¿Es posible ser felices todo el tiempo?

Se puede ser felices todo el tiempo

Ser felices, hoy en día, puede parecer imposible, de hecho, por mucho que lo intentemos no logramos que perdure este sentimiento. Conoce el porqué de ello

Ser felices es un estado emocional que hemos desarrollado los seres humanos para alcanzar ciertas metas y permitirnos ver el lado positivo de la vida. No tiene jerarquía la razón de su principio, puesto que siempre pensamos que no lo somos.

Gracias a esta emoción podemos fijar los buenos momentos y esto nos impulsa a ir cada día por más de estos para sentirnos motivados y sin complicaciones. En derivación, entramos en un estado de ansiedad por tratar de alcanzar la felicidad plena.

Buscar ser felices es una trampa

Aunque parezca un hecho casi propio, ser felices nos tiende a llevar a una persecución constante de este sentimiento, a tal punto que eso nos hace sentir infelices. Queremos tener el mejor automóvil, casa, ropa y todas esas cosas que “nos harían mejores”.

Existe infinidad de publicaciones, tanto en Internet como en libros, de cómo hacer para permanecer felices todo el tiempo y esto en realidad no es posible. Esto debido a que todos tenemos diferente percepción de los escenarios que representan la felicidad.

Con tantas recetas y prejuicios muchos se aferran a estas y algunos se cuelgan de lo que otros piensan que los hace felices. En la mayoría de los casos es una gran trampa y podemos quedar encerrados en un círculo vicioso nocivo para nuestra mente.

Lo que sucede cuando no somos felices

Dentro del entorno de cualquier persona son muchas las injusticias o desigualdades, pero aun así nos exigimos ser siempre felices. ¿De qué tipo de trastornos podemos sufrir si no lo logramos?

La frustración es prácticamente el principal sentimiento al que nos enfrentamos cuando no somos felices. De hecho, algunos llegan a traumatizarse por no serlo. Se encierran en sí mismos y entran en un estado depresivo constante en el que no pueden ver más allá de su desdicha.

El “síndrome de no ser feliz” es un trastorno al que somos expuestos en el proceso de buscar ese estado emocional.  Gracias a que estar siempre sonriente o sentir alegría pareciera ser el psicotrópico del siglo XXI que hace que todas las personas sean ciegas a su entorno y quieran un final feliz.

Incluso aquellos que no se jactan de serlo o lo aparentan, son aislados por ser diferentes. Esto hace que el ser felices más que un estado mental sea una obligación, la misma que lleva al agotamiento y somatización de enfermedades tanto mentales como físicas. Algunos especialistas usan ansiolíticos y otros tratamientos para reducir la ansiedad.

Trastorno de la felicidad aplazada

Este es otro tipo de síndrome que aparece entorno a la felicidad y se reconoce cuando buscamos constantemente algo que mejorar. No somos conformes con lo que hemos logrado en referencia a las cosas.

Asimismo, se desarrolla una obsesión por ahorrar dinero y nunca es suficiente. Esperamos el momento justo para gastarlo, pero nunca llega. Además, sentimos miedo a fracasar en el ámbito laboral, familiar o personal.

Son tantas las veces que dejamos pasar los momentos realmente importantes que llegan los sentimientos negativos que nos impiden ser felices. Entonces es mejor vivir cada detalle sin pensar en que debemos esperar algo mejor.

Afrontar las situaciones positivamente

Esta es una de las formas más efectivas de evitar la frustración, ira, miedo y ansiedad ante el hecho de que no tengamos las cosas que “supuestamente” nos dan la felicidad. Debemos saber identificar ciertos factores para evadirlos.

Si bien es cierto que ser felices puede ser relativo y que es una decisión, nos puede ayudar el saber sobrellevar las vicisitudes diarias con actitudes positivas. No quiere decir con ello que no sintamos tristeza, por el contrario, es una forma de manejar los sentimientos sin caer en la depresión.

La felicidad es una elección constante

Más allá de las fiestas, días de paseos, playa o vacaciones, el estar felices es una decisión que debemos hacer constantemente. La vida no siempre se presenta con situaciones favorables, por lo que hay que saber a qué darle importancia y a qué no.

El ser feliz es más que tener una vida de lujos, aunque eso suene común. El reto verdadero es aprender a estarlo cuando las diversas circunstancias que se suelen presentar a diario.

Si realmente quieres tener armonía psicológica es preferible que las redes sociales no sean el termómetro que mida tu éxito. Nadie quiere que le vean triste o desolado, por lo que a mayoría de las fotografías e historias que se publican en estas no son fidedignas.

Es preferible elegir un camino que tenga el sentido y dirección al que queremos llegar. Así como trazarse objetivos trascendentes. Por ejemplo, si nos preparamos para ser pianista de la filarmónica de Alemania, primeramente debemos saber tocar piano.

Finalmente, cada una de las decisiones que hagamos en la vida puede afectar la forma en la que vemos la felicidad. Hay algunos hábitos con los que podemos sentirnos plenos y son esos los que debemos cultivar y para consolidar una actitud optimista ante la vida visitar al psicólogo es ideal.