán a sobrevivir el momento de la crisis)
  3. Etapa de agotamiento (ocurrirá si no se descarga la tensión anterior, si no tomas medidas para reducir el nivel de estrés o cuando es duradero)

¿Cuál es la experiencia más estresante en nuestra vida? Este es un asunto muy subjetivo, pero en general es principalmente la muerte de un ser querido, un miembro de la familia; así como la pérdida grave de salud (una enfermedad grave, o discapacidad grave adquirida), un divorcio, pérdida de trabajo, problemas financieros (préstamos pendientes, deudas)… Todo lo que sea significativo.

¿Qué es el eustrés?

El eustrés es algo positivo, un estrés bueno, que está diseñado para ayudar y movilizarnos en el momento adecuado para luchar o escapar. Es un factor que permite la acción, la lucha por la supervivencia y un incentivo para vivir una situación difícil. En griego, «eu» significa bueno, por lo que eustrés quiere decir literalmente «buen estrés».

Este ofrece un poco de energía, pero desafortunadamente, muy poca, temporal. Promueve una sana competencia y acompaña muchos cambios en la vida. El eustrés es efectivo, pero desafortunadamente a veces es impreciso debido a su “rapidez».

¿Cuándo aparece el eustrés?

El eustrés puede aparecer en diferentes momentos de nuestra vida, y también esto está condicionado por nuestra personalidad y forma de afrontar las diferentes situaciones que vivimos, pero en resumen podemos observar las siguientes maneras de manifestarse esta condición.

1. En un momento de peligro para la vida o la salud

Estas son situaciones de emergencia, situaciones imprevistas repentinas. Por ejemplo, cuando ves un automóvil dirigiéndose a toda velocidad hacia ti, sientes una descarga de adrenalina, emociones, y actúas de inmediato para evitar un accidente.

El eustrés toma acción en esta situación: pelear o correr; en este caso corres, pero este escape es una lucha por la supervivencia.

2. Como motivación para trabajar o estudiar

Profesionalmente, se le llama día de la fecha límite, y probablemente los estudiantes tengan mucho que decir acerca del estudio nocturno antes del examen… Estas son acciones de último minuto, y el eustrés nos moviliza para actuar antes de la fecha límite; y aquí la efectividad de tales estímulos y acciones es muy importante, porque a menudo habrá errores en los informes escritos, y demasiada cafeína por la noche.

3. Como resultado de restricciones internas

Algunos ejemplos de nuestras limitaciones son las presentaciones y los momentos en que tenemos que hablar frente a un público amplio. Nos movilizamos para lograr el mejor resultado, para presentarnos lo mejor posible.

Pero también lo hacemos antes de visitar al dentista y, sin embargo, sabemos que es solo para nuestro bien y salud. La medicina preventiva es importante en todos los aspectos, así que detengámonos a pensar: es solo el eustrés.

Ejemplos específicos de momentos en los que experimentamos eustrés son todos los desafíos en los que movilizamos nuestro cuerpo, es decir:

  1. Nacimiento de un niño.
  2. Recepción de boda.
  3. Cambio de escuela o trabajo, pero también noticias sobre promoción o ascenso.
  4. Cambio de residencia (comprar una casa o alquilar un apartamento).
  5. Viaje de vacaciones.
  6. Viaje más largo lejos de casa.
  7. Competiciones deportivas, carreras – deportes extremos.

¿Dónde está la frontera entre el estrés y el eustrés?

En la frontera entre el eustrés y el estrés la distancia es lamentablemente muy pequeña. Cuando la movilización positiva no se usa adecuadamente, esta se convierte en estrés negativo.

Recuerda, no todo el estrés es malo para nosotros y tiene un efecto negativo en el cuerpo. Muy a menudo, la evaluación de una situación depende de nosotros mismos, de cómo percibimos la realidad, de cuán flexibles somos.

El eustrés, aunque de corta duración, estimula la acción, da energía, así que usemos esta movilización al máximo, con cuidado de no caer en el estrés negativo. El estrés, desafortunadamente, revela nuestras creencias negativas, que debemos combatir positivamente.

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