La importancia de saber decir no y sus beneficios

Los beneficios de saber decir no

Las razones por las que nos resulta difícil decir que no puede tener diferentes orígenes y la capacidad de pronunciar un no es demostrablemente parte de una herramienta de personas exitosas y seguras de sí mismas que saben cómo usarlo adecuadamente para avanzar en sus vidas, y para lograr sus objetivos.

Causas por las que nos resulta difícil decir «no»

En todos nosotros sigue siendo el instinto primordial ser apreciado por los demás. Así como era importante que el rebaño le gustara y aceptara al neanderthal para poder sobrevivir, también creemos que necesitamos el favor de otros como el aire para respirar.

Entre las principales causas por las que tenemos ese temor a decir no y terminamos complaciendo a todos menos a nosotros mismos, se encuentran la siguientes causas:

  • Miedo al rechazo
  • Tener miedo de ser un egoísta
  • Miedo de ser poco importante
  • Miedo de perder algo
  • Miedo al conflicto
  • Miedo de cambiar algo
  • Miedo a estar solo
  • Miedo a la culpa o al remordimiento

¿Por qué decimos que sí cuando queremos decir que no?

Estas son algunas preguntas que podemos formularnos ante la situación de mencionar un si cuando claramente queríamos negarnos a ello.

  • ¿Qué ventajas tiene para mí decir que sí, aunque hubiera preferido negarme?
  • ¿Qué desventajas tenía el si, en lugar de decir no?
  • ¿Cuáles habrían sido las peores consecuencias posibles, y cuán realista es eso que temo?
  • ¿Ha habido alguna vez una situación similar en la que dije que no, y cuáles fueron las consecuencias?
  • ¿Qué pensaría de alguien más diciendo que no en una situación así? ¿Podría tener más comprensión para él que para mí?

No hay duda: ser útil y estar siempre disponible es una virtud que puede hacer que la convivencia sea mucho más fácil. Sin embargo, si tienes mucho que hacer, debes poder decir «no» a las preocupaciones de otras personas.

El beneficio de decir no

Aprender a decir «no» de manera adecuada es el primer paso correcto para detener el exceso de trabajo y poder gestionar mejor nuestro tiempo. Sin embargo, hay muchos otros beneficios de decir no y saber poner límites.

Decirle no a los demás rechazando los reclamos y las expectativas a menudo significa un «sí» para nosotros mismos. Significa priorizar nuestros deseos y necesidades y lo que consideramos importante, por ejemplo, sin interrupciones. Para terminar, para tomar un descanso, para disfrutar de un día libre sin tareas domésticas, para pasar tiempo con amigos, lo que sea importante para nosotros.

Decir que no reduce el estrés

En muchos casos, es un largo camino tratar de reducir el estrés. ¿Alguna vez has acordado hacer algo aunque no quisieras hacerlo realmente? Si es así, entonces definitivamente no estás solo, eso les pasa a todos. Nadie es inmune a la presión, a veces decimos sí en lugar de decir no, y nos cargamos con un peso sobre nuestros hombros.

El estrés excesivo no es saludable y es la causa de muchas enfermedades. Aprender a decir no es una de las maneras más fáciles de reducir el estrés. No cuesta nada, el único requisito es cambiar tu punto de vista.

Aumentas tu autoestima

Cuando aprendes a decir «no» , construyes autoestima. Porque aprendes a defenderte a ti mismo, y eso crea fuerza interior. También aprendes a imponerte.

Te conviertes en alguien que es respetado en lugar de explotado, esto profundiza tus relaciones con otras personas. Además, aprenderá a sentirte seguro incluso sin el aliento de los demás. Esto te hará sentir libre.

Te permite poner límites

Decir no significa establecer límites para otras personas y no cumplir sus deseos y demandas. Por supuesto, no se trata solo de decir no. Aprender a decir no significa descubrir lo que realmente quieres o no quieres.

Significa desarrollar tus dudas y criterio propio, para estar atento a lo que sucede con los demás, y también contigo mismo. Percibir y formular tus propias necesidades y deseos. A medida que aprendes a tomar decisiones por ti mismo, esto afecta automáticamente tu confianza en ti mismo. El viejo hábito de elegir la forma más fácil de rendir deja espacio para el nuevo hábito de pensar y actuar de manera independiente.

Si aprendes a poner límites saludables y decir no cuando realmente lo quieras decir y no necesites, te hará ser una persona más sincera contigo misma, y eso se traduce en una persona con más estabilidad emocional.

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