No es ninguna novedad que el deporte y realizar actividades físicas es beneficioso para nuestro cuerpo, sin embargo, poco se menciona la importancia del deporte para mejorar nuestro estado de ánimo y conseguir el bienestar emocional.
1. El deporte te hace feliz
Mediante el movimiento, el cuerpo libera hormonas que lo ponen en un estado de ánimo óptimo. Durante cargas muy largas, durante varias horas, estas endorfinas pueden incluso conducir a una especie de éxtasis, el llamado Runner’s High, en inglés. El deporte también nos hace felices porque fortalece la «expectativa de autoeficacia«, que es la sensación de poder enfrentar los desafíos y nos brinda mayor confianza en nosotros mismo.
2. El deporte mejora tu estado de ánimo
La actividad física en la intensidad adecuada afecta nuestra química cerebral en forma de liberación de hormonas, que afectan nuestro estado de ánimo y nuestro bienestar psicológico no solo a corto plazo, sino también a largo plazo.
Las propias sustancias mensajeras del cuerpo y los neurotransmisores, como las endorfinas, la dopamina y la serotonina, mejoran nuestro estado de ánimo y nuestro bienestar de forma duradera.
3. Mejora nuestra capacidad mental y la concentración
El entrenamiento de resistencia aeróbica regular promueve y mejora significativamente el suministro de oxígeno y el flujo sanguíneo al cerebro.
La capacidad de concentración se ve influenciada positivamente. En varios estudios incluso se habla de mejoras significativas en los resultados de las pruebas de inteligencia, que se atribuyeron a la mayor capacidad de concentración debido al mejor suministro de oxígeno al cerebro debido al entrenamiento de resistencia regular y moderado de los sujetos de prueba.
La relación positiva entre la actividad física regular, un mejor suministro de oxígeno y flujo sanguíneo al cerebro y el aumento de la capacidad de concentración resultante son obvios y pueden asumirse. Por lo tanto, el entrenamiento físico regular está estrechamente relacionado con una mejora en la capacidad de concentración.
La actividad física se utiliza como método de terapia complementaria tanto en psiquiatría como en medicina forense.
4. El deporte quema grasa
Diez minutos de trote es mejor que diez minutos en el sofá, tanto para estar en forma como para perder peso. La quema de grasa comienza poco después de comenzar la actividad y continúa aumentando. Después de 30 minutos de exposición de intensidad moderada, las grasas proporcionan la mayor cantidad de energía.
Las personas que hacen ejercicio de 60 a 90 minutos, tres a cuatro veces por semana, consumen alrededor de 2,000 kilocalorías más que un adicto a la cama, según el peso corporal y el deporte. Cuanto más lejos esté la última comida, más pronto el cuerpo accederá a las reservas de grasa mientras se mueve.
Es recomendable tomar solo agua o té sin azúcar durante la primera hora después del ejercicio. De esta manera el cuerpo quema calorías aún más.
5. El deporte contrarresta la hipertensión arterial
Parece paradójico: el deporte eleva la presión arterial. Sin embargo, es un remedio eficaz para altas presiones. Imagina la circulación de la sangre como un sistema de tubos: a medida que te mueves, la presión aumenta. Luego baja de nuevo.
Debido a que los vasos sanguíneos aún están lejos de la tensión, el corazón ahora está bombeando contra una resistencia menor. Este efecto antihipertensivo dura horas, a veces hasta un día. A través de la resistencia diaria moderada, los deportistas con hipertensión leve pueden alcanzar niveles casi normales.
El ejercicio no solo quema calorías y mejora la figura. El deporte también despeja el bagaje psicológico, fortalece nuestra autoestima y nos puede ayudar a reducir notablemente una depresión.
Bibliografía: Sharma, A., Madaan, V., & Petty, F. D. (2006). Exercise for mental health. Primary care companion to the Journal of clinical psychiatry, 8(2), 106. https://doi.org/10.4088/pcc.v08n0208a
