Biografía de Benjamín Bloom y su aporte como investigador

Biografía de Benjamín Bloom

Benjamín Bloom fue un psicólogo que se destacó como un gran investigador que dejó un legado para nuestros días. Su enfoque especial fue la investigación y descripción del aprendizaje y la teoría del aprendizaje asociada .

Biografía de Benjamín Bloom

El 21 de febrero de 1913 nace en Pensilvania el psicólogo Benjamín Bloom, destacado por su contribución a la psicología educativa partiendo de sus bases del conductismo y el cognitivismo. Su más grande reconocimiento es dado a la creación de la “Taxonomía Cognitiva de Bloom”, que consiste en aprender en acción.

 Educación y formación profesional

Desde pequeño se interesó por la lectura y por las cosas que le rodeaban, consiguiendo leer libros en un día, que tomaba prestado desde una biblioteca. Una vez graduado del instituto estudió en la Universidad Estatal de Pensilvania obteniendo una licenciatura y maestría en 1935. Posteriormente sacó un doctorado en educación en la Universidad de Chicago, titulándose en 1942.

Durante 3 años formó parte del comité de exámenes de la Universidad de Chicago, lo que lo llevó a transformarse en examinador, profesor e investigador en educación. Parte de su fundamento estaba basado en que la educación es capaz de desarrollar todo el potencial de una persona.

El papel como educador de Benjamín Bloom

En 1944 fue nombrado como profesor en el Departamento de Educación de la Universidad de Chicago, destacándose en 1970 con el nombramiento de Catedrático Charles H. Swift. Su curso en la universidad se llamaba “La educación como disciplina”, donde uno de sus objetivos era repensar la educación desde distintas respuestas.

Desde este momento se comenzó a interesar por la psicología educativa, rompiendo el paradigma del momento que postulaba que el máximo potencial humano era dado de manera innata.

Su revolución transformó la idea, argumentando que la educación juega un papel fundamental en la formación de las personas y su máximo desarrollo. Su argumento no sólo se basada en epistemología, sino que hacía uso de la estadística, específicamente las probabilidades. Su fama de educador lo llevó a ser consejeros de India e Israel.

Es así como Benjamín Bloom cree fundamental que los primeros años del ser humano son los más fundamentales para el desarrollo de las capacidades cognitivas, tomando en consideración factores de crianza y ambientales que favorezcan los resultados hasta los 4 años de edad.

Parte de su curiosidad lo llevó a cuestionarse sobre lo que los alumnos pensaban cuando se les presentaba la oportunidad de enseñar a sus profesores. Esto lo pudo realizar usando la técnica de pensamiento en voz alta y estimulación de la memoria.

La Taxonomía Cognitiva – El aporte más grande de Benjamín Bloom

El aporte de Benjamín Bloom en cuanto a Taxonomía consistía que los profesores clasifiquen objetivos para sus alumnos. Cada uno de los diferentes objetivos pueden tomar tres tipos clasificaciones: psicomotora, cognitiva y afectiva.

Esto tiene como finalidad que los educadores logren ser eficientes para convertir su educación holística. Este trabajo fue publicado en el libro que lleva por nombre “Taxonomía de los objetivos educativos: Tomo I”.

Esta taxonomía parte de la premisa que es necesario dominar conceptos simples para poder llegar a los más complejos, por lo tanto, es de tipo jerárquica. Va desde niveles sencillos, donde el paso de cada uno de ellos es fundamental para poder lograr y avanzar en el siguiente nivel.

Esto no fue más que un intento de esquematizar los procesos cognitivos entorno a la educación y el aprendizaje. La taxonomía puede ayudar a orientar un material de evaluación, formación de reactivos y mejorar el proceso de aprendizaje.

Clasificación Taxonómica

Principalmente, los objetivos afectivos están relacionados con las reacciones emocionales, tomando conciencia de las emociones propias y las de las demás personas. Esto actualmente es de suma importancia para temas que tiene que ver con inteligencia emocional. El objetivo afectivo se compone por distintos niveles:

  1. Nivel de recepción; tiene que ver con la atención que tiene el alumno en el proceso de aprendizaje, siendo la base fundamental para adquirir nuevos conocimientos. Por otro lado, también se encuentra el nivel de respuesta, que tiene que ver con la reacción ante el estímulo recibido.
  2. Nivel de valoración; relacionado con el valor que le da el estudiante a lo que está aprendiendo para auto motivarse.
  3. Nivel de organización; se refiere al orden que el estudiante les da a las ideas, los valores e información en consonancia a su esquema mental creado, permitiéndole hacer el conocimiento más complejo, logrando realizar comparaciones.
  4. Nivel de caracterización; es el último nivel de los objetivos afectivos, donde el alumno le ha otorgado valor e importancia a lo aprendido de manera tal que lo hace parte de su personalidad.

Las habilidades quinestésicas pertenecen a los objetivos psicomotores. En este objetivo Benjamín Bloom no lo clasificó por niveles ni profundizó, pero otros psicólogos posteriores a su teoría lograron su contribución creándoles diferentes niveles. Una de ellas es la de Anita Harrow (nacida en 1972):

  1. Movimientos reflejos: todos aquellos que son innatos desde la niñez fundamentales en la base motora.
  2. Movimientos fundamentales: aquellos que se realizan en los primeros años de un niño, siendo fundamentales en movimientos complejos futuros.
  3. Percepción: aprendizaje sobre el propio cuerpo y el entorno a través de diferentes estímulos involucrándose con los 5 sentidos.
  4. Habilidades físicas: mejora de movimientos y de cualidades físicas que puede llegar a movimientos superiores como flexibilidad, fuerza, agilidad, entre otros.
  5. Movimientos habilidosos: adaptación de lo aprendido anteriormente a situaciones que no requieren de complejidad, por lo tanto, integrar cada uno de los movimientos al momento y las actividades adecuadas.
  6. Comunicación no discursiva: utilización de todas las destrezas físicas para expresarse y generar movimientos interpretativos.

El objetivo cognitivo fue el más desarrollado por Benjamín Bloom ya que se trata sobre la comprensión de diferentes materias y el conocimiento. La misma tiene división por varios niveles:

  1. Conocimiento: memorización mecánica sin ningún tipo de comprensión. Busca recordar información previa de manera aproximada a como los aprendió.
  2. Comprensión: Interpretación, comparación e internalización de lo memorizado, comparándolo a su vez con los conocimientos anteriores. Este nivel se encargará de la apropiación de lo aprendido, demostrado cuando la información es presentada de una manera diferente.
  3. Aplicación: dar práctica a lo comprendido. Se aplica el conocimiento para dar soluciones a problemas bajo supervisión. Lo aprendido se presenta en situaciones nuevas.
  4. Análisis: Búsqueda de las causas y evidencia de los conocimientos adquiridos. Es capaz de utilizar el razonamiento, por tanto, solucionar problemas del conocimiento adquirido.
  5. Síntesis: Nueva relación con el conocimiento previo de manera novedosa. Es capaz de integrar las ideas y de proponer nuevas maneras de hacer lo aprendido, por lo que aplica conocimiento anterior para proponer algo novedoso.
  6. Evaluación: Defensa de opiniones y juicio del conocimiento.

Utilidad educativa de la Taxonomía Cognitiva

 La taxonomía cognitiva de Bloom puede resultar una herramienta útil para los profesores. Ayuda fundamentalmente al proceso cognitivo del aprendizaje y permite al profesor secuenciar de forma correctas las actividades planteadas con base en los objetivos del proceso de aprendizaje.

A los alumnos les permite tener mayor consciencia de su propio aprendizaje, avanzando según el ritmo que cada uno es capaz de llevar, superando niveles en lo que necesiten aprender.

Es fundamental para asentar las bases de creación de un pensamiento reflexivo y crítico, no solo del profesor en cuanto a la enseñanza que da, sino también en el alumno y su formación, fomentando la capacidad de analizar, evaluar y juzgar bajo sus propios criterios.

Consecuentemente esto ayuda a que el conocimiento dure más en el tiempo y sea creativo en innovador cuando se comiencen a aprender otras nociones.

A modo de conclusión

En su trabajo sobre maestría de aprendizaje se formula la hipótesis de que las personas son capaces de aprender todo lo que la escuela les permitirá con la ayuda y el tiempo necesario que se les dediquen a los alumnos.

Esto es significativo en vista a que la escuela y los maestros juegan un papel fundamental en la educación, que no solo es el alumno ente pasivo de su creación de conocimiento.

El trabajo de Benjamín Bloom es significativo en cuando a la transformación de la educación, viendo al alumno como un ente activo cuando aprende, siempre y cuando este acompañado con los estímulos y la motivación suficiente en el contexto donde estudia.

Es por ello que todos podemos llegar a un máximo nivel de conocimiento y la taxonomía funciona como una herramienta para la superación personal.