Tejer es el nuevo «yoga» para la mente y puede mejorar tu vida

Tener un hobby puede mejorar tu calidad de vida y te ayuda a revitalizarte mentalmente. En el mundo del bricolaje existen muchas prácticas que son entretenidas y relajantes. Desde el decoupage hasta el trabajo con arcilla, hay un sinfín de cosas que puedes intentar

En este artículo hablaremos de una actividad que se ha hecho muy popular. Estamos hablando de tejer ¡Que es un pasatiempo creativo que puede darte muchas satisfacciones! Sigue leyendo para enterarte todos los beneficios que puede ofrecerte:

Aprender a tejer es un proceso satisfactorio

Tejer estimula la creatividad, el estilo y la paciencia. El gran obstáculo que hay que superar como aprendizaje inicial es: date tiempo para practicar. ¡No te enojes! Hacer y deshacer una serie de puntos te ayudará a familiarizarte con las agujas y al mismo tiempo practicar las habilidades manuales, que hoy en día terminamos descuidando cada vez más.

Para los principiantes, tener una guía es útil y provechoso, por lo que puedes unirte a algún club en tu ciudad. Explora tiendas en tu área y mientras compras lana para tu próximo trabajo, infórmate, frente a ti podría haber una tejedora apasionada dispuesta a aconsejarte.

En internet es fácil encontrar videotutoriales de los que puedes aprender paso a paso a tejer. Según estudios recientes, ver evolucionar tu creación es gratificante. La maraña de hilos toma un rumbo y va tomando forma lentamente: la satisfacción se transforma en una profunda sensación de bienestar.

Mejora la agilidad mental

Mantener las manos en movimiento aumenta la agilidad al combatir los bloqueos y la rigidez. Tejer involucra ambos hemisferios cerebrales. Cuanto más complicado y exigente sea el trabajo, mayor será la concentración: un estado de relajación similar a la meditación. Algunas pruebas han demostrado que tejer también es bueno para los más pequeños, porque mejora la escritura y la capacidad de atención, estimulando la coordinación ojo-mano. ¿Tienes hijos? Involúcralos en algunas de tus sesiones de tejido.

Tejer aumenta nuestro nivel de concentración

A la hora de tejer, prestar atención, sobre todo al principio, es fundamental. Aparentemente el trabajo avanza por sí solo, pero basta un momento de distracción para cometer un error y… ¡pierdes el hilo!

Cuando tejemos el flujo de pensamientos se detiene: dejamos de imaginar, de rumiar, de cavilar, de calcular. La mente está en silencio. La tensión muscular disminuye, el corazón se ralentiza, la presión arterial baja. Aquellos que son expertos pueden entrar casi automáticamente en este estado. Entramos en un estado de profunda relajación psicofísica.

Una manera de demostrar que piensas en los demás

Piénsalo, dedicar tiempo a hacer algo por los demás es un gesto de gran altruismo y generosidad, sin duda se agradece. El destinatario del regalo no solo recibirá bienes materiales, sino también un producto único diseñado exclusivamente para él o ella. En el que quien lo produjo puso su tiempo, ideas y corazón en él.

Tejer también se presta para la producción de regalos con un alto valor simbólico: piensa en cuando tejes una bufanda para regalársela a alguien. Es una prenda que te abraza y te mantiene caliente.

Tejer puede ayudar contra la ansiedad

Hace unos años, tejer volvió a ser la tendencia más practicada por las modelos en sus descansos entre una pasarela y otra. Un calmante para el estrés capaz de quitar la tensión de la espera y despejar la mente. Mientras tejemos, los pensamientos se alejan de las preocupaciones al menos por un momento; la ansiedad y la agitación disminuyen.

Involucrarse en una actividad específica nos sumerge en un tiempo diferente. Vivimos la vida como un ajetreo constante: pausar e interrumpir el hábito de la multitarea funciona como un desintoxicante mental.

Tejer es una forma de meditación

Tejer puede resultar un pasatiempo útil de disfrutar, incluso durante largos viajes en transporte público, para llevarlo en tu bolso a donde vayas o continuar en el silencio de tu casa.

Una encuesta en la que participaron más de dos mil participantes mayores de 65 años mostró que la práctica habitual de tejer constituye un verdadero ejercicio para el cerebro con efectos positivos sobre los síntomas de la demencia senil. Si quieres empezar, enfócate en realizar mantas: vistosas y sencillas de hacer, te darán muchas satisfacciones.