Descubre qué pueden revelar sobre ti las «selfies» que te tomas

Qué pasa con las selfies

Los historiadores y antropólogos del futuro que estudiarán la cultura visual del siglo XXI quedarán desconcertados ante la universalidad del fenómeno de la autofotografía digital o, de otro modo, las llamadas «selfies».

La historia de amor que hemos desarrollado con los selfies está lejos de ser efímera. Por el contrario, parece que nos tomamos una selfie en cada oportunidad, a veces en el gimnasio, y a veces en el funeral de nuestra abuela.

No se trata de un invento del siglo XXI

Fenómeno de las selfies

El autorretrato, obviamente, no es un invento moderno. En su libro “El autorretrato: una historia cultural”, James Hall rastrea la evolución tecnológica y estética del autorretrato en la técnica del pintor flamenco Jan Van Eyck, en la célebre obra de Velázquez “Las Meninas”, en la pinturas de Frida Kahlo y encuentra, usando las palabras del artista británico Lawrence Gowing, que “la opinión que el pintor tiene de sí mismo es parte de su habilidad. Tiene que ser arrogante, como un cantante de ópera. El orgullo y la complacencia nutren el talento”.

Hoy el autorretrato no es prerrogativa de un artista genial del calibre de Van Eyck, Rembrandt o Ducreux. Cualquier persona que posea un teléfono inteligente, use con éxito los filtros de la aplicación de Instagram y tenga conexión a Internet puede participar en la tendencia más popular del momento. Pero, ¿qué vale realmente una selfie y qué significa?

Una forma de construir la identidad social

Algunos psicólogos sociales consideran que los selfies son una forma de construir la identidad social y un factor importante para mejorar la imagen del individuo en la vida social en línea. Pamela Rutledge, directora del Centro de Investigación de Psicología de los Medios, le dijo a la revista Mashable: «La gente prefiere mirarse en el espejo que mirarse a sí misma en fotografías fijas porque cree que el movimiento y la atmósfera a su alrededor oculta las imperfecciones y las hace más atractivas».

También se lo suele asociar al narcisismo

Otros investigadores asocian las selfies con el narcisismo. La profesora de Psicología de la Universidad de Cornell, Peggy Drexler, argumenta que «es posible que quienes se toman selfies sientan que están protagonizando su propio reality show y tengan una idea inflada de sí mismos de que sus amigos o seguidores en las redes sociales están interesados ​​en verlos»

La exposición constante a través de selfies puede tener consecuencias perjudiciales que pueden afectar negativamente las relaciones familiares y profesionales de las personas y, en algunos casos, incluso conducir a conducta violenta.

La expansión del fenómeno selfie queda patente con la popularidad del selfie de Ellen DeGeneres en la noche de los Oscar, y adquiere otras dimensiones con el selfie de una mujer tras estrellarse el avión en el que viajaba, o el selfie de alguien con una extraño que estaba tratando de suicidarse saltando desde el puente de Brooklyn. Un estudiante también «lesionó» una estatua grecorromana del siglo XIX al tratar de incluirla en su selfie, y los cirujanos plásticos informan un aumento en las solicitudes de cirugía plástica facial debido a las selfies.

A pesar de las desafortunadas circunstancias en las que se tomaron algunas selfies, es un hecho que todo fenómeno de la vida social, en línea y fuera de línea, tiene lugar dentro de un contexto histórico y cultural.

Por lo que un grupo de investigadores independientes y universitarios inició una investigación, SelfieCity, con el objetivo de extraer y analizar datos de selfies tomados en Bangkok, Berlín, Moscú, Nueva York, Sao Paulo para categorizarlos basándose en criterios antropo-geográficos. Así parece que las mujeres se hacen más selfies que los hombres (hasta 4,6 veces más en Moscú). La forma en que los modelos de selfies se expresan varía de una ciudad a otra. Los habitantes de Bangkok y Sao Paulo sonríen más que los de Moscú o Berlín.

Además, los resultados de la encuesta confirman que la edad media de las personas que se hacen selfies es de 23,7 años. El líder de investigación, Lev Manovich, aspira a expandir la investigación a otras categorías de datos, además de la demografía.

A pesar de la interesante información que surgió de la encuesta SelfieCity, no debemos olvidar que su muestra no es aleatoria y que es solo una pequeña parte de la población. El Pew Research Center informa que el 73% de los usuarios adultos de las redes sociales en línea son jóvenes y educados. Manovich señala que el 70% de los usuarios estadounidenses utilizan Instagram, mientras que en otros países son más populares las distintas redes sociales.

Para ampliar esta información te invitamos a leer el análisis que realizamos en este otro artículo sobre la obsesión por las selfies y qué hay detrás de ellas.