Técnicas psicoterapéuticas usadas con adolescentes

Aplicando técnicas psicoterapéuticas

Las técnicas psicoterapéuticas aplicadas en la adolescencia ayudarán a que el paciente desarrolle conductas y actitudes de éxito en su vida.

Las técnicas psicoterapéuticas son métodos empleados para ayudar a las personas a gestionar de manera más efectiva sus emociones y para modificar o mejorar su conducta. Aunque se aplican distintos mecanismos de acuerdo a la situación, en general, todos dependen del grado de comunicación logrado entre el paciente y el psicólogo que lo trata; es decir, se considera un éxito cuando el individuo es capaz de compartir verbalmente sus pensamientos y sentimientos.

Con objeto de determinar la necesidad de estos procedimientos y cuál de ellos sería más eficaz, se estudian factores como problemas actuales, historial, nivel de madurez o desarrollo, capacidad emocional y deseo de cooperación con el tratamiento.

La psicoterapia se aplica a niños, adolescentes y adultos, de manera individual o en grupos. En el caso de los pequeños y los jóvenes, además se emplean otras herramientas (juegos, dibujos, construcción de figuras, etc.).

En el caso de los adolescentes, que sufren presiones adicionales por encontrarse en una posición intermedia entre la niñez y la adultez, la labor del psicoterapeuta consiste en brindar apoyo al proceso natural de su desarrollo emocional, cuando el mismo ha sido interrumpido.

Es importante hacer ver a los maestros, padres y otros familiares relacionados con los pacientes, que estos jóvenes no son malos, imposibles de entender o culpables de las situaciones presentadas; sino que, tan solo necesitan ayuda.

Las técnicas psicoterapéuticas más comunes

La psicoterapia trabaja principalmente con tres grandes áreas, que a su vez se subdividen en una serie de mecanismos:

Psicoanálisis

Su función es revelar la información oculta o reprimida del individuo, de manera que este pueda conocer sus motivaciones internas y deseos más profundos; asimismo, se busca que logre controlar los trastornos o conflictos sin resolver de su pasado.

Entre los diferentes métodos utilizados, aparte de la hipnosis, se encuentra la asociación libre, durante el cual el paciente no intenta comunicarse con coherencia y propósito sino tan solo deja salir todo lo que le viene a la mente. El trabajo del psicólogo consiste en alentarlo a hablar y luego interpretar los resultados.

El análisis de los sueños permite conocer en profundidad a la persona; puesto que, durante esos instantes las inhibiciones se relajan y surgen las motivaciones y sentimientos latentes, reprimidos por considerarse inaceptables. Durante la transferencia el individuo reconstruye situaciones conflictivas pasadas, atribuyéndole al psicoterapeuta emociones y actitudes que en principio tuvo hacia gente relevante en su vida, en general, uno o ambos progenitores.

Terapia centrada en el paciente

Se basa en la necesidad del individuo de encontrar ciertas condiciones en el proceso para que este pueda desarrollarse a satisfacción. Eso significa que el psicólogo tratante debe aceptarlo como persona, ser empático y mostrarle el debido respeto.

Por el contrario, sería inaceptable que se constituyera en un ente controlador, inhibidor, amenazante o juez de las conductas analizadas. Además, se espera que el profesional sea genuino y congruente, capaz de ganarse la confianza y aceptación del paciente.

Terapia conductual

Su meta es la modificación de ciertos comportamientos indeseados o dañinos, en el hogar y la escuela, o también en el ambiente laboral que sería el caso de los adultos. Se utiliza con éxito en personas que sufren de retardo mental, esquizofrenia y en adolescentes.

Uno de sus métodos es la desensibilización sistemática, usado para lograr la relajación del paciente y la reducción de las fobias. El condicionamiento aversivo, por su parte, apunta a la eliminación de los patrones conductuales inaceptables.

En este caso, el paciente aprende a asociar la mala conducta con dolor y malestar; causados por descargas eléctricas, medicamentos, olores desagradables y reprimendas. Se usa para ayudar a la gente con problemas de alcoholismo, drogadicción y trastornos sexuales.

La inundación de implosión implica por un lado, provocar una situación estresante real y por el otro, inducir a la persona a imaginar escenas o eventos capaces de producirle ansiedad. En ambos casos, hay un enfrentamiento intenso con las condiciones que le producen temor.

¿Por qué se requieren técnicas psicoterapéuticas en la adolescencia?

El adolescente se encuentra en una etapa de muchas exigencias, su cuerpo y su actitud ante la vida experimentan cambios y, por si fuera poco, debe tomar decisiones trascendentales. En ocasiones, todo este esfuerzo resulta traumático; y por eso, conviene ayudarle con psicoterapia, de modo que pueda convertirse en un adulto asertivo.

Para que los procedimientos rindan su fruto, la persona debe sentirse cómoda, apreciada y segura; así, se creará un ambiente de confianza que invite al diálogo y a la expansión.

En conclusión, las técnicas psicoterapéuticas proporcionan a los jóvenes apoyo emocional y guía en la resolución de conflictos con otros; además, les ofrece herramientas para entender sus problemas y resolverlos.

Las metas perseguidas serían particulares, como un cambio de conducta o la mejora de sus relaciones interpersonales; asimismo, el objetivo podría ser más general, por ejemplo, lograr que controle su ansiedad o que aumente su autoestima. La duración del tratamiento estará limitada por la complejidad y seriedad de los trastornos.