El querer exhibir en todo momento un bonito color bronceado en la piel, puede convertirse en una obsesión: La tanorexia, palabra proveniente del vocablo inglés “tan” (que significa broncearse) y del griego “orexia” (que podría traducirse como apetencia); es un trastorno del tipo psicológico caracterizado por un deseo enfermizo de permanecer bronceado.
Este trastorno está englobado en la categoría de los trastornos dismórficos, porque el que lo padece percibe de manera errada su imagen corporal; tal como sucede con las personas que padecen de anorexia.
Los que sufren de tanorexia, perciben que su piel es extremadamente pálida y buscan la manera de permanecer expuestos a la radiación solar; recurriendo en algunos casos a tratamientos cosméticos con el fin de estar morenos.
El problema de raíz de la persona tanoréxica, es que nunca queda satisfecha con el tono de bronceado que pueda alcanzar su piel y siempre le parece insuficiente.
Y al no poder alcanzar ese tono que visualiza en su mente, comienza a presentar ciertos problemas emocionales como la ansiedad y en algunos casos, hasta depresión.
Causas que dan origen a la tanorexia
Las causas de la tanorexia están asociadas a la autoestima y a la importancia que le da la persona, a lo que los demás perciben de ella.
Entre estas tenemos las siguientes:
1. Querer estar siempre “a la moda”:
Esto sucede la mayoría de las veces con las mujeres.
Ellas son las que siempre están en la búsqueda de tendencias, y asumen conductas que las aproximen físicamente a las imágenes que se proyectan en revistas y formatos multimedia.
2. Preocupación excesiva por el físico:
Por ser este un trastorno del tipo dismórfico, las personas que lo padecen viven pendientes de la imagen que reflejan y nunca están en conformidad con la misma.
La percepción que tienen de sí mismos, a su entender, es que no reúnen los requisitos para ser definidas como personas “bonitas.”
3. Tener una personalidad con tendencia obsesiva:
Las personas con este tipo de personalidad por lo general se encaprichan con una línea de pensamiento y hacia allí dirige todo el foco de su atención.
En estos casos, la toma de sol se lleva a cabo de una manera compulsiva que no conoce de límites ni de precaución.
4. Carecer de seguridad en sí mismo:
Una persona sana puede llegar a padecer del trastorno de la tanorexia, cuando necesita ver reforzada su propia valoración por el visto bueno de las demás personas.
Para ellos, lo más importante es agradar a terceros y así estar satisfechos con ellos mismos.
5. Tener conflictos internos:
La tanorexia también puede ser un mecanismo de respuesta inconsciente a algún tipo de conflicto interno, por el que puede estar atravesando una persona
Problemas de autoestima, estados ansiosos o necesidad de aceptación; pueden ser desencadenantes de este tipo de trastorno.
Riesgos que conlleva el trastorno tanoréxico:
Lo más peligroso del trastorno tanoréxico es que puede derivar en otro tipo de afecciones que van a deteriorar el estado físico y, en ocasiones, mental de las personas que lo padecen.
Estas son las más comunes:
1. Lesiones en la piel
Esta es la parte del cuerpo que puede resultar seriamente afectada con el trastorno tanoréxico.
La exposición imprudente a la radiación ultravioleta puede ocasionar diversos tipos de lesiones cutáneas, que van desde quemaduras, infecciones, lesiones en los labios y en los casos más extremos; hasta la aparición de cáncer en la piel.
2. Envejecimiento prematuro
Las personas que se someten con frecuencia a la acción directa de los rayos del sol en su cuerpo, reflejan en muchas ocasiones más edad de la que realmente tienen.
Esto sucede porque los aceites naturales que produce la piel se van secando y perdiendo el colágeno, adelgazando su espesor y aumentando en ella los pliegues que llamamos “arrugas”.
3. Aparición de manchas en la piel
Estas son más conocidas como lentigos solares (manchas cutáneas) y su aparición está directamente asociada a la exposición excesiva a los rayos del sol.
Su apariencia suele ser ovalada y de pigmentación oscura, apareciendo con más frecuencia en la zona de la cara, cuello, manos y hombros.
Advertencia: El sentido común debe prevalecer sobre las diferentes preferencias estéticas. De nada valdrá lucir de cierta manera si el precio a pagar es nuestra salud.
Deja un comentario