Las personas que se acostumbran al maltrato, llegan a aceptarlo como algo natural, no permitas que te suceda. La esclavitud ya no se conceptualiza bajo los cánones que estudiamos en los libros de historia. Hoy en día, tiene otra connotación.
¿Qué es el síndrome del esclavo satisfecho?
El síndrome de esclavo satisfecho no es un término recogido por el DSM ni por ningún otro manual de diagnóstico psiquiátrico.
Este nuevo concepto se refiere a los síntomas que presentan algunas personas que, a pesar de su vida objetivamente miserable, no solo se resignan sino que también están agradecidas por su existencia. En este artículo se tratan de explicar algunas de las suposiciones en las que se produce este mecanismo de defensa, sus causas y su contexto social y cultural.
Muy propio de las sociedades actuales, la manipulación mental estratégicamente diseñada y el condicionamiento de la conducta humana; han logrado que personas se conviertan, sin estar consciente de ello, en unos verdaderos esclavos.
Esto es, sin caer en alarmismos, una auténtica trampa mental en la cual la persona llega a aceptar sumisa y resignadamente esta condición inadvertida de esclavo; aceptando pasivamente las condiciones impuestas en las que se vive, y sin la mas mínima iniciativa para cambiar esa situación.
Lo más grave del asunto, es que llegan a un punto en que se siente “satisfechos” por el bienestar que en apariencia están disfrutando. Al llegar a ese extremo, el esclavo puede mentalizarse y acostumbrarse a vivir de esa manera: está condenado mentalmente de por vida.
Este tipo de esclavitud no se limita a los condicionamientos sociales que se inculcan en la vida de los ciudadanos, a través de los diferentes medios de comunicación masivos.
Hay esclavos satisfechos en los hogares, en las escuelas, en los trabajos y en fin; en cada sitio donde la persona no disponga en forma plena de su libertad y libre albedrío; ya sea de manera consciente o inconsciente.
¿Las personas están anestesiadas?
El principal problema del esclavo no son las diversas catástrofes que tiene que sufrir día tras día debido a su condición de esclavo (…), sino la matriz de pensamiento que no le permite cuestionar su esclavitud.
Esa es la impresión que reflejan los esclavos satisfechos. Comparativamente, la actitud de una persona con el “síndrome del esclavo satisfecho” es prácticamente la misma que la de una persona bajo los efectos de alguna droga o anestesia.
Acepta condiciones de vida, trabajo, estudios, etc., que en el fondo no comparte, pero las tolera porque para los demás “eso es lo correcto”.
De esta manera, su opinión queda anulada y cree sentirse bien; porque la opinión de terceras personas le es más importante que la propia.
El problema del esclavo, que está satisfecho con los golpes y las demandas, no es el dolor físico que le infligen, sino la disposición psicológica para recibirlos y naturalizar la crueldad de los que lo humillan y maltratan.
El esclavo satisfecho se adapta a los patrones de conducta inculcados
Es difícil, para todos nosotros, el abstraernos de los cánones conductuales que imponen en las sociedades, las diferentes “modas” y tendencias que surgen a diario en la sociedad.
Los diferentes medios de comunicación y sobre todo el internet, marcan las pautas de cómo debemos vestirnos, lo que se debe comer y hasta qué deben pensar las personas.
¡Y casi todos lo aceptamos de forma relajada y satisfecha!
La rutina como medio esclavizante
De la misma forma en como un esclavo de la época de la colonia estaba severamente limitado para trasladarse de un lugar a otro, sin el permiso de su amo; la mente del esclavo satisfecho también está limitada por las rutinas del tipo laboral, familiar, personal y social.
Este hecho bloquea cualquier intención de poder tener algo de iniciativa y autonomía, que lo abstraiga de esos patrones conductuales y le permita rescatar su amor propio, su autoestima y aquellos auténticos valores.
¿Por qué las personas aceptan esa condición?
La respuesta es muy sencilla: la comodidad asociada a ese estado de cosas.
Ese estado de satisfacción inducida provoca en la mente del esclavo mental, que deje de pensar y de activarse de manera autocrítica; en función de plantearse nuevas alternativas de vida con un sentido más crítico y alejado de la resignación pasiva.
Esta es la forma en la que el esclavo satisfecho, por su falta de confianza en la capacidad propia para generar cambios, se conforma con ser sencillamente un espectador automatizado de un sistema de cosas; que le convencieron que no podría modificar.
¿Cuál es la consecuencia de no entender la situación?
Cuando una persona no racionaliza su situación, va ocurriendo en ella una especie de aturdimiento que se va apoderando paulatinamente de su razón; asimilándose a la tendencia de buscar siempre la uniformidad metal del grupo.
Es así como la esclavitud va siendo extendida al grupo familiar y las instituciones, a través de patrones estereotipados que causan un impacto mental nivelador; en aquellos individuos que se muestras incapaces de pensar por sí mismos.
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