7 cosas que aprendí de mi perro

Las cosas que podemos aprender de los perros

Cuidar a tu amigo de cuatro patas te da mucho trabajo que hacer, pero también tiene mucho que darte a cambio: en este artículo revelamos qué lecciones de vida puedes aprender de los perros.

El mejor amigo del hombre

No es de extrañar que los perros hayan tenido este apodo durante siglos. Estas siete razones muestran por qué son los mejores compañeros de nuestra vida y lo que podemos aprender de ellos.

1. Vivir en el presente

Tan pronto como los perros abren los ojos, comienzan el día llenos de alegría y energía. Viven el momento y no les importa en absoluto el ayer o el mañana. Cualquiera que juegue o se acurruque con un perro inmediatamente escapará de la espiral del estrés. Por eso, la presencia de un perro puede ayudarnos a vivir más en el presente y enfocarnos en el momento y las cosas que realmente importan.

2. Practicar la empatía

Quien comparte su vida con un perro se convierte inevitablemente en un profesional de la comunicación: aprendemos a escuchar, a mirar y a empatizar con las necesidades de otras criaturas que no hablan nuestro idioma. Te das cuenta de lo que le gusta a tu perro, lo que le molesta y cuándo muestra diferentes comportamientos. Entonces, como dueño de un perro, te vuelves más empático, lo que te ayuda en las relaciones con otras personas.

3. Tener voluntad y compromiso

Los días que hace mucho frío probablemente prefieras quedarte en el sofá de tu casa, sin embargo, tu perro tiene la necesidad de salir a pasear sea cual sea el clima. Por supuesto que no harás caminatas muy largas con este clima, pero aun así tienes que salir.

Es nuestro trabajo como seres humanos cuidar de las necesidades de los perros y protegerlos. Esto te enseña a no poner tu propia comodidad por encima de todo, porque los compromisos son simplemente parte del trato con otros seres vivos.

4. Mi perro me ha enseñado a divertirme

Dedicarse de lleno a una tarea, disfrutar de cada pequeña siesta, masticar huesos con devoción o correr hasta la puerta meneando la cola cuando alguien llega a casa: los perros irradian mucha alegría de vivir, su entusiasmo es contagioso.

5. Lo que es el amor incondicional

No importa de qué humor te levantes por la mañana o qué tan malo haya sido tu día: tu perro te acepta tal como eres. Su lealtad no tiene límites y cuando confía lo hace de manera incondicional y absoluta. Un perro nos muestra cómo se siente dejarse llevar por completo en una relación, ser auténtico y estar ahí para alguien y amarlo sin peros.

6. Permitir cercanía a los demás

Los perros quieren estar cerca de las personas, y lo muestran sin rodeos cuando levantan la cabeza para que los rasques o se acuestan en el suelo a tus pies para que les acaricies la barriga.

El contacto corporal relaja, reduce la presión arterial y el ritmo cardíaco y aumenta la confianza. Aunque los perros te pidan un favor, al final tú eres el que más se beneficia. Tal vez aprendas a satisfacer mejor tus propias necesidades y permitas que otras personas estén cerca de ti.

7. Satisfacción y aceptación

Constantemente tenemos listas de cosas por hacer en nuestras cabezas y pensamos en cómo podemos mejorar. Queremos lograr mucho, preferiblemente lo más rápido posible. Al hacerlo, olvidamos lo que ya hemos logrado y pasamos por alto las pequeñas cosas por las que podríamos estar felices.

Un perro se emocionará cuando te vea corriendo hacia él con la correa. Espera con ansias el paseo sin pensar en cómo puede hacerlo con la mayor elegancia posible. Los perros nos muestran lo que significa ser feliz. Por el contrario, no esperan nada de ti y te aman tal como eres.