¿Qué tan familiar te es la imagen de una madre cargando a su hijo? Muy sencillo pero a la vez mágico. ¿Te has preguntado cuáles son los beneficios de un abrazo de mamá y papá y los impactos que tiene en el desarrollo psicológico del niño?
Nunca es fácil calmar a un niño, ya sea que esté enojado o molesto. Lo único que es seguro es que las voces en ese momento no van a ayudar a nadie, ni a él ni a nosotros. El método más exitoso para obtener resultados seguros es, en última instancia, el más simple: el abrazo.
En este artículo analizamos lo fundamental que puede ser un abrazo para la supervivencia y el desarrollo psicoemocional del infante y el niño. En concreto, los beneficios de los abrazos pueden ser los siguientes:
- Son calmantes y reducen la ansiedad y el estrés
- Muestran apego emocional, cuidado, aceptación, calidez y amor
- Reducen la sensación de miedo y soledad
- Producen seguridad y confianza y contribuyen al desarrollo de emociones positivas
- Ayuda al desarrollo mental del niño, así como a su salud mental y física según investigaciones.
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Los niños aprenden de los abrazos y no del castigo
El contacto físico y la seguridad que los niños sienten en los brazos de mamá y papá funciona mucho más eficazmente que los gritos y los castigos. La próxima vez que el niño se porte mal, sostenlo con fuerza en tus brazos y háblale con calma y cariño, aunque sea difícil.
Las posibilidades de llamar su atención y hacer que te escuche son mucho mayores. Recuerda que la disciplina basada en el amor es la mejor forma de entrenamiento.
El abrazo ayuda a reducir el estrés
Un abrazo ayuda a eliminar el estrés. El contacto físico parece inhibir la secreción de cortisol, una hormona secretada por el cuerpo en condiciones de estrés.
Protege de enfermedades al promover las defensas del organismo
Según los resultados de un trabajo de investigación, se logró señalar que los abrazos tienen efectos positivos en el sistema inmunológico del cuerpo y es una señal de apoyo social.
Crea una sensación de seguridad
Sin duda, el abrazo “construye” un carácter más empático y emocional. Las investigaciones muestran que los niños que reciben esta forma de amor muestran menos agresión, mientras que son más cooperativos y disciplinados y al mismo tiempo tienen una mayor sensación de seguridad y protección.
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Abrazos a todas las edades
No hay límite de edad para abrazar a los niños. Abraza a tus hijos cuando sean bebés, niños pequeños, niños mayores, adolescentes e incluso adultos casados. Las investigaciones han demostrado que el contacto humano aumenta la esperanza de vida, ya que tiene un efecto beneficioso sobre el cuerpo, la mente y el alma.
El contacto con los padres es un componente necesario del crecimiento y desarrollo humano y, en general, de la crianza de un niño. Abrazar aumenta la autoestima y brinda una sensación de seguridad de una manera que ningún idioma puede hacerlo. Es parte de la naturaleza humana. El contacto físico fomenta el sentimiento de ser amado, cuidado, libera el estrés y la ansiedad y fortalece los vínculos humanos.
