Síndrome de fatiga crónica – Síntomas y Tratamiento eficaz

Mujer sufre síndrome de fatiga crónica

En los últimos años, cada vez más personas padecen el Síndrome de Fatiga Crónica, una condición cuya característica principal es la fatiga debilitante.

En pocas palabras, la fatiga crónica es la sensación de estar constantemente cansado. Se diferencia de la sensación de sueño o somnolencia o de la sensación psicológica de apatía, aunque estos síntomas pueden acompañar al cansancio excesivo.

El síndrome de fatiga crónica se caracteriza por fatiga debilitante y persistente o recurrente durante al menos seis meses y la ausencia de cualquier otro diagnóstico definido.

Síntomas del síndrome de fatiga crónica

Si experimentas varios de los siguientes síntomas, es recomendable visitar a un médico para que te indique el chequeo médico adecuado.

  • No puedes pensar con claridad.
  • Estás extremadamente estresado.
  • Tus labios están constantemente secos.
  • Sufres de pérdida de cabello.
  • Debido a la pérdida de energía no puedes soportar la idea de hacer ejercicio.
  • Jadeas, incluso si no estás haciendo nada extenuante.
  • Sientes la sensación de cansancio casi todo el día.
  • Experimenta cambios en el apetito y los hábitos de sueño (insomnio, sueño interrumpido)
  • Tienes un fuerte sentido de fracaso y dudas.
  • No obtienes satisfacción fácilmente y te sientes apático incluso si logras tus objetivos.
  • Tienes la necesidad de aislarte de tu entorno.

Por ello, es importante escuchar las señales de alerta y realizar el chequeo preventivo precoz para no estar amenazado por la aparición del Síndrome de Fatiga Crónica.

Las personas con SdFC pueden aumentar de peso porque son menos activas físicamente. También pueden comer más, debido al bajo estado de ánimo, el aburrimiento o el deseo de aumentar los niveles de energía.

Las posibles causas del Síndrome de fatiga crónica

Existen varias causas médicas y no médicas de cansancio excesivo, incluida la dieta personal y los hábitos de estilo de vida.

Los siguientes factores contribuyen al cansancio excesivo, ya sea individualmente o en combinación:

  • Estrés y depresión emocional y psicosocial.
  • Anemia, diabetes, cáncer.
  • Embarazo, lactancia, falta de sueño y exceso de ejercicio.
  • Además, el estilo de vida puede provocar fatiga y agotamiento
  • Otros factores orgánicos que predisponen a la fatiga excesiva son, por ejemplo:
  • Obesidad.
  • Apnea obstructiva del sueño.
  • Tratamiento con ansiolíticos o antidepresivos.
  • Deficiencia de hierro.
  • Enfermedad del riñón.
  • Otros.

¿Cómo se diagnostica?

La fatiga crónica es un tema difícil para los médicos. Puede ser un problema de salud física o un problema psicológico.

Los pacientes que consultan a un médico acerca de su fatiga tienden a centrarse en sus síntomas físicos y agotamiento físico y pasan por alto algunos factores psicológicos. Así que tienden a ver el problema como algo físico más que psicológico.

Cuando los pacientes presentan fatiga, los médicos intentarán desarrollar una imagen más precisa de los síntomas, generalmente haciendo las siguientes preguntas:

—¿Te sientes medio dormido o tu fatiga es más una sensación de debilidad?

La respuesta puede proporcionar información importante, ya que la sensación de somnolencia puede ser un síntoma de un trastorno del sueño, mientras que la debilidad se refiere a una causa neuromuscular.

—¿Durante el último mes se ha sentido decaído, deprimido o indefenso?

Una respuesta afirmativa puede ser un indicador de depresión.

¿Tu fatiga se desarrolló de manera gradual o repentina? ¿Tu cansancio tiene una periodicidad, va y viene?

Por ejemplo, la depresión es el diagnóstico más probable si la sensación de fatiga es peor por la mañana, pero persiste a lo largo del día, mientras que la fatiga asociada con el ejercicio excesivo indica un problema neuromuscular

—¿Cuáles son tus preocupaciones acerca de la fatiga? ¿Cuál crees que es la causa probable?

En este caso, el médico busca establecer una conexión con varios eventos estresantes de la vida, por ejemplo. También puede haber preguntas sobre relaciones, posibles duelos recientes o trastornos de la vida relacionados con el hogar o el trabajo.

El médico también puede hacer preguntas al paciente sobre la dieta y el ejercicio. Además, puede indagar sobre los hábitos de sueño para determinar si un trastorno del sueño está causando la fatiga.

—¿Cuántas horas duermes?

¿Tienes problemas para conciliar el sueño o te despiertas con frecuencia durante la noche? ¿Alguien te ha dicho si roncas? ¿Alguien ha notado que dejas de respirar por períodos cortos mientras duerme?

Las preguntas anteriores están diseñadas para determinar la calidad, cantidad de sueño, hábitos de sueño y rutina de sueño. El médico también puede examinar a un paciente físicamente o examinar su estado mental para encontrar causas físicas o psíquicas, psíquicas. Si no se identifican causas específicas, existen algunas pruebas que ayudan a establecer el diagnóstico.

  • Análisis de sangre.
  • Prueba de cortisol.
  • Velocidad de sedimentación globular y proteína C reactiva.
  • Prueba de función renal.
  • Pruebas urológicas y electrolitos.

¿Cómo tratar el Síndrome de Fatiga Crónica?

No existe un tratamiento único para la fatiga, porque el enfoque del tratamiento depende de las causas de la fatiga. Si el proceso de diagnóstico descarta causas orgánicas, las siguientes modificaciones en el estilo de vida y la dieta pueden ayudar a resolver:

  • Mejorar los hábitos de sueño y la adecuación del sueño.
  • Ejercicio regular y equilibrio entre ejercicio y actividad.
  • Limitación de cafeína y adecuada hidratación del cuerpo.
  • Dieta equilibrada y saludable para mantener un peso corporal estable
  • Tomar suplementos nutricionales si se considera necesario
  • Establecer objetivos de carga de trabajo realistas y planificar bien el trabajo
  • Encontrar tiempo para la relajación, la meditación y el yoga.
  • Detección y manejo de factores estresantes, como por ejemplo, para resolver relaciones problemáticas.

Finalmente, se puede recomendar un enfoque estructurado y multidisciplinario para el tratamiento del Síndrome de Fatiga Crónica, que incluye ver a un dietista y un fisioterapeuta.