Te sientes enojado regularmente, estás muy irritable, y eres malhumorado. Podrías considerar a todos los que te rodean como el centro del desquite para tu malhumor, ya que sientes crecer tu ira sin control, lo que te hace sentir con urgencia de descargar tanta rabia. Sin embargo, no sabes por qué te sientes así, no tienes idea de por qué estás tan nervioso.
¿De dónde viene esta ira inexplicable y cuál es su significado?
Puede haber muchas causas diferentes. Una explicación puede ser que tienes límites débiles. Dices que sí cuando realmente quieres decir no. Haces cosas por otros con las que no te sientes cómodo. Estás constantemente agotado y fatigado.
Y en este caso es posible que no estés estableciendo esa conexión. Lo que terminas haciendo es pensar que las personas se aprovechan de ti y no te das cuenta de que tú también tienes participación en esa dinámica.
Quizás también puede que sea depresión. Muchas veces la gente piensa que la depresión es solamente estar llorando todo el tiempo y no levantarse de la cama. Sin embargo, el aumento de la irritabilidad es un síntoma común de este padecimiento.
O tal vez no simplemente no estás durmiendo lo suficiente o te estás abrumando constantemente con las listas de tareas. Lo cual hará que sea más difícil acceder a tus habilidades de afrontamiento emocional.
Quizás es ansiedad. Las personas con altos niveles de ansiedad a menudo se sienten demasiado abrumados porque tienen que trabajar muy duro para manejar su propio estado emocional interno. Por lo tanto, cuando surge una situación desafiante, es posible que queden agotados, lo que se manifiesta como enojo o falta de concentración.
Los problemas con los distintos tipos de relaciones que tenemos también pueden influir fuertemente en nuestro enojo. Es decir, muchas veces una persona puede estar enojada con su cónyuge, hijos, padres, amigos o compañeros de trabajo. Por ejemplo, tal vez están enojados porque se sienten invisibles o como si no importaran.
Tal vez esperabas que tu mejor amigo te apoyara, pero no lo hizo. Tal vez esperabas que tu cónyuge te ayudara más en la casa. Es aquí donde, si estos desencadenantes se presionan lo suficiente, con la frecuencia suficiente, uno podría caer en un estado de ira sin siquiera saber por qué.
La ira también surge de querer tener control de las cosas que están fuera de nuestro alcance.
Por otro lado, a veces, es posible que no te sientas enojado en absoluto. Más bien, tus acciones pueden ser pasivo-agresivas, y puedes sentirte resentido.
¿Cómo puedo manejar la ira?
Hecha un vistazo a estas sugerencias para manejar eficazmente tu ira:
- Expresa tus emociones sin culpar a la otra persona.
- Tómate un descanso cuando una situación comience a escalar. Hazle saber a la persona que te gustaría continuar la conversación una vez que tú (o ambos) se hayan calmado.
- Observa los pensamientos negativos que desencadenan tu irritación.
- Toma conciencia de los primeros signos de advertencia de la ira. (Que pueden ser diferentes para cada persona).
- Planifica con anticipación para manejar situaciones difíciles.
- Respira hondo para mantenerte en el momento.
- Pide ayuda si tienes dificultades.
La ira a menudo es una emoción secundaria. Debajo de la frustración y la irritabilidad suele haber una emoción vulnerable, como la soledad, tristeza o miedo. Y generalmente estas son más difíciles de acceder y expresar.
Recuerda que los sentimientos de enojo no son lo mismo que el comportamiento violento. A veces tendemos a usar estos términos indistintamente, lo que ha creado la idea errónea de que la ira es «mala».
Nuevamente, la ira es una emoción valiosa y vital. Reconocer los sentimientos de ira y usar esta conciencia para comprender las emociones vulnerables subyacentes es muy importante para la salud emocional.
