10 consejos para tomar una decisión difícil

mujer que está pensativa para tomar decisiones difíciles

A veces en la vida nos enfrentamos a decisiones que parecen realmente imposibles de tomar. Ya sea que se trate del tipo de decisiones con las que soñamos o de las que tememos, investigaciones acerca de la toma de decisiones han descubierto una serie de estrategias útiles para tener más claridad.

Cómo tomar decisiones difíciles

A la hora de tomar una posición difícil podemos sentirnos abrumados, incluso se nos puede reducir el campo de acción y ver muy pocas opciones, con estos consejos esperamos que se puedan ampliar las posibilidades para elegir una salida favorable a las diferentes situaciones.

1. Haz tu tarea

 La primera y más obvia estrategia es recopilar tanta información como sea posible sobre las opciones que tienes frente a ti y luego exponerlas de manera organizada. Incluso si quieres que tu decisión se guíe más por un instinto en lugar de basarse en hechos, educarte a ti mismo es un primer paso importante. Los instintos y corazonadas tienden a ser más precisos y útiles cuando los hacen personas expertas, según muestra una investigación, por lo que convertirse en un experto en el tema en cuestión puede hacer que tu intuición sea más confiable. [¹]

2. Habla con personas que hayan tomado decisiones similares

Si es posible, trata de hablar con una variedad de personas que han tomado los diversos caminos que estás considerando, y están dispuestas a hablar honestamente sobre ellos, para conocer sus experiencias. Una investigación sugiere que este enfoque puede ayudarte a hacer predicciones más precisas sobre tus propias reacciones ante posibles eventos futuros. [²]

Por supuesto, las personas tienen diferentes personalidades, intereses y valores, por lo que es probable que tu experiencia no sea exactamente la misma que la de los demás. Pero tendemos a sobrestimar estas diferencias y, como resultado, no confiamos en las experiencias de los demás tanto como deberíamos.

3. Ten en cuenta la disonancia post-decisión

 Cuando busques el consejo de otros, ten en cuenta que el fenómeno llamado disonancia post-decisión puede evitar que las personas reconozcan o admitan abiertamente que pueden haber cometido un error. Una investigación sugiere que las personas tienden a ver automáticamente un camino que eligieron de la manera más positiva una vez que se han embarcado en él, presumiblemente como una forma de evitar la disonancia cognitiva que puede resultar cuando sienten que han hecho algo que no está en sintonía con sus verdaderas creencias.

La disonancia post-decisión también puede afectarte como tomador de decisiones si ya has tomado alguna medida en cuanto a una decisión u otra, como invertir tiempo o dinero, o anunciar tu decisión tentativa a otras personas.

4. Pregúntate qué elegirías si a nadie más le importara

 Es comprensible dejar que las necesidades y los deseos de tus seres queridos influyan mucho en tus decisiones. Para muchas decisiones, estas son preocupaciones centrales que tienen peso. Pero a menudo estamos indebidamente influenciados por factores externos que son menos propensos a importar a largo plazo, como lo que nos dará más estatus y prestigio, o lo que pensarán las «personas».

Si sospechas que este tipo de factores te están influenciando, intenta imaginar un escenario en el que nadie más sepa o le importe la decisión que tomes. Este enfoque puede ayudarte a identificar objetivos intrínsecos, es decir, objetivos que estén alineados con lo que realmente deseas, no solo con lo que crees que deberías estar haciendo.

5. No dejes que el miedo te guíe, pero tampoco lo ignores

Si tomáramos todas nuestras decisiones basadas en el miedo, probablemente nunca saldríamos de la casa. Para llegar a tener la vida que buscamos, inevitablemente tenemos que correr riesgos, a veces grandes. Pero decir que nunca debes tomar decisiones basadas en el miedo es demasiado simplista. El miedo está ahí para protegernos del peligro y el daño, y a menudo cumple muy bien con esta tarea.

Sin embargo, cuando se trata de decisiones importantes de la vida, lo que tememos debe equilibrarse con lo que queremos. Tenemos que decidir si los costos están justificados por los beneficios. Centrarse solo en evitar lo que tememos, en lugar de perseguir lo que queremos, está asociado a una serie de resultados negativos, incluida la soledad y la inseguridad, esto según una investigación sobre la motivación de acercamiento y evitación.

Para tener más claridad acerca de una decisión, intenta verla a través de las cosas que quieres y observa si eso cambia tus sentimientos al respecto. Por ejemplo, puedes pensar en una decisión sobre si permanecer en una relación romántica en términos de lo que quieres en una relación y en la vida, no solo lo que temes y deseas evitar (por ejemplo, estar solo).

6. Busca alternativas

 Nuestra tendencia natural a menudo es centrarnos exclusivamente en las opciones que ya hemos considerado y descuidar las posibles alternativas. Para contrarrestar este comportamiento, pregúntate si realmente has considerado todas las opciones disponibles que hay para ti. ¿Existen variaciones en alguna de tus opciones actuales que podrían solucionar algunas de tus preocupaciones? ¿Hay caminos totalmente diferentes que valgan la pena explorar?

Si estás tratando de decidir entre dos tratamientos médicos riesgosos, tal vez valga la pena obtener una segunda o tercera opción sobre alternativas más seguras. O si estás tratando de decidir entre dos posibles parejas románticas, tal vez también valga la pena que consideres no elegir a nadie; si tienes un conflicto mayor, podría ser una señal de que ninguna de las opciones es correcta y que hay alguien mejor para ti.

7. Deja de darle vueltas por un tiempo

 Reflexionar constantemente sobre una decisión no solo puede volverte muy ansioso, sino que estar demasiado atascado en los detalles también puede interferir con tu capacidad de tener claridad sobre lo que realmente quieres. Investigaciones sugiere que distraerte de una decisión por un tiempo y luego retomarla más fresco puede ayudarte a tomar la decisión correcta (siempre que estés bien informado). [³]

8. Comprueba cada decisión que tomes por un tiempo

 Imagina que ya has tomado la decisión, sea en una dirección u otra, y luego te quedas con esa decisión durante unos días. Esta estrategia te permite observar cómo te sientes acerca de una decisión cuando te encuentras en una variedad de situaciones diferentes. Investigaciones sugieren que las personas tienden a tomar decisiones de manera diferente dependiendo de una serie de factores situacionales, incluyendo si están de buen humor o tristes. Por eso querrás asegurarte de que la decisión que tomes no sea solo el producto de un sentimiento fugaz, por ejemplo.

9. Considera cómo se sentirá tu futuro Yo sobre tu decisión

 En una charla TED de 2014, el psicólogo Daniel Gilbert argumentó que «todos vamos por la vida con la ilusión de que… nos hemos convertido en las personas que estábamos destinadas a ser y seremos por el resto de nuestras vidas«. En su investigación, él descubrió que en todas las edades de los 18 a 68 años, las personas tienden a subestimar cuánto cambiarán sus valores, personalidades, preferencias y pasatiempos en los próximos 10 años.

Esta ilusión, puede sesgar nuestra toma de decisiones hacia lo que es mejor para nuestro yo actual en lugar de nuestro Yo futuro. Aunque es difícil predecir exactamente lo que querrá nuestro futuro Yo, al menos puede ser de ayuda considerar la posibilidad de que querrá algo diferente de lo que queremos en este momento.

10. Acepta que puede no haber una decisión perfecta

Tomar una decisión difícil puede ser especialmente estresante cuando imaginas que solo hay una opción «correcta» y solamente necesitas descubrir cuál es. Pero la verdad es que muchas veces cada opción tiene sus lados buenos y malos, e independientemente del camino que tomes, es posible que vayas a experimentar un cierto grado de tristeza, pérdida y arrepentimiento, y eso no significa que hayas tomado la decisión equivocada.

Bibliografía
  1. Dijksterhuis, A., Bos, M. W., van der Leij, A., & van Baaren, R. B. (2009). Predicting soccer matches after unconscious and conscious thought as a function of expertise. Psychological science, 20(11), 1381–1387. doi:10.1111/j.1467-9280.2009.02451.x
  2. American Association for the Advancement of Science. Daniel T. Gilbert1, Matthew A. Killingsworth1, Rebecca N. Eyre1,  Timothy D. Wilson2September 30, 2008. DOI: https://doi.org/10.1126/science.1166632
  3. Dijksterhuis, A., Bos, M. W., van der Leij, A., & van Baaren, R. B. (2009). Predicting soccer matches after unconscious and conscious thought as a function of expertise. Psychological science, 20(11), 1381–1387. doi:10.1111/j.1467-9280.2009.02451.x