Todo depende de la perspectiva que decidamos adoptar, ya que nuestros pensamientos crean el curso de nuestras vidas. Si no tenemos la certeza y seguridad de que podremos lograr un objetivo, la fe y el positivismo son entonces nuestros mejores aliados.
Porque en el fondo, nos hacen confiar de que si lo lograremos. Sin embargo, la actitud positiva también significa que tenemos respeto por lo que nos está sucediendo, que no necesariamente puede ser algo bueno. Ver los tiempos difíciles como un fracaso o una oportunidad depende totalmente de nosotros mismos.
Ocuparnos o preocuparnos igualmente requiere un esfuerzo
Es algo muy común que todos los días las personas se quejen de muchos de los aspectos de sus vidas. Muchas veces ponemos más esfuerzo y tiempo en preocuparnos y quejarnos, y sin embargo, hacer esto gasta mucha energía que podríamos estar usando para avanzar hacia nuestros objetivos personales.
Al centrar toda nuestra atención en los pensamientos negativos, sin darnos cuenta estamos provocando las cosas que tanto tratamos de evitar. Nuestro cerebro recopila y asimila la información de nuestro entorno de acuerdo con los filtros que tenemos.
Estos filtros son, por ejemplo, nuestras creencias, principios, valores, nuestros sentidos. El cerebro hace un enorme trabajo todos los días, procesando la información que reciben los sentidos: filtros, géneros y análisis.
Ante todo lo que te sucede, puedes sentir pena por ti mismo o ver lo que te sucedió como un regalo. Todo puede ser una oportunidad de desarrollo, o un obstáculo que detendrá tu desarrollo. La elección es tuya. – Wayne Dyer
Milton Erickson creía que girar en torno a los problemas de la vida evita que las personas se concentren en buscar soluciones y objetivos. Cuando nos quejamos de algo estamos demostrando que hay necesidades no satisfechas. Y es en esto en lo cual debería residir la fuerza de nuestra motivación para cambiar y lograr que las cosas sean como queremos.
Si lo podemos visualizar, lo podemos alcanzar
Si ya sabes lo que no quieres, significa que quieres algo diferente a eso, por eso es hora de buscar el cambio. Identifícalo. Por esta razón deberíamos cambiar nuestra forma negativa de pensar, y preguntarnos «¿qué quiero cambiar?» y definir objetivos de manera positiva.
Cuanto mejor visualicemos lo que queremos, más real y alcanzable será. A fines de la década de 1980 y principios de la década de 1990, científicos italianos (Rizzolatti, Fogassi y Gallese) descubrieron las llamadas neuronas espejo en los monos.
Basándonos en esta investigación, se ha demostrado que la mente humana no distingue entre las imágenes imaginarias y las reales y puede ajustar las reacciones del cuerpo basándose en una acción imaginaria. Las neuronas ubicadas en una parte del cerebro responsable del control motor se comportan de manera similar, y los impulsos nerviosos siguen los mismos caminos neurológicos tanto en imágenes reales como en las imaginarias. Esto explica el poder de la visualización de nuestros objetivos.
Sin embargo, no es suficiente vivir solo con una visualización, una simple ilusión arrojada al aire. Como dijo una vez Washington Irwing: «Las grandes mentes tienen metas, las otras tienen deseos». El pensamiento positivo es el primer paso importante.
Sin embargo, una meta se vuelve real cuando sabemos exactamente lo que significa para nosotros. Es importante que el objetivo dependa enteramente de uno mismo y que tratemos de alcanzarlo porque así lo queremos, lo que quiere decir que nos esforzamos por voluntad propia, no porque nos sentimos obligados a hacerlo.
¿Cómo saber identificar los objetivos correctamente?
Un pensamiento soñador como «Quiero ganar la lotería» es algo totalmente independiente a nosotros y no está bajo nuestro control. Sin embargo, esto significa que el hecho de saber que tenemos el deseo de ganar puede ser un punto de partida importante para profundizar el sentido de la importancia de este objetivo para nosotros. Gracias a esto, puedes ser consciente de que hay una aspiración real oculta en la necesidad.
¿Cómo podemos definir un objetivo correctamente? El método SMART es muy útil en este caso, conocido en gran medida por su uso en el proceso para establecer objetivos comerciales. Es muy recomendable que lo apliques al definir cada uno de tus objetivos, no solo en el área de negocios, sino también en la vida.
En este método, el objetivo tiene que pasar por varias consideraciones que aprueban su utilidad, para eso tienes que preguntarte si es: específico (Specific), medible (Measurable), alcanzable (Achievable), realista (Relevant), y tiene limite de tiempo (Time-oriented).
Si tienes en cuenta estos factores, tu objetivo puede ser más fácil de desarrollar. Además de una visualización, escribir objetivos adicionales también es una buena idea, de acuerdo con el principio de la persuasión de Cialdini. Cada uno de estos niveles tiene preguntas correspondientes. Es importante enfatizar el poder de las preguntas abiertas en lugar de las preguntas cerradas que son restrictivas.
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