David Ausubel (octubre de 1918 – julio de 2008) fue un psicólogo y catedrático neoyorkino que hizo un gran aporte al constructivismo. Se trata de una teoría educativa que plantea dotar a los estudiantes de las herramientas que les hagan falta para desarrollar sus propios procedimientos de captación. Así, al enfrentar un problema, sus puntos de vista podrán ser optimizados y continuará aprendiendo de cada experiencia. Es como si construyera un andamio para seguir subiendo a través de las fuentes del conocimiento.
Ausubel identificó dos modelos de aprendizajes que se presentan en el aula. La primera está relacionada con la forma, en sí, de absorber los conocimientos. La segunda tiene que ver con el modo en que este es progresivamente añadido a la estructura cognitiva del alumno. Su posición es la de defender el sistema deductivo y así, rechaza el principio de que descubrir es la única manera de poder entender. Él expone que la recepción de información también es una forma válida de adquisición del saber.
Eso sí, Ausubel plantea que la experiencia solo será significativa cuando sea posible relacionarla con los conocimientos previos del educando. Y para ello debe cumplirse que el material tenga sentido en sí mismo, o sea, se trate de algo lógico. Además, que el alumno posea dentro de su estructura de conocimiento desarrollada, ideas capaces de incluir la nueva lección. Estas actuarán como un puente mental (llamado organizador previo) que permitirá enlazar los conceptos antiguos (base de sustentación) con los recientemente presentados.
Breve biografía de David Ausubel
Ausubel era hijo de una familia judía emigrante de Galitzia, Imperio Austro-Húngaro. Sus primeros pasos fueron guiados por su abuelo, el famoso Nathan Ausubel, especialista en el conocimiento de la historia del pueblo de Israel. Asistió a las universidades de Pensilvania y Middlesex, donde obtuvo sus títulos de psicología y medicina (psiquiatría), respectivamente. En la Universidad de Columbia se doctoró en psicología del desarrollo. Y en la Universidad de Illinois desarrolló proyectos investigativos sobre psicología cognitiva.
Trabajó como cirujano asistente y psiquiatra residente de un organismo público, el servicio de salud del país. Y al concluir la Segunda Guerra Mundial, sirvió dentro de las Naciones Unidas en Alemania. Su objetivo era tratar a los contingentes de personas desplazadas por causa del conflicto bélico. Posteriormente, durante un tiempo, ejerció como profesor invitado en el Ontario Institute of Studies in Education. Ausubel también dictó cátedra en universidades europeas de la talla de Berne, la Salesiana de Roma y la de Múnich.
En la Universidad de Nueva York, David Ausubel ejerció el cargo de director de un departamento de postgrados, el de psicología educacional. Allí estuvo hasta que le llegó el momento del retiro en el año 1975. En los años 70, apoyó la posición de Jerome Bruner sobre el tema del aprendizaje por descubrimiento, propuesta que en ese entonces estaba cobrando auge. La razón era que las escuelas se orientaban a que los estudiantes aprendieran a desarrollar sus propias experiencias y conocimientos por medio del descubrimiento de los contenidos.
El distinguido psicólogo recibió un premio de la Asociación Americana de Psicología, en 1976, por el valioso mérito de su aporte al área educativa de esta disciplina. A continuación, retomó su práctica psiquiátrica en el Centro Infantil de Rockland. David Paul Ausubel murió a mediados del año 2008, a la edad de 89 años, en Hyde Park, Nueva York.
Aportes de la Teoría del aprendizaje significativo
El legado de Ausubel podría resumirse en la siguiente frase: «Si tuviese que reducir toda la psicología educativa a un solo principio, enunciaría este: El factor más importante que influye en el aprendizaje es lo que el alumno ya sabe. Averigüe esto y enséñele consecuentemente«.
Por ejemplo, darle a una persona una lista de 12 dígitos para que los retenga sería un aprendizaje memorístico. Pero, si se le dice, que se trata de un número de teléfono, donde los dos primeros son el código del país y los tres siguientes de la ciudad, entonces hablamos de un aprendizaje significativo. La razón es que el individuo solo tendrá que memorizar los siete guarismos correspondientes a la información particular, el resto ya está en su memoria.
Por tanto, si los conceptos nuevos que se imparten se logran relacionar de una manera explícita con los conocimientos anteriores, el proceso será exitoso. Puesto que, habrá una mayor probabilidad de que el educando los entienda, retenga y aplique en una experiencia futura. Por el contrario, los temas aislados son más fáciles de olvidar. En el aprendizaje que solo recurre a los poderes de la memoria, la adición de nuevo material educativo es una experiencia débil. Y por ende, se diluye con facilidad.
Para resumir, David Ausubel hizo mucho hincapié en la fuerza que tiene el proceso descubridor. Cuando el maestro logra que el estudiante conquiste los nuevos conceptos, enlazándolos a los antiguos que ya forman una base firme en su mente, habrá triunfado. Y esto es válido tanto para aprender a hablar, sumar y restar, leer y escribir, como para familiarizarse con el cálculo numérico y la teoría matricial. Crear enlaces es la consigna. Sus alumnos se lo agradecerán.
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