Qué es la psicología ambiental y cuáles son sus beneficios

Ya sea un paseo en solitario o un encuentro con un amigo en un área al aire libre, sentiremos los beneficios de estar afuera y nos sentiremos mejor.

Las relajantes brisas y una brillante puesta de sol, por supuesto, nos hacen sentir mucho mejor después. Incluso un corto paseo puede nutrirnos, hacernos sentir uno con todo. La vista de las flores en flor, un desfile de nubes, el canto de los pájaros.

Todo esto puede calmar nuestra mente y restablecer el equilibrio en nuestro sistema. Tenemos la capacidad de hacer un esfuerzo por mantenernos conectados con la naturaleza de varias formas. Es un hermoso camino para un mayor bienestar y un regalo para nosotros mismos.

¿Qué es la psicología ambiental?

La ecopsicología o psicología ambiental explora la relación entre los humanos y el mundo físico. Los seres humanos siempre han sentido el poder curativo de la naturaleza. Pero ahora lo necesitamos más que nunca.

Podemos mencionar a Henry David Thoreau, quien pasó dos años aislado en el bosque de Massachusetts escribiendo Walden, su clásica meditación sobre la vida y la naturaleza. Incluso en 1845, Thoreau sintió que el bosque, o cualquier otro entorno al aire libre, podía calmar la mente y mejorar la salud.

Conoce los beneficios que brinda la naturaleza a nuestra salud

La psicología ambiental es un campo en crecimiento y las investigaciones muestran que pasar tiempo en la naturaleza puede reducir el estrés. Mejorar los sentimientos generales de bienestar y felicidad. Aumentar el nivel de energía e incluso aumentar nuestra capacidad de autocuidado.

Fortalece nuestro estado de ánimo

Salir al calor de un día soleado es una excelente manera de recuperar nuestra sonrisa y hay una razón para ello. La luz solar nos proporciona vitamina D activa y nutritiva. Se ha demostrado que mejora el estado de ánimo, calma el sistema nervioso y mejora problemas como el trastorno afectivo estacional (TAE). [1]

Además, la vitamina D también promueve la absorción de calcio en el cuerpo. Obtener la cantidad correcta puede minimizar el riesgo de hipertensión, cáncer y ciertas enfermedades autoinmunes.

Nos mantiene en el presente

La desconexión de la vida cotidiana y la transición a los espacios exteriores. Nos permite centrarnos en el aquí y ahora. En esencia, la conexión con la naturaleza nos anima a estar en el momento presente.

Calma nuestra mente

Sentir el entorno con todos nuestros sentidos. Los sonidos y olores que nos rodean, y que quizás no hayamos notado, es una forma básica de meditación, llevar nuestra atención al presente (en lugar de pensar en el pasado o preocuparnos por el futuro) puede minimizar el estrés.

Nos recarga y nos activa

Si bien podemos creer que un espresso doble es la clave para superar la somnolencia vespertina, las investigaciones muestran que un paseo por el bosque nos permite despertarnos mucho mejor.

Una serie de estudios publicados en el Journal of Environmental Psychology encontró que las personas que estuvieron expuestas a la naturaleza durante solo 20 minutos al día experimentaron un aumento en los niveles de energía y un mejor estado de ánimo en general. [2]

Es bueno para nuestras relaciones y nuestra sociabilidad

Un estudio de la Universidad de Rochester encontró que cuando las personas están expuestas a la naturaleza, tienden a sentirse más generosas. Más conectados con su comunidad y más conscientes socialmente.

Incluso con solo mirar imágenes de la naturaleza, se intensificaron los sentimientos de conexión con otras criaturas vivientes. Lo que, a su vez, recordó a las personas los valores fundamentales, como la generosidad y el cuidado.

Fortalece nuestra espiritualidad

La conexión con la naturaleza puede tener un lado espiritual profundo, ayudándonos a tener un sentido más fuerte de nosotros mismos. Podemos ser parte de un universo más grande de lo que imaginamos; encontrar consuelo en el vasto entorno que nos rodea, para sentir un regreso a nuestro hogar interior.

Es posible reconectarnos con la tierra, haciendo algo tan simple como caminar descalzo por el suelo o sumergir los pies en el mar.

¿Cómo conseguir tu dosis diaria de naturaleza?

La decisión consciente de traer más naturaleza a nuestras vidas es el primer paso para obtener sus poderes curativos. Pasar tiempo en el jardín plantando o simplemente relajándonos en el patio.

Quizás si intentamos dejar el teléfono, la tableta en casa. Realmente podemos concentrarnos en los olores, los sonidos, las vistas y las texturas que nos rodean.

Existen muchas maneras de practicar la psicología ambiental, no necesariamente saliendo al bosque o subiendo montañas cada día. Tener plantas en el interior del hogar y procurar su cuidado diario, esto nos conecta con la naturaleza y es una de tantas opciones que nos pueden servir para practicar esta conexión con la tierra.

Bibliografía:
  1. Nair, R., & Maseeh, A. (2012). Vitamin D: The «sunshine» vitamin. Journal of pharmacology & pharmacotherapeutics3(2), 118–126. https://doi.org/10.4103/0976-500X.95506